★Tres★

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— el bosque —

Llego a la entrada del bosque

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Llego a la entrada del bosque. Lo observo, en verdad da miedo de noche pero da igual.

Entro.

Todo da escalofríos. Está todo tan oscuro que me vi con la necesidad de encender la linterna del móvil.

Pero se ve que hoy no es mi mejor día ya que no hay batería y nada más encenderlo se apaga.

Comienzo a caminar mientras escucho como el agua fluye por el río que hay y también escucho los sollozos de alguien, creo.

Vamos a morir

No voy a morir.

Eso no se sabe nunca.

Paso de mi mente, no me voy a meter miedo. Si alguien quiere matarme que lo haga, ya verá. Llegué al río y vi a una persona sentada en la orilla de este, era él quien estaba llorando creo, bueno tenía que ser él porque no había nadie más allí. Me acerco así por cotilleo y me doy cuenta de una cosa, bueno de cuatro.

Una, es de mi edad. Dos, es un chico. Tres, está llorando de la risa de lo que parecía ser un vídeo. Cuatro, yo le conozco.

— ¿Joey? ¿Eres tú? —pregunto y el chico gira la cara dejándome ver esos ojos.

Efectivamente, es Joey.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Te puedo preguntar lo mismo Janne?

— Nope ¿Puedo?

Asiente con la cabeza y me deja sentarme a su lado. Decido no decir nada, si quiere establecer una conversación que empiece él.

Y así fue, cinco minutos después, creo, habló.

— ¿Qué tal todo? —me pregunta.

— Pues mal, supongo.

Él gira la cara para mirarme. Yo tengo mi vista en el río, estaba iluminado por la Luna, como los árboles de alrededor.

Su dedo índice se acercó a mí barbilla y la gira suavemente hasta que nuestros ojos se encontraron y apareció su sonrisa extremadamente encantadora.

— ¿Qué pasó?

— Nada, estoy bien —dije y le dediqué una de mis sonrisas tranquilizadoras.

No quería que se preocupara por mí. Sería el primero que lo haría y eso es raro a mí parecer.

— Puedes contarme.

— Joey, prefiero escucharte ¿Qué tal tú día?

Y era verdad, se me daba mejor hacer de "psicóloga" que de otra cosa.

— Okeey cotilla con ojos llorosos, te explico lo que quieras saber de mí.

Cuando dijo eso toque uno de mis ojos y estaban húmedos, como si hubiera llorado, pero sinceramente si lo hice no me di cuenta.

Tú, yo y las estrellas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora