★Prólogo★

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Joey Hannon era un chico adicto al alcohol

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Joey Hannon era un chico adicto al alcohol. No era él si no salía de casa sin una botella de alcohol en la mano.

Janneth Lennon intentaba frenar la adicción del chico. A ella le daba asco las bebidas alcohólicas. Cada vez que veía una bebida alcohólica en su casa se ponía de mal humor.

Pero Janne no sabía que al intentar frenar a Joey, el mismo chico le conduciría al alcohol y acabase bebiendo con él.

— Algún día esto nos va matar. —le comento a Joey que se veía pensativo

— ¿Por qué crees que lo hago? ¿Por diversión? ¿Por escape? No amiga, por eso no es. —me dice mirándome como si le hubiera preguntado la cosa más estúpida del planeta.

Me encogí de hombros. Y observé al chico de al lado mío. Pelinegro de ojos azules verdosos, con tez blanca, pecas. Era tan tierno, pero a la vez tan tonto.

No sabías que estupidez se le pasaba por la cabeza cada día, a cada minuto. Pero si se le venía una a la mente él no se la callaba, la decía.

Por eso le admiro. Porque por todo lo que está pasando y lo que pasó está aquí vivo, sonriendo a todo el mundo, haciendo reír a todos, como si su vida fuese genial. Joey Hannon era mi mejor amigo y estaba orgullosa, porque sin él habría muchas cosas que no podría hacer por mi vergüenza y eso él la espantó.

— Deja de mirarme. Ya se que estoy bueno, pero porfavor Janne, soy tu mejor amigo —me dice y comienzo a reírme.

— Eres tan tooonto

— Aún así me amas —dice y apoya su cabeza en mis muslos y lleva una de mis manos a su pelo para que le hiciera cosquillitas o piojitos como él decía.

Miro al cielo, esta lleno de estrellas y la luna era, era perfecta.

Era tan bonita, que a veces me daban ganas de hacerle una foto y enmarcarla y llevarla a un museo donde se pueda apreciar su belleza.

— Así no se puede dormir uno —se queja y se levanta para, literalmente, tirarse encima mío y apoyar su cara en mi pecho—. Está blandito

Un poco más y me deja sin tetas del cabezazo que me ha dado.

Le volví hacer esos piojitos y al cabo de media hora se durmió y pude darme el gusto de volver a observarle.

Era tan lindo. Tan adorable. Su futura novia debería de estar contenta de él, yo lo estaría.

Pero eso nunca va a pasar, nunca seré la novia de Joey Hannon.

Tú, yo y las estrellas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora