Tú, yo y las estrellas ©

★Veinticuatro★

—tú tontito—

Desde que Mackson y Joey aparecieron en mi vida puede ser que duerma mejor, esté más tranquila y más feliz, aunque a veces no se noten.

Me hacen feliz, aunque haya tenido algunos inconvenientes con Joey.

También tuve problemas conmigo misma, no sabía de mis sentimientos, no sabía a quien amaba.

Pero ya está todo arreglado.

Hoy iría al hospital para que le den el alta a Lydia y también que quedaría en su casa de paso.

Espero que me dé una respuesta ya a lo del embarazo porque no aguanto más sin saber su decisión, me vuelve loca.

Se escucha algo caerse en el piso de abajo, salgo de mi cuarto y corro escaleras abajo.

Me paro.

— Oh.

No tengo palabras. Jamás me imaginé esto de verdad.

— Ja-janneth ho-hola.

— Hola Nick. Solo venía a ver el golpe que sonó, pero ya me voy.

— Va-vale.

Me giro, pero no aguanto así que voy hasta la isla y me siento en un taburete.

— No, por favor —susurra Bryce.

— ¿Desde cuándo...? —les señalo a los dos.

— Tres meses.

— Okey ¿Y desde cuándo eres-

— Dos años.

— ¿ Y tú Nick?

— Desde siempre la verdad.

— Ay dios. ¿Sois?

— Si somos.

Okeey, tengo un hermano gay, me encanta. Lo que no me encanta es que no me lo haya dicho pero está bien y lo que tampoco me encanta es la reacción de mi padre que es, prácticamente, homófobo.

Bryce. Nick. Novios. Desde hace tres meses. Wow.

— ¿No te importa ni nada?

— Nick, aquí la homófoba no soy yo —miro a Bryce—. Ten cuidado, por favor.

Él asiente.

— ¡Adiós!

Nos giramos los tres.

— ¿Me voy a casa de mi amiga? ¿Luego vuelvo? —nos dice Ansel.

¿Y este que se cree? ¿Que tiene veinte años para irse cuando quiera de casa?

— ¿A qué? —le pregunta Nick.

— Mmm, eeehhh, a estudiar —asiente y repite—. A estudiar voy, sí a eso voy, a estudiar como buen estudiante.