Parte 27

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KARA POV

El verano estaba en pleno apogeo y los últimos días habían sido calientes y me refiero... calientes. Los pobres pájaros buscaban desesperadamente el alivio aterrizando en las diversas fuentes para pájaros que mamá había esparcido por el patio, y el lago estaba tan lleno como nunca había visto con gente de canotaje y natación.

Después de que las chicas cubrieron la calzada con dibujos de tiza de arco iris y flores, estaban listas para un descanso por una paleta.

―Rojo, por favor ―gritó Alex, saltando en el taburete en la isla.

―Rosa, por favor ―siguió Rubí.

―En seguida ―dije, abriendo el congelador.

Lena nos siguió a la cocina y llenó el cuenco de Diesel con agua fresca y fría antes de sentarse en la isla junto a las chicas.

―Azul para mí, por favor. ―Me sonrió.

Las chicas se rieron y empezaron a dispararle preguntas a Lena, una tras otra.

― ¿Qué tan rápido puedes patinar?

―Más rápido que un rayo.

― ¿Por qué tus manos son tan grandes?

―Para que coincidan con mis pies grandes.

― ¿A Diesel le gustan las paletas heladas también?

―Solo las azules.

Ella manejó su mini-entrevista como una profesional, entreteniéndolas con sus respuestas animadas.

―Está bien, Twinkies, después de paletas, ¿quieren ir a nadar? ―preguntó ansiosamente Lena.

― ¡Yeyyy! ―Ellas aplaudieron al unísono con el jugo goteando por sus barbillas.

―Mientras ustedes nadan, voy a bajar mis libros y estudiar. ―Suspiré―. Estoy tan atrasada.

En un día caluroso como hoy, la hierba fresca con sombra se sentía bien entre mis dedos de los pies mientras caminaba hacia el lago. Las chicas estaban hasta los tobillos en el agua, chillando mientras corrían de Diesel que estaba saltando y chapoteando junto a ellas como un niño en una cama elástica. Lena se puso un par de metros por delante de ellas. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho, mientras las miraba como un halcón asegurándose de que no corrieran por delante de ella en el agua profunda. Tenía el aspecto de su propio guardia de seguridad personal. Me gustaba mucho; me hizo sentir segura. Armada con un brassier deportivo azul con pantalones cortos azules que colgaban de sus caderas, sus músculos oblicuos tonificados se deslizaban hacia abajo en una sexy V mientras desaparecían en la parte superior de la cinturilla de sus pantalones. Mi rostro se sonrojó cuando pensaba en lo que me esperaba abajo de la cinturilla. Saber que estuvo dentro de mí apenas el pasado fin de semana fue suficiente para hacerme querer arrastrarla de nuevo a mi habitación por unos minutos.

―Disculpa, ¿qué estás mirando? ―Su tono me sacó de mi ensueño, con sus ojos acusadores directos en los míos.

Aparté la mirada, nerviosa, y traté de encontrar otro lugar para mirar, en cualquier lugar que no sea ella.

Se acercó a mi lado en la orilla, con sus ojos todavía en las niñas, cuando se inclinó y me susurró al oído:

― ¿Estabas mirando mi cuerpo?

―No ―mentí lo mejor que pude, pero no podía dejar de sonreír.

―Mm-hmm ―bromeó―. Eso está bien, yo estaba mirándote también. Debería ser ilegal que luzcas un bikini en público.

Room For You (Supercorp Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora