Parte 34

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LENA POV

―Tienes diez nuevos mensajes de voz. Para reproducirlos... ―Apagué mi teléfono y lo arrojé, sin importarme cuando cayó fuera de la cama y golpeó el piso con un crujido. Ninguno de esos mensajes era de Kara y eso me molestó.

La boda de Maggie y Troy fue hace dos semanas y no habíamos hablado desde la mañana después cuando me dijo que no me amaba. Demonios, apenas dejé mi apartamento en ese momento. Al gimnasio y de regreso. Eso era todo. Hablaba con mi mamá cada poco día así no me reportaría como persona desaparecida, pero aún no le había dicho acerca de Kara. No quería decirlo en voz alta; simplemente me hacía enojar.

Después de que ella dijo "No", nos sentamos en la mesa de la cocina por un largo tiempo, sin decir ni una palabra. Ella no sabía qué más decir y solo quería llamarla mentirosa. Soy una de esas personas que piensan que cuando estamos borrachos, decimos lo que realmente queremos decir. Creo que ese coraje líquido ayuda a sacar lo que realmente quieres decir, cuando simplemente no sabemos cómo decirlo. Sin embargo, no había nada que pudiera hacer, si me amaba o no lo hacía, tenía que aceptar su palabra.

Eso me dejó aquí, revolcándome en la autocompasión, las sábanas sucias y el canal del fútbol universitario durante dos semanas, sin importarme el mundo fuera de mi casa. Estiré mi mano y abrí el envase de mi mesita de noche, saqué otra golosina Slim Jim y la empujé en mi boca antes de arrojar el envoltorio al suelo.

A la mierda.

En ese momento, escuché abrirse la puerta de mi apartamento. Por un segundo fugaz, mi cabeza fue a algún lugar que no debería haber ido, pero la realidad se impuso cuando Sam dijo mi nombre.

―Aquí ―grité de vuelta.

Apareció en la puerta de mi habitación con una mirada de disgusto en su rostro.

―Amiga, ¿qué demonios?

― ¿Qué? ―La miré a la defensiva.

―Te he estado llamando por una semana y no he recibido respuesta. ¿Qué está pasando contigo?

―Nada, solo estoy relajándome.

― ¿Relajándote?

― ¿Qué quieres, Sam? Tengo cosas que hacer.

―Oh... ¿cómo llamar a un cardiocirujano y programar tu cita para una operación debido a todos estos? ―Se acercó y tomó mi envase de Slim Jim―. Hablé con Viper, me dijo lo que pasó.

―No es gran cosa, lo que sea. ―La despedí con la mano.

―Si no es gran cosa, ¿por qué estás ahogando tus penas con sodio y programas de televisión?

―No olvides la cerveza ―bromeé.

―Escucha, ¿por qué no vienes este fin de semana? ―preguntó.

―Al. Diablo. Con. Eso.

―Déjame terminar, imbécil. Lucy y todas sus odiosas amigas se dirigen a una escapada de fin de semana al Valle de Napa. Seremos solo yo y los niños. Invitaré a Viper y algunas de las chicas. Fumaremos costosos cigarrillos cubanos y beberemos mucho, así que piensa en pasarte por mi casa.

―No.

―Vamos, si las cosas se ponen feas, puedes subir y jugar con Logan y Becca.

―Si digo que sí, ¿te irás?

―Absolutamente ―dijo.

―Está bien. ―Suspiré mientras me daba la vuelta―. Ahora vete. ¡Y deja los Slim Jims!

Room For You (Supercorp Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora