Escuela secundaria Teiko.
Los días siguientes a aquella escenita en la clase electiva, Fujiwara Yomi estuvo lanzando algunas miradas hostiles a Akashi Seijuurou durante sus quedadas a los entrenamientos de basketball. Él lo notó y de hecho regresó unas cuantas de esas miradas con desdén, pero mayormente ignoraba a la castaña como si ella no fuese lo suficientemente importante. Bueno, este representaba el pensamiento honesto de Akashi.
La chica evitaba interacción directa con el pelirrojo, no ofreciendo toallas ni agua específicamente a él. Bien podría otra llevar eso a cabo... e igual a las demás no les molestaba ni un poquito cumplir tal misión, por lo que no pasaba nada. Akashi también evitaba interacciones con Yomi, solicitando agua o toallas a cualquier ayudante, exceptuándola a ella.
Una tarde, Yomi le contó a Momoi Satsuki lo sucedido con Akashi en la clase electiva, mientras ambas caminaban por una zona de diversas tiendas:
-Él me habló y miró con puro desdén todo el rato, la verdad- Liberó la castaña, con desagrado.
La peli rosada se mostró sorprendida.
-Qué raro. Akashi-kun siempre es educado y amable- Comentó, recordando las múltiples oportunidades en que vio al sub-capitán tratar a otros.
Yomi gruñó leve. Sinceramente, ella también había visto a Akashi comportarse simpático con la demás gente.
-Supongo que en serio no le caigo bien- Concluyó, encogiéndose de hombros.
-... ¿Por cómo actuaste cuando él te consultó sobre Haizaki-kun?- Tanteó Satsuki.
La castaña sonrió rememorando el suceso mencionado.
-Claro, por eso y quizás porque soy amiga de Shogo en sí. No sería el primero que me tiene tirria simplemente por esa razón.
La vista de Satsuki descendió.
-Mm... es posible- Admitió, sonriendo media triste.
-Como sea, ahora él también me desagrada. Estaremos a mano- Zanjó Yomi, sonriendo de modo particular.
Momoi carcajeó suavemente.
-Yomin, eso suena un poco como declaración de guerra- Opinó, divertida.
-¿Eh?... idea tuya- Replicó la castaña, sacudiendo una mano para quitar peso al tema, pero expulsando una risilla sospechosa ante la cual Satsuki levantó una ceja.
Yomi sabía que la peli rosada estaba más familiarizada con los miembros de la primera categoría en basketball que ella y debido a esto le relató la situación, para obtener una opinión aparte de la de Haizaki respecto a Akashi, una con bases genuinas. Aunque también se lo contaba a Satsuki porque en verdad le agradaba y le inspiraba platicarle de su día a día. La amistad entre las dos fluía muy naturalmente, empezando cuando Yomi se acercó a Satsuki una tarde en el gimnasio mientras ésta realizaba anotaciones acerca del equipo. De reojo descubrió la cantidad impresionante de datos que Momoi recopilaba. Esto la impulsó a sentarse a su lado y preguntarle si no se cansaba de eso. La otra chica le reveló entonces su pasión por el basketball y cuánto la emocionaba su misión, súper efusiva. Yomi la escuchó con gran atención, alentando a que la peli rosada continuara expresándose, cómoda. Posteriormente, en la misma charla, la castaña le habló a ella de su propia pasión por la danza. Así, iniciaron un hilo más y más extenso de charlas, transformándose pronto en cercanas.
Para Yomi, Satsuki Momoi era una persona interesante y grata para compartir.
Siendo Lunes nuevamente, Akashi Seijuurou arribó temprano a la clase electiva, como se prometió a sí mismo. Fue uno de los primeros en entrar al salón, por lo que tranquilamente eligió asiento. Muy distinto fue el caso de Fujiwara Yomi, quien debió ingresar corriendo al aula cuando el profesor ya cerraba, junto a Hiroshi y Yuzu, la chica con que estuvo interactuando a distancia la anterior clase, de cabello cobrizo y ojos marrones.
