Escuela secundaria Teiko.
Era un día Jueves y el clima estaba frío.
Fujiwara Yomi sentía que el sweater que llevaba de Teiko, no era suficiente para soportar la baja temperatura, así que de cuando en cuando se abrazaba a sí misma mientras conversaba en medio del pasillo, apoyada en una pared, con su amiga de cabello azul, Mina. Un dulce de loli pop color rojo se hallaba entre sus labios.
Las dos se ubicaban tranquilas cerca de la biblioteca del establecimiento, riendo a ratos. Varios estudiantes habían pasado por delante de las dos y ni siquiera les había importado, hasta que divisaron a Sayumi Tendo junto a otra chica y un chico, aproximándose.
Precisamente en ese instante, Akashi Seijuurou iba saliendo de la biblioteca con un libro debajo del brazo. No hubiese mirado a su derecha de no haber escuchado la voz de Yomi, diciendo lo siguiente:
-¡Mira Mina, mensaje de Shogo!- Exclamó la castaña muy ruidosamente, cuando Sayumi llegaba hasta las dos.
Con toda la intención del mundo, por si no era obvio.
Mina le rió la gracia y siguió su juego.
-Ay, ¿sí?, ¿qué dice nuestro Shogo?- Replicó, con un tono totalmente cínico.
Aunque no tan cínico como el que Yomi utilizó a continuación, tras dar una nueva chupada a su dulce.
-Pone, "Te extraño Yomi, es que eres mi favorita y te prefiero antes que a cualquier otra, siempre"- Remarcó maliciosa, viendo directamente a Sayumi, quien, en sincronía con sus acompañantes, paró su caminata abruptamente al oírla.
Yomi sonrió grande cuando sus miradas se cruzaron, casi, casi diabólicamente.
Y no, Haizaki no le había mandado ningún mensaje en ese momento, para nada. Solo se lo inventó para molestar a la rubia. La vio, y le dieron ganas de molestarla. Fue fulminante. Sabía que a Sayumi todavía le dolía que Shogo no le hablase más después de conseguir lo que deseaba de su parte, pero que hubiese continuado hablando con ella. Ya no del mismo modo, pero aún hablaban el uno con el otro.
De hecho, Yomi ni siquiera creía que fuese la favorita de Haizaki... ni le importaba ya, si era realmente honesta, pero cuando quería molestar a alguien, de verdad no le interesaba qué recursos necesitara utilizar. Lo hacía y ya.
Fueron dos las expresiones de disgusto que hubo en el área: una fue la de Sayumi, y la otra, la de Seijuurou. El pelirrojo tuvo una réplica de aquel aguijón, ese apretujamiento de celos que experimentó jornadas atrás en el gimasio. Y asco, o más bien, decepción de que Yomi pudiese estar presumiendo de ser "cercana", ser "la favorita" de esa escoria.
¿En serio le enorgullecería eso?
Y pensar que la había dejado entrar en su vida de cierta forma, a una persona como ella. Pensar que ella le había abrazado...escucharla hablar así ahora, después de eso, y de presenciar como Haizaki Shogo la miraba desde hacía un tiempo, le provocaba un desagradable tirón en el corazón del que deseaba poder deshacerse.
Su rostro eran más bien sentimientos mezclados, pero el de Sayumi era puro desprecio.
-Uh, ¿qué sucede Sayumi-chan?, ¿estás acá?, ¡no te había visto!- Comentó Yomi con burla ante la persistente mirada de la rubia, que apretó los puños cuando la castaña y Mina rieron.
-¿Cuál es tú problema, estúpida?- Le espetó Sayumi finalmente a Yomi, acercándosele de manera peligrosa. Sus dos amigos se alarmaron en seguida, listos para intentar detenerla si es que perdía el control, porque Yomi siempre la hacía perder el control.
