Seis años atrás...

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Megumi se encontraba saliendo del cementerio con la cabeza cabizbaja, cada vez que iba a la tumba de su padre terminaba llorando por horas. Le extrañaba, se sentía solo en su casa, era demasiado grande, demasiado vacía.

Se secó las lágrimas y emprendió camino a la cafetería en donde se había citado con su mejor amigo Yuji.

— ¿Cuánto tienes esperándome? —se apresuró a preguntarle a Itadori cuando llegó al lugar.

— No mucho, mi estúpido hermano regreso al país y tuve que ir por el al aeropuerto —murmuro el pelirosa girando los ojos— ¡Es un idiota! Me hizo cargar su equipaje por no decirle que el elevador del edificio no funcionaba ¡Por diez pisos! ¡Y él no es de los que viajan ligero!

Yuji siguió despotricando contra su hermano mientras el pelinegro solo asentía y leí la carta, no se le antojaban las cosas calientes a pesar de que el clima no se encontraba del todo cálido era más como un fresco-neblinoso, aun así termino pidiendo algo helado, un frape de malvavisco.

— ¡Deja a tu pobre hermano en paz! Debe de estar cansado del viaje

— Tu no le conoces Megumi, él es el peor hermano mayor que puede tener

— ¡No creo que sea tan malo! Se ve amigable en las fotos, se parece mucho a ti...

— Pues no se que clase de fotos vez de él, porque santo no es. Y solo nos parecemos físicamente —alegó Itadori mientras mordisqueaba su rosquilla— Creo que eso tiene que ver con que somos de distinto padre, ¡Gracias Dios!

— Deja de ser un exagerado —volvió a reñirle Megumi mientras recibía su frape.

— Que bien se nota que no le conoces, le puedes preguntar a Maki o Toge, es de lo peor... —soltó el pelirosa mientras veía con atención los ojos rojos de su amigo, había llorado estaba seguro, decidió cambiar de tema— que el amor no te ciegue Meg.

— ¡Hey! —grito sobresaltado el ojiazul— Tu hermano me parece más atractivo que tú, eso no quiere decir que me guste o algo.

— ¡Como tú digas!



Dos semanas después en la fiesta de cumpleaños de la Toge Inumaki, Fushiguro conoció al hermano de su mejor amigo, Ryomen Sukuna.

Si el pelinegro dijera que no lo encontró mucho más atractivo en persona estaba malditamente mintiendo, Sukuna era pecaminosamente bello. La garganta se secó cuando Yuji se acercó al mayor con la intención de presentarlos.

— ¡Hey idiota! —le grito al peliplatino— Te quiero presentar a tu fiel defensor, mi mejor amigo Megumi Fushiguro —el pelinegro le dio un codazo en las costillas al chico a su lado— Meg, él es mi gemelo malvado, Ryomen Sukuna.

— Un gusto —extendió la mano el peliplatino.

Megumi extendió la de él y estrecho la contraria:— El gusto es mío

— Y vaya que si... —murmuró Yuji por lo bajo, el pelinegro le metió otro codazo en las costillas mientras le dedicaba una sonrisa radiante a Sukuna.

— Mi hermano nunca me ha hablado de ti ¿Hace mucho que le conoces?

— No seas.... —fue turno de Sukuna de tomar la cabeza de Itadori y girarlo mientras lo aventaba lejos.

— Creo que te hablan por haya —le dijo a su hermano, Itadori se giró y entrecerró los ojos en su dirección, y luego miró a Megumi.

— ¡Si te hace algo gritas!

Como es salir con el gemelo malvado de mi mejor amigo ⇻ AU SukuFushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora