E p í l o g o

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Megumi se adentro al almacén en el cual Noelle Kugisaki tenía a Naoya, se encontraba a las afueras de la ciudad y en medio de dos montañas; el lugar se encontraba fuertemente custodiado. Podía observar a los hombres de la peligrosa mujer que tenia por amiga, los trajes negros y las cámaras de seguridad no pasaban desapercibidas.

Se adentra junto a Nobara, Geto y Maki hasta la oficina donde estaba la madre de su mejor amiga. Noelle se encontraba detrás de un escritorio con una cara muy seria.

— Me permití en darle una paliza con anterioridad, me sacó de mi casillas y dijo cosas muy desagradables —hablo en cuanto todos estaban en la pequeña habitación.

— ¡Madre tus manos! —se exaltó Nobara y se dirigió a revisar los nudillos de su madre— ¿Qué tanto lo golpeaste?

— Solo la dejamos que le diera algunos puñetazos —murmuró uno de los guardaespaldas de la señora Kugisaki.

— ¿Cómo es que dejaste que mi madre hiciera eso? —grito enojada Nobara.

— Deja al pobre hombre, Nobara. Yo di la orden y ellos no pueden desobedecerme, lo sabes. —sentenció Noelle.

La chica de cabello corto solo refunfuño y se alejó de su madre.

— ¿Dónde está él?

— A eso vamos, Megumi. —le sonrió la mujer mayor.





Naoya Zenin se encontraba amarrado y amordazado a un tubo de hierro incrustado en el suelo en medio de la habitación, daba la impresión de que era exclusivo para torturar. Pero eso no fue lo que le sorprendió a Megumi, le asombró el rostro y la pierna derecha del hombre. El lado derecho de la mejilla estaba tan inflamado que no se podía ver su ojo y la ceja se encontraba en la misma situación, imposibilitando del sentido de la vista al rehén. El labio del lado izquierdo estaba partido y la sangre escurría a su barbilla y pecho, su ojos estaba morado pero aún se diferenciaba.

Su nariz estaba quebrada, de eso no había duda. La pierna derecha estaba en una posición extraña, quebrada igual.

— ¿Eso fueron unos golpes? —murmuró Geto.

— ¡Quiero aprender a golpear de esa manera, Noelle! —hablo Maki— Enséñeme...

— ¡No te van a enseñar a nada! —grito Nobara exaltada con la de lentes, su relación era extraña pero Megumi intuía que estaba a nada de volver a ser pareja— Aunque si estoy impresionada de tu puño madre, casi vale la pena lo mierda que te hiciste las manos.

— ¿Sigue vivo? —preguntó serio Megumi.

— ¡Por supuesto! —hablo ofendida Noelle— No dejaría que este maldito se librará tan fácil. ¡Despiértenlo! —ladran a sus hombres y uno de ellos le lanzó una cubeta de agua con hielos a la cara a Naoya.

Megumi escucho la respiración errática de Naoya antes de que se diera cuenta que le estaba mirando.

— ¿Lo piensas golpear o no? —le pregunto Maki exasperada.

— Si —dijo Megumi tronando los dedos de ambas manos— Pero primero necesito preguntarle algo

El pelinegro se acerco despacio a Naoya, quien le miraba con el único ojo sano que le quedaba, cuando estaba frente a él quitó la mordaza de su boca y lo tomo con una mano de las mejillas.

— ¿Recuerdas lo que le hiciste a mi padre? —inquirió con rabia en su voz el ojiazul.

— Si —dijo con simpleza el otro— Recuerdo que lloro cuando le dije que tú serías el siguiente....

Como es salir con el gemelo malvado de mi mejor amigo ⇻ AU SukuFushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora