Los Hermanos Cipher (Billdipp) (Philldipp) (Dippwill)

El Club De Las Embarazadas (Y Bill)

Bueno, no existe una explicación o excusa lógica para esta parte en específico solo es algo que tenía atorado en mi cabeza y que de cierta manera moría por sacarlo, si la idea gusta hasta podría hacer una historia :'3 Sin más, comenzamos.

Bill caminaba por las calles, moviendo sus llaves entre su dedo mientras silbaba una suave melodía al ritmo que su dedo se movía, no tenía mucho que hacer, Dipper estaba estudiando para su próximo examen, sus hermanos habían salido con sus parejas y el.... Bueno, día libre, no tenía trabajo en la cafetería por lo cual quedarse en casa encerrado a contemplar el techo no era lo más genial que podía hacer.

Siguió su camino hasta detenerse en un estudio de baile, movió sus caderas dejando que el ritmo de la música entrara por cada poro de su piel, sin más, intrigado entró al lugar parpadeando.

— ¿Un salón de baile?..... — Era curioso, el juraba no haberlo visto nunca, conocía todo el lugar a la perfección pues era su ruta preferida.

— Veo que al fin llega profesor. — Una señora con una sonrisa amable se acerca y lo mete tomando su brazo.

— Eh, no, no, yo no soy el profesor. —Sin más lo arrojan a un probador para meterle ropa, confundido y sin preguntar nada más se la pone, un leotardo negro y zapatillas de baile (Zapatos de Ballet para ser exactos) Sin más salió al revisarse curioso.

— Se ve excelente profesor. — La contraria sin dejarlo hablar lo lleva hasta un espacio dónde había un grupo de diez personas. — Señoras, el profesor ya ha llegado. —

— Ya era hora profesor. — Todas tenían una amable sonrisa para el rubio que no dudó en corresponder, cortesía le llamaba, pero no pudo evitar mirar los vientres de estas.

Oh por Dios, sus vientres estaban enormes, espera, aguarden un segundo, ¿Habían comido mucho? Algo aquí no cuadraba, si 2 y 2 eran 4, 4 y 2 son 6, 6 y  2 son pez ¿Porqué todas tenían un enorme vientre?

— Santa madre de la papaya.... ¿Llegué a la tierra sumo?.... — Murmura golpeando su frente, pensando que todo aquello era un simple sueño o tal vez una abducción alienígena.

— Estamos listas para comenzar con la rutina de hoy profesor, nos sentimos muy bien y nuestros bebés están excelentes. —

¿Bebés? ¿Así que era eso? Sus ojos se abrieron enormemente con un brillo especial, ¿Así de Bonita se miraba su mamá cuando había estado embarazada de ellos? Unas lágrimas amenazaron con salir de sus ojos, ya no recordaba su voz.

— ¿Se encuentra bien?..... — Una amable señora pelirroja se había acercado, un tanto preocupada por el rubio.

— Si, si, no es nada Señoras, muy bien, a mover ese cuerpo para que los niños nazcan sanos y fuertes, comenzaremos con calentamiento para que no se lastimen. —

Aquellas amables señoras obedecían, se movían lentamente y bailaban como una hermosa sonrisa en sus labios, pasó toda la tarde hasta la hora de terminar la clase, el rubio se despidió de aquel grupo de baile, o como el las había nombrado, el club de las Embarazadas (Más Bill)

Al llegar a su casa tomó ropa imitando una pequeña pancita para ponerla bajo su camiseta, puso música comenzando a bailar, intentaba sentirse cómodo que no escuchó la puerta ser abierta.

— Bill, hemos vuelto, de verdad que te.... — Se vio interrumpido al ver al rubio en el piso, media espalda tocaba el piso y el cuerpo estaba erguido hacía arriba. — ¿Qué haces Bill?..... —

— Hola chicos, estaba, estaba. — Se pone de pie. — Ok, se que esto es extraño, estaba caminando y vi un salón de baile, entré y había muchas señoras embarazadas, pasé toooooda la tarde con ellas. — Se vio interrumpido por Will.

— Debió ser horrible para ti..... —

— Para nada, fue genial, me invitaron a comer galletas y me contaron de su embarazo.... Todo eso.... Me hizo pensar.... — Murmura bajando la mirada. — No recuerdo nada de mamá.... No recuerdo su risa.... Ni su voz.... ¿Ella se veía así de bonita cuando estaba embarazada de nosotros?....
— Soltó con la voz quebrada.

Sus hermanos lo miraron, se veía tan vulnerable, sin más ambos se acercaron abrazando al rubio en silencio, los tres fundidos en un suave abrazo.

Puede que no sepan su pasado, ni recuerden a la persona que les dio la vida, pero de algo están seguros..... Esa persona los ama con todo su corazón, estarían ahí siempre los unos para los otros.