Los Hermanos Cipher (Billdipp) (Philldipp) (Dippwill)

San Valentín

Día de el amor y la amistad, día de flores, chocolates.... Y también de consumismo, el papel botado en todos lados, personas con el corazón roto mientras ven a su crush besarse con alguien pero.

— ¡Feliz Día de el amor y la amistad!. — Cierto rubio iba caminando por la calle hasta la escuela con sus hermanos. — Que bonito es el amor, ¿Verdad equipo colores primarios?. —

— Bill.... No somos colores primarios.... — Suspira el mayor de los Cipher.

— Escúchame bien Phill, eres rojo, pelirrojo, teñido, rojito artificial, tang de fresa, saborizante artificial, realmente no se si eres natural y no me importa, tienes el color de el amor en esa melena, deberías ir saltando y riendo como tonto. —

— Tus etiquetas son por demás estúpidas, soy pelirrojo natural, hoy es un día común y corriente. —

— Pues parece que nuestro amado hermanito no piensa lo mismo. —

Ríe al ver al azulado correr a los brazos de su pareja y fundirse en un abrazo, el contrario le entrega un ramo de flores y un oso de peluche haciéndole sonrojar, eran sin dudas una hermosa pareja.

— ¡Gleeful! ¡Suelta a mi hermano!. — Grita el rubio al contrario, bufa molesto al ver como este le levantaba el dedo medio.

Miradas de odio y tensión se hacían presentes por parte de ambos siendo rota por cierto castaño estudioso.

— Oh por... ¡Pino de mi vida! ¡Pino de mi amor! ¡Dame unas mamadas! ¡Y yo me bajo el calzón!. —

Su pareja bajó su gorra caminando con las manos en los bolsillos de su chamarra, odiaba que hiciera eso, aunque solo quería ocultar su sonrojo.

— ¡Te veo a las tres guapo!. — Suspira mirando al pelirrojo. — Ahhhh lo traigo muerto hermanito..... —

— Le debe de dar vergüenza ser novio de un retrasado como tú..... —

— Habló el que comparte mi adn jajjaja nos vemos, Andrés. — Se marcha entre risas entrando al colegio.

El pelirrojo de quedó por unos instantes pensativo, nunca había hecho nada para ese día.... Nunca lo había pasado con alguien, ¿Qué podría hacer? Negó, con ese pensamiento entró igual al colegio.

Las sorpresas para ese día aún siguen su curso, quizá algunas no sea lo que se esperan, quien sabe, probablemente terminen sorprendiendo.