un loto secreto

Sinopsis

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Cuando los labios chocan con los suyos, su cuerpo deja de responder por cierto tiempo. Como líder de secta, debe de hacer algo, como líder de secta, debe de reaccionar. Pero no está seguro de hacerlo.

Cuando los labios de Zewu-Jun chocan con los suyos, no está totalmente disgustado. Quizás por su enamoramiento que ha tenido desde la adolescencia, quizás por sus hormonas revoltosas por el alcohol y el hecho de que es su primer beso.

No está avergonzado de eso, nunca tuvo tiempo para esa clase de estupideces cuando primero es un adolescente ocupado, luego un líder de secta y desde hace seis años, un tío a tiempo completo de un niño demasiado de revoltoso y mimado para su propio bien.

Una lengua entra en su boca, jugando con la suya propia y juntando su sabor a alcohol, entonces sabe que es suficiente. A pesar de que es algo que siempre ha querido, ambos están muy borrachos para esto.

-Zewu-Jun - llama cuando sus labios se sientes muy vacíos - Líder Lan, esto...- su instinto se activa y Zidian lo comprueba, cuando una pulcra mano se desliza por cintura, acurrucandola completamente, es una cintura pequeña para una enorme mano - ¡Zewu-Jun! ¡Eso es irrespetuoso de su parte! - gritó en el momento que la mano agarró su trasero en un aprieto.

Empuja un poco al Lan, pero está tan borracho que no solo Lan Xichen está a punto de caerse, sino él también. Por suerte no lo hacen.

-Líder Lan...- una cabeza cae en su hombro, haciéndolo detenerse por un momento.

Bien, ahora no sabe qué hacer.

El aliento caliente acaricia su cuello, cuando una piel húmeda choca.

Oh.

Un espasmo recorre su cintura, quizás haciéndolo más borracho.

-Jiang Wanyin - llama entre cortado el líder.

Ahora hay una mano en su trasero, luego otro en su espalda, y no hay lugar que no esté rozando. Hay besos en su cuello hasta su hombro, hay lugares donde nunca creyó tener puntos débiles.

-Zewu-Jun...deben de estar buscándolo...- ¿que hace tartamudeando? Él es un líder respetable y honorado.

No se puede dejar llevar por su enamoramiento, Zewu-Jun...Zewu-Jun ya tiene a alguien...

Si, ese alguien es Jin Guanyao.

Su amor se ve de lejos.

Perfecto, inalcanzable e único. Tan perfectos el uno con el otro que es envidiable. A pesar de no ser nada, incluso el más tonto puede verlo.

Por un momento el alcohol se fue a sus pies, por un momento que no duró mucho cuando los dulces labios de Lan Xichen volvieron a golpear los suyos.

Fue brusco y desesperado, que aumentaba los humos cada vez...pero fue de ellos.

Jiang Cheng estaba a punto de volver a separar al líder, cuando en un movimiento imprevisto, algo se espeta en su pierna. Y Jing Cheng no pudo hablar más...no tiene palabras.

Era una reunión habitual entre líderes, solo que esta vez fue en Yunmeng Jiang, todas las sectas estuvieron presentes, todo era tan normal que era doloroso. Nada fuera de lugar pero justo en el último día, se celebra el trato recién hecho y todo se vuelve...extremadamente ruidoso.

Oh, Lan Xichen debió de confundir el té con el alcohol de nuevo.

-Zewu-Jun.

-Gege - corrige el ebrio, ¡no, él no tiene voto!

¡Ni siquiera ha llegado a llamarlo Lan Xichen y quiere que lo llame Gege!

-Lan Xichen - prefiere, ya no pueden ser más unidos de lo que están ahora.

-Gege - murmura con una sonrisa enorme, sus ojos brillantes, o lo poco que puede ver con sus mejillas sonrojadas por el alcohol.

Entonces vuelve a enterrar su cabeza en el cuello de Jiang Cheng, dando una larga lamida hasta su oreja.

-Lan Huan - él realmente intenta contenerse, demasiado, pero eso fue...excitante.

Todo lo que ese hombre haga es excitante.

Para su sorpresa, Lan Xichen junta sus cuerpos, no habiendo ni un pequeño espacio, espetando su dolorosa y obvia erección en su muslo.

-A-Cheng...- oh a la mierda.

No sabe como llegan a su habitación, pero a la luz de la luna, se entregan el uno al otro.

Zewu-Jun lo desnudan con suavidad, aunque con bruscos besos. Acarició su cuello con su lengua, juega con sus pezones y da sensaciones que Jiang Cheng nunca había experimentado.

Quizás por primera vez en su vida, pensó en su propio gusto. En el placer de la carne y la lujuria, con besos traviesos, mordidas que quedaran en su piel por días, el placer de una lengua a su alrededor.

No puede nada más que dar gracias al tener estas experiencias con Zewu-Jun. Si sus gemidos llegan hasta la fiesta central de Muelle de Loto, si sus arruñazos marcan la piel jade, y si en un momento la cama se rompe mientras rebota en el pene de Lan Xichen. No se queja.

Ambos llegan con un clímax, que fue el toque definitivo para la borrachera de Lan Xichen, mandándolo directo a los sueños.

Jiang Cheng en cambio...

Solo puede reír, con tristeza.

Él nunca se da el lujo de dormir.

Fue un iluso, el calor del momento, su amor a un hombre prohibido, es sabido que los Lan solo aman una vez, y aunque pudo dar su cuerpo, Lan Xichen no puede dar su corazón.

Quizás estaba desesperado, estresado, borracho y cansado, todo a la misma vez. Tiene tantas excusas y ninguna se escucha la suficientemente buena.

Así que yace ahí, a la anochecer, a punto de la salida del sol.

Quizás...en el fondo de su corazón se sintió usado, algo que era sin sentido. Fueron dos adultos, no plenamente conscientes pero si responsables de sus actos.

¿Adultos? Solo era un niño de veintitrés años que se dejó llevar por el placer, Zewu-Jun en cambio...él es solo un buen hombre que ha caído en su ingenuidad de nuevo.

Quizás debería de comentarle que deje de pasar tiempo con Nie Mingjue, puede no ser sano.

Puede que incluso en vez de encontrarse con él, se pudiera haber encontrado con Jin Guanyao, y...quien estaría manchando sus sabanas sería él.

Un escalofrío recorre, esta vez no del bueno.

Se sienta con cuidado, sintiendo sus caderas chillar en protesta, pero no es el momento.

Cuando cree que es suficiente de estar holgazaneando, toma sus túnicas un poco rota, pero tapan lo suficiente.

Cuando se levanta, la habitación da una pequeña vuelta.

Aire.

Se agarra de la cama, sintiendo el inmenso dolor de cabeza martillear. Si, fue el alcohol, el alcohol es peligroso.

Trata de arreglar su cabello y amarrar lo más posible su túnica. Antes de caminar hacía la puerta.

No puede mirar atrás, no puede mirar atrás.

Un nudo se instala en su estómago, y se niega a averiguar qué es.

Con la frente en alto, y su imagen lo más impecable posible, abre las puertas de su habitación. Sintiendo el aire fresco golpear en su rostro.

Cierra la puerta lo más suave que puede, antes de alejarse. Escuchando las olas del mar chocar contra el puente, trata de olvidar lo recién ocurrido.

Ignorando completamente los ojos que lo siguen.

Y la mañana siguiente, cuando Zewu-Jun no es despedido por Jiang Cheng, él a Líder Jiang, no dice nada, a pesar de sentir que está ignorando algo.

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