Cuatro

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*Soy de estas personas que Jiang Cheng le dice: ¡Brinca!
Y yo le diría: ¿Que tan alto?
Jiang Cheng Supremacy, lo amo con todo mi ser.

Un trueno suena en la habitación, haciendo que el pequeño niño se encoja debajo de las mantas. Temblando de terror. Aprieta la sábana con sus dedos hasta el punto de estar blancos.

Otro trueno vuelve a sonar, seguido por un relámpago que ilumina su rostro asustado y sabe que ya no puede más. Sale de sus sabanas de seda, baja de la cama y corre por los pasillos que conoce bien. Se esconde de los sirvientes y los discípulos ahora molestos, y se desliza hasta la puerta que conoce bien.

Antes de darse cuenta de algo.

En un susurro lo más bajo posible, grita:

-¡Hada! ¡Hada ven! - mira a su alrededor, probando que nadie lo escuchó y vuelve a gritar - ¡pequeña Hada!

Escucha sus pasos antes de verlo. Una pequeña mota de color marrón corre en su dirección, un poco más rechoncha y con más control de sus patas traseras. Corriendo con la energía que un pequeño cachorro puede tener.

-Vamos - murmura abriendo la puerta de madera con delicadeza, no queriendo despertar a la persona adentro.

Pero para su sorpresa, la persona adentro está acostada en su cama, descansando con su peso en la cabecera, en sus ropas para dormir, con las sábanas encima de sus hinchadas piernas y acariciando su vientre con delicadeza, sus ojos brillosos que ha tenido desde el comienzo de su embarazo no despegan de su enorme vientre de ocho meses.

Sus pies duelen de la hinchazón, está seguro que volvió a sacar calostro de sus pechos, pero todo a valido la pena al verlo ahí. Un enorme vientre. Es redondo y sano y aún suave por el ungüento.

Pero no puede evitar querer tener el bebé en sus brazos.

Realmente lo quiere, en sus brazos, seguro, solo para él.

Lo sabe, si tiene que encerrarlo para que esté seguro. Jiang Cheng lo va a lamentar mucho pero lo hará.

-Me preguntaba cuando ibas a venir - murmura sin quitar su mirada, pero sabe que Jin Ling está detrás de la puerta, idealizando un plan para entrar - ¿que esperas? - pregunta levantando la sábana a su lado, invitándolo a entrar.

El niño prácticamente corre desde su lugar, saltando a la cama y escondiéndose debajo de las sábanas. No dura mucho, al sentir los rasguños de la pequeña Hada intentando brincar, la toma en brazo mientras vuelve a esconderse debajo de las sábanas con estampados de Loto.

-¿No crees que estás muy grande para tenerle miedo a los truenos?

-¿No crees que estás muy viejo para tener un hijo? - aún detrás de las sábanas, Jin Ling siente el empujón de su tío.

-Respeto.

-Digo lo mismo - responde enterrando su rostro en el pelaje de Hada.

El silencio reina en su lugar, Jin Ling puede sentir el sueño volver, cerrando sus ojos, sintiéndose cómodo.

Y da un brinco en la cama, incluso asustando a Hada, y Jin Ling no tiene de otra más que gatear hasta su tío, antes de posar su cabeza en el vientre y enredar sus manos en su cintura.

Jiang Cheng se queda en blanco, no es la primera vez que Jin Ling toca su vientre, pero normalmente intenta no hacerlo, por alguna razón que el mimado niño tiene.

Solo baja su mano, y acaricia el cabello tan negro como la noche de su sobrino, con delicadeza y una gran sonrisa. Solo pensando en lo afortunado que es...por primera vez en su vida, tiene algo bueno y solo para él.

un loto secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora