Once

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*Quiero decir que posiblemente actualice Lan An en unos días, ya que estoy concentrada en terminar esta.

*Y miren otro hermoso fan art de Jingyi como un amado Jiang. Además, creo que no he dicho lo suficiente lo mucho que amo a Jiang Cheng.

-Escúchame bien, pequeñajo, no te separes de mi lado para nada ¿oíste? Mucho estoy haciendo al permitirte venir, no me hagas arrepentirme. Y cuando digo que no te alejes de mi lado, es en serio, te castigaré sino lo haces - Jingyi rueda los ojos, mirando hacia al frente con los brazos cruzados en molestia. Pero no se podía quejar, su padre estaba siendo bueno.

-¿Y Jin Ling? - inquiere, sabía que su primo iba a estar aquí, luego de tanto tiempo sin verlo (un día) empieza a extrañarlo - ¿puedo estar con él?

-Jin Ling o yo, solo nosotros dos, sabes las instrucciones, nadie sabe lo obvio...- de hecho nadie puede mostrar lo obvio, Jingyi no se parece mucho físicamente a su padre, y duda conocer a su otro padre, así que asume que es una perfecta mezcla de genes.

-No me parezco.

-Mocoso, con ese temperamento no van a dudar que seas mi hijo.

Aunque sin duda tienes la sonrisa de tu padre.

-¿Y de quien seguí el ejemplo? - Jiang Cheng lo jala por el brazo en un intento de detenerlo.

-Tienes ganas de volver ¿cierto? - Jingyi niega con rapidez.

-Es broma, papá, es broma - no lo es.

Sus dientes titiritean cuando un suave viento golpea su rostro, al contrario de Yunmeng Jiang, que siempre estaba caliente al punto de quemarse vivos, Gusu Lan era demasiado frío. Eso no es bueno, el frío le hace tener que hacer mucho pis y está en un clan nuevo, no puede ser irrespetuoso.

-Papá ¿tienes tarjeta de invitación? - Jiang Cheng saca de sus túnicas no una tarjeta, sino una llave de paso Lan, eso, que le da la libertad de entrar y salir las veces que quiera - Papá ¿la robaste?

Un golpe cae en su nuca.

-¡Un líder de secta robando! ¡Que pensamiento son esos, Jingyi! - Jingyi está seguro que sino tuvieran en otra secta ya le hubiera arrancado una oreja de raíz.

-Pero eso es algo importante, tú no sé lo das a cualquiera, ¿quien te lo dio? - Jiang Cheng baja la mirada al pase...quizás pensando en el dueño de cierto jade.

-El líder Lan, Zewu-Jun.

Ah.

Eso explica muchas cosas.

Demasiadas de hecho.

En el poco tiempo que estuvo junto al hombre, un agradable tiempo de hecho, no perdió de vista como el líder brillaba como una doncella enamorada cada que decía el nombre de su padre, y la decepción en sus ojos cuando supo que tenía un hijo.

Un hijo que en algunos casos, conlleva a una pareja.

-Papá, ¿te das cuenta verdad?

-¿De que hablas? - sino fuera por la clara confusión en sus ojos, de hecho, Jingyi hubiera pensado que estaba fingiendo. Pero de nuevo, su padre era un hombre muy inteligente, respetuoso y bueno, pero respecto al amor...no puede ser más tonto.

En sus ahora trece años nunca había conocido ninguna pareja de su padre, y el hecho de que a veces duerme con él en su espaciosa cama, le hace pensar que tampoco a llevado a una conquista.

¿Su padre siente atracción hacia las personas en primer lugar?

-Escúchame, tengo una reunión importante con algunos ancianos Lan y el Maestro Lan, no puedo llevarte a eso, pero no por eso estarás lejos de mi vista, ve con Jin Ling, pero pregunta por Lan Sizhui, donde esté él estará tu primo estupido.

un loto secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora