Trece

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*Yo no voy a explicar detalladamente los acontecimientos en el Templo Guanyin, porque la verdad valen verga con la historia, no tienen mucho que ver el uno con el otro, además de que ustedes posiblemente saben lo qué pasa a la perfección. Espero aún así que lo disfruten :)

-Es una...perfecta mezcla tuya y de ese Lan - habla el hombre, dando un paso al frente - lo admito, me ganaste incluso antes de haber empezado el juego.

-¡¿Que juego, maldito desgraciado?! ¡Está es la vida de mi hijo, imbécil! ¡¿Como te atreves?! - aprieta a su pequeño en sus brazos.

Es un niño, solo tiene trece años, ¡¿como pudo tratarlo de esa forma?!

Su respiración es normal y sus meridianos están bien pero necesita, realmente necesita que su hijo abra los ojos. Que le confirme que está bien.

-Ahí es donde te equivocas - hay una enorme sonrisa en su rostro - oh, que egoísta de tu parte, Líder Jiang, reclamar ese niño como tuyo.

-Porque es mío...¿o que? ¿Desearías que fuera tuyo? - responde, intentando calmar el odio que burbujea por su sangre - lo siento, llegaste muy tarde.

-Oh no, no puedo llegar a tiempo a algo que siempre estuve.

¿Que siempre estuvo?

Al conocer más a este hombre, una idea...una asquerosa e insoportable idea, que más vale que sea mentira, cruza su mente.

-¿Estuviste cuando...? - ni siquiera es capaz de terminar la oración, pero la sonrisa en el rostro de ese hombre, confirma cualquier cosa.

Jiang Cheng siente asco...las náuseas burbujean en su estómago a punto de salir disparadas por su boca en forma de vomito.

¿Este hombre enfermo realmente fue tan...asqueroso, que vió a él y a Lan Xichen tener relaciones?

No debería sorprenderlo, es el mismo hombre que se acostó con su hermana y él mismo que vio morir a su padre en medio de orgasmos.

¡Incluso mató a su propio hijo! ¡¿Que puede esperar?!

¡Y Jiang Cheng no puede imaginarse una vida sin su niño!

-¡Eres un enfermo! - aprieta al niño en sus brazos, como si de esa forma pudiera protegerlos de todo mundo, en especial de ese hombre inmundo.

-Habla el líder que se acostó con su compañero borracho. Puedo llamarle hipócrita sin restricciones, Líder Jiang. No me provoques.

Un poco de vergüenza recorre al líder, se niega mirar a los lados, no quiere ver la confusión en los rasgos del resto, y una sorpresa en su sobrino.

Nunca quiso que alguien se enterara de su embarazo ni de su hijo, aún menos del cómo fue concebido.

Pero ahora, todo eso está en manos de este hombre que no duda en enterrarlo en lo más profundo del suelo.

-Jiang Jingyi, incluso su nombre tiene algo que ver ¿cierto? - solo...lo descarta - bonito nombre, ¿No crees Er-Ge? Si tan solo hubiera un Lan delante...

Ahora Lan Xichen está aún más confundido, y por lo visto, no es el único, cada y uno del resto tienen miradas confusas o lo que se puede llamar confusión en Lan Wangji.

-¿Te acuerdas que hace unos...trece o catorce años atrás? No lo sé, depende cuanto tenga el niño...pero te llamé en Langling Jin - Jin Guanyao se contesta solo - Claro que tengo que ser específico, es muy desconsiderado de mi parte con tantas visitas. Ese día, cuando te avise de mi nuevo descubrimiento - Lan Xichen puede que esté recordando un poco, se acomoda en su lugar interesado, al lado del líder Jiang, líder con mirada baja - hombres capases de dar a luz...imagínate.

un loto secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora