¿Que harías si algún día estas en una boy band, conoces hace algunos años a tus compañeros e inoportunamente te enamoras de uno de ellos? No le preguntes a Wooseok, él tampoco sabe que hacer.
si ya sé,, muchas veces se encuentran con estos caps raros q parecen no tener sentido, pero créanme lo tendrán más adelante<3 disfruten^^
*Tan tan*
Un pequeño, de rosas cabellos y tez blanca cómo la nieve paseaba con cortos pasos por aquel enorme instituto, sus mejillas se encontraban levemente sonrojadas, cómo si de un duraznito se tratase. El chico cargaba con si mismo una pequeña libretita de la cuál sobresalía una pluma color rosa pastel acorde a su cabello, las manos que sostenían esa libreta estaban adornadas por curitas de Hello Kitty, aquellas pequeñas y suaves manitos habían sido cruelmente heridas, pisadas por alguien (literalmente) al punto de hacerlas sangrar, el menor no encontró mejor consuelo que cubrir sus cortes con aquellas tiernas tiritas de cinta, Jinho las observaba con recelo, recordando lo doloroso que fue sentir cómo alguien pisaba sus delicados deditos, tenso su mandíbula a la sola idea. Con la cabeza tímidamente inclinada, el pequeño finalmente llegó a su destino, frente a él se encontraba un enorme salón, y dentro de ese enorme salón sólo había una persona; el causante de sus heridos dedos. El pequeño abrió aquellas pesadas puertas con dificultad y se apresuró a entrar, el chico que se recargaba sobre el pupitre se incorporó de un salto al notar la presencia de aquel bajito. El alto camino pesadamente hacía él, imponiendo miedo y ocasionándole malestar al menor debido a los nervios, Jinho tragó saliva y espero su cruel destino, más para su sorpresa fue sólo eso; un susto. -¿Estás bien? te notó paliducho...- el alto sonrío burlonamente y tomó entre sus dedos un mechón de cabello del menor, jugueteó con él sin quitarle los ojos de encima al pequeño. - No me toques.. -¿Por qué?- soltó el cabello -¿No somos amigos? vamos... ¿Nos sentamos juntos?- Wooseok se inclinó hasta quedar a la altura del menor y relamió sus labios. - No quiero sentarme contigo.
Silencio.
-¿No? -No.
Jinho retrocedió y escapó apresuradamente del aula de clase, Wooseok no lo persiguió, lo dejó huir, no estaba en sus planes perseguirlo una vez más.
Al correr por los pasillos Jinho se topó con Yan An que también huía pero de sus responsabilidades, se estaba saltando las clases.
-¿A dónde vas tan rápido?- Yan An se apresuró a alcanzarlo. - No me preguntes nada, quiero estar sólo. Jinho caminó rápidamente alejándose cada vez más del aula, el alto caminaba a su par sosteniendo un batido de chocolate. -Sabes.. A veces quisiera saber por qué huyes tanto, ¿qué te aterra?- Jinho rodó los ojos y continuó su rápido caminar. -Me refiero a que siempre te veo corriendo, ¿de quién huyes?- Yan An lo observó, sin prestar atención a lo que había frente a él, su batido cayó al suelo con violencia, había chocado a un chico. -¡Por dios, lo siento tanto! -¿Siempre eres así de distraído? Grandísimo imbecil- el chico pateo el vaso del batido y se fue apresuradamente mientras limpiaba con torpeza los restos de chocolate en su uniforme. -Cielos.. cada día peor. Para cuando Yan An había terminado de disculparse con el aire (porque el chico ya se había ido) Jinho ya había llegado a un banco apartado del lugar, se recostó y trató de pensar con calma. Siempre que Wooseok sea tu compañero de clase te atormentará, no podrás hablar en clase, no harás tus tareas y no podrás involucrarte con nadie, tú vida será miserable por siempre. Jinho trato de pensar en algo más, pero ¿en qué? De reojo observó la pantalla de su celular encenderse. Jinho desbloqueó su teléfono para revisar el mensaje.
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Jinho tragó saliva al leer el mensaje, ni siquiera recordaba haberle dado su número a Wooseok, ¿En que momento lo había agendado? El pequeño bloqueo su teléfono y respiró hondo, necesitaba encontrar una solución rápidamente a ese problema, de lo contrario su vida académica se vería gravemente afectada, ya muchos profesores habían notado el decaimiento de Jinho en su actitud escolar.
Wooseok jugaba con su lápiz, desbloqueaba y volvía a bloquear su teléfono esperando la respuesta del menor, pero no respondía, el alto sonreía de lado y observaba su entorno con aires de superioridad, su único propósito allí era fastidiar al dedicado y estudioso Jinho, hijo de una amiga de su madre, el ejemplo que la madre de Wooseok siempre citaba para compararlo y criticar su mal comportamiento, mientras que Jinho era delicado cómo el pétalo de una flor, a Wooseok le desquiciaba esa comparación y de ahí su enojó y motivación para hacer de la vida del menor un verdadero calvario.
Habían pasado entonces 25 mins y el timbre de receso ya se escuchaba por toda la institución, estudiantes y profesores fueron invadiendo cada rincón y los salones se vaciaban, Wooseok se encontraba ahora sólo, pensando en su próxima fechoría. Molestar niños en la plaza ya no es divertido ya no, desde que sus padres pensaron que era un pedofilo esto ya no es divertido, ¿entonces qué? Los pensamientos de Wooseok fueron interrumpidos por una grave voz que lo devolvió a la realidad. -¿Vas a quedarte aquí?- Yuto, amigo de Wooseok y estudiante de tercer año se recostó en el mural de la puerta, Wooseok sonrío al verlo y lo invitó a pasar con las manos. -Pensé que no te vería hoy- Wooseok le dio una silla. -Pensaba lo mismo pero terminé mi examen a tiempo. -¿Te fue bien? -Podría haberme ido peor eso es un hecho- Yuto sacó el chicle de su boca y lo pegó en un banco cercano, el rostro asqueado de Wooseok le provocó risas al japonés que ya comenzaba a aburrirse en aquel frío salón. -Vamos, vamos a fumar afuera- Yuto se incorporó y Wooseok lo detuvo. -Nop, prometiste no volver a fumar- el pelinegro safo su agarre y saco un cigarrillo de su mochila. -No va a pasar nada, sólo uno- le extendió el cigarrillo -No pierdes nada probando, ¿cierto?- Wooseok lo tomó con cuidado. -Si tienes razón- Yuto sonrío y extrajo un encendedor de su bolsillo, no era la primera vez que ambos fumaban, pero prometieron no volverlo a hacer porque conocen los peligros que eso implica. -Tal vez no debamos- Wooseok tiro el cigarro al piso y lo destruyó con sus pies. -¿¡QUE HACES!?- Los gritos del japonés se escucharon por todo el instituto, empujó a Wooseok y se agachó a tratar de rescatar la vida útil de aquel papel enrollado con hierbas adentro. -¿Crees que son muy baratos cómo para andar tirándolos eh? -No es para tanto, compraremos una caja mañana. Ambos amigos se empujaron entre si amistosamente y salieron del aula, encontrándose con un pequeño pelirrosa afuera. Problemas, problemas. -Aquí estás- Wooseok despeinó el cabello de Jinho -¿No te dijeron tus papis que es de muy mala educación no responder a los mensajes de tus amigos? -Tú no eres mi amigo, y no es mala educación, simplemente no me apetecía responder. Jinho intentó seguir su camino pero fue retenido por el japonés. -¿Tú eres el pequeñín que Wooseok molesta? Pfff, ¿enserio vienes a esté instituto? Juraría que te he visto en el jardín de infantes. Jinho frunció el ceño y trató de caminar pero de nuevo lo detuvieron. -Por favor déjenme en paz, ¿no tienen algo mejor que hacer?- En el rostro del menor se notaba la molestia y frustración que sentía al estar acorralado por aquellos dos gigantes. -Ya dejémoslo, tenemos cosas mejores que hacer sin duda- Yuto lo soltó pero Wooseok aferró su brazo. -Sostenlo por mi- Yuto obedeció y contuvo a Jinho entre sus brazos- ¿Que piensas hacer? -Tapa su boca, que no pueda hablar o gritar. El pelinegro obedeció una vez más y cubrió su boca, Wooseok se abalanzó sobre él. -Esto es lo que pasa cuando eres un niño malo y no respondes los mensajes- Wooseok atacó el cuello de Jinho, mordiéndolo fuertemente, el menor se retorció entre los brazos del japonés y trató de escapar pero le fue imposible, los dientes de Wooseok lastimaban su piel, el pequeño siempre había escuchado que las mordidas en el cuello eran placenteras pero esa no, para nada, lo estaba lastimando. Wooseok finalmente dejó su cuello en paz, el cuello del pequeño estaba completamente morado, los dientes marcados y la piel irritada, no sería fácil de ocultar. -¿Por qué hiciste esto?- Los sollozos del menor se hicieron presentes. -Porque eres malo. Wooseok palmeó su cabeza y le susurro -La próxima vez.. responde mis mensajes. Jinho sollozó en silencio y ambos chicos se fueron entre risas, el menor, destruido, recargó su cuerpo en la pared mientras las lágrimas inundaban sus ojitos, le dolía mucho el cuello y la marca era muy grande, ¿Cómo le explicaría eso a sus padres? Jinho tiene prohibido tener novia o mantener relaciones con alguien del sexo opuesto, ¿cómo sus padres van a creerle que esas marcas las dejó un chico?, las ideas se le agotaban y Jinho no sabía que hacer, dolor era lo único que sentía, no podía pensar con claridad. Odiaba a Wooseok, lo odiaba, realmente quería golpearlo ahora.
