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Un fresco aroma a campo inundó mis pulmones mientras observaba la imponente puesta del astro rey en aquellas lejanas pero ciertamente, de algún modo, cercanas montañas de Galicia.
Estoy harto de los finales tristes, dramáticos... o incluso amargos y retorcidos. Quiero vivir aquel amor del que todos cuentan maravillas pero nadie parece realmente experimentar.
Una fría gota cayó sobre mi enrojecida nariz. Alcé mi vista sobre mi cabeza, para ver las oscuras nubes que se avecinaban sobre mí. ¿Cuánto crees que debo aguantar? No he tenido contacto con el amor desde hace mucho tiempo. Mis amigos dicen que ya vendrá, que cuando menos me lo espere, mi chica ideal se cruzará con mi camino... pero honestamente no siento que vaya a pasar. No porque sea negativo, no porque tenga otros planes... sino porque creo que no es lo correcto para mí.
Si jamás experimenté un amor genuino, ¿como cojones se supone que voy a saber qué es lo bueno para mí, o si esa maldita "persona perfecta" de la que todos hablan es realmente quien debería ser para mí? Deduzco que entienden mi frustración y mi incertidumbre... quizá de las peores situaciones con las que se puede torturar a un humano.
No he visto a mi mejor amigo en años. Los últimos retazos de aquellos recuerdos que navegan a la deriva sobre mi cerebro, son borrosos y probablemente muy inexactos. Lo extraño, pero no me animo a volver a contactarlo...
— Rich, si pudieras pedir algo en la vida, ¿qué sería?
— Probablemente poder vivir feliz y sin preocupaciones.
El tiempo vuela, realmente pasa muy rápido cuando estos recuerdos se encuentran con tu consciente. Y vaya respuesta para un Rich joven e inmaduro... Ojalá pudiera decirle que logré cumplir con su deseo.
Aquellas gotas eventuales se convirtieron en una llovizna fría y molesta, por lo que tomé mi móvil, me levanté, sacudí la tierra de mis pantalones y caminé sobre el sendero hacia mi casa.
[...]
Media década es mucho tiempo... joder, no puedo dejar de pensar en esto, necesito despejar mi mente.
La nostalgia es un sentimiento agridulce.
Me recosté sobre mi cama y cerré mis ojos a la vez que escuchaba la suave llovizna caer y deslizar sobre el techo de mi habitación.
"Killer... Rubén", no puedo sacarme ese constante bucle de mi cabeza. Quizá debería dejar de lado la cobardía e intentar contactar con él, después de todo no hay mucho que perder.
[...]
— Entonces, ¿cuando quedamos?
— Pues... a mí me queda cómodo cualquier día, tal vez preferiblemente a la tarde, ¿qué dices?
— ¡De maravilla! Pasaré por tí el viernes a las seis —su voz había cambiado desde el último día en que hablé con él, pero seguía teniendo aquella distintiva manera de hablar.
— Ok, ¡nos vemos! —corté la llamada mientras sostenía el móvil con una expresión de incredulidad. Es que ha pasado tanto en tan poco tiempo, tío.
[...]
No he parado de imaginarme este momento durante toda la semana, y a medida que la hora se acerca el temor me hace querer no ir. ¿Qué haré yo si no resulta ser lo mismo que era antes? ¿Qué tal si nuestra antigua conexión ahora no es más que un remanente de aquello que fue?
El timbre sonó y sentí un calor recorrer la sangre de mis venas. Me acerqué a la puerta y, al abrirla, me encontré con Killer parado con una sonrisa de oreja a oreja, y sus brazos extendidos esperando que correspondiera a su abrazo.
Sin dudarlo me envolví en sus brazos dando el que probablemente sea el abrazo con más sentimiento que le he dado a alguien en mi vida.
— Ha pasado tanto tiempo que ni siquiera reconocí el vecindario —dijo mientras sonreía, conmovido por el momento.
— Lo sé, mucho ha cambiado desde aquellos días —le devolví la sonrisa y cerré con llave la puerta de mi casa— Qué dices, ¿vamos?
— ¡Vamos!
Nos montamos en su coche y condujo unos largos minutos hasta donde quedaríamos, mientras comentábamos sobre algunas cosas de nuestra cotidianidad para actualizarnos sobre nuestro presente.
Hablamos por horas, probablemente la gente del local nos habría querido echar si no fuera porque las nubes de tormenta amenazaban con llover sobre nosotros. Me sentí tan bien luego de haberme puesto al tanto con Killer, y de darme cuenta de que por más tiempo que haya transcurrido, aún lo siento como si jamás nos hubiéramos separado. Mi pecho estaba invadido por un sentimiento... tal vez parecido a la embriagadez.— Lamento no haberte avisado, pero traje ropa para pasar la noche... es un viaje bastante largo para volver luego de unas copas —explicó apenado.
— Uhm, vale, no hay problema.
— Entonces... ¿dices que estas un poco... deprimido? —cuestionó dejándose caer sobre el sofá.
— No sabría decirte con exactitud... solo me siento un poco solo y... extraño lo que se siente tener alguien que me quiera —le respondí melancólico.
— Vaya, Rich... —se acercó a mí y pasó su brazo por mi espalda— ¿no has estado con nadie desde aquel verano en Málaga?
— No... es realmente... triste, me siento muy desamparado —tapé mis ojos lagrimosos con mis manos.
— Tío... —se acercó a mi rostro y me miró profundamente a los ojos— si tan solo supieras lo importante que eres para mí.
— Deja de decir idioteces, Killer. Estás borracho.
— ¿Borracho yo? —río sutilmente— Apenas tomé dos cañas, estoy perfectamente consciente, ¿quieres probarme?
— Vale, —le dije sonriendo, me levanté del asiento— si puedes dar 10 vueltas sobre tí mismo sin marearte, te creo.
Killer se puso de pie y comenzó a girar muy rápido. Conté las 10 vueltas y cuando frenó, para mi sorpresa estaba muy cuerdo.
— ¿Me crees ahora? —me miró a los ojos y me hizo sentarme— Yo soy un tío responsable y consciente —me apresó con sus brazos.
— Killer... ¿qué haces?
— Haber pasado este día contigo, haber intercambiado tantas palabras contigo y sentir esa misma llama contigo que la que sentía cuando eramos más jóvenes.
Solo puedo pensar en lo mucho que quiero que te calles y me beses por horas.
— ¿Qué quieres decir Killer? Joe', ¡se claro tío!
— Es que... —río con nervios, con una sonrisa muy tierna— tengo miedo de que no correspondas lo que siento por tí... —ocultó su cabeza entre sus brazos. En lugar de responder simplemente lo abracé y dejé que esas pequeñas y traviesas lágrimas expresaran mi emoción y mi alivio de saber que... el amor que sentíamos el uno por el otro aún existía y quizá incluso, más fuerte que antes— ¿Crees que pese a tanto tiempo, podríamos volver a ese amor que tanto nos gustaba?
— No, no lo creo. Me gustaría que esta vez no se quede en simplemente un romance, quiero que tengamos ese amor del que todos, del que todo el mundo habla.
—Sus ojos se empaparon y su rostro se enrojeció al instante— Rich... me haces el tío más feliz del mundo, ¡te amo capullo! —me abrazó tan fuerte, con tanto énfasis y amor que solo pude sentir todas las reacciones químicas de mi cuerpo.
— Espero que esta vez podamos tener un final feliz —sonreí, lo miré y le di el beso más sincero que había dado jamás.
Te amo, y siempre te voy a amar. Gracias por demostrarme lo que es ser querido genuinamente.
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Blurred memories - one-shots
Fanfictionone-shots de killerrich :) (no shippeo a nadie en el mundo real, es solo ficción)