IX

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—Cordero—
1884 palabras
esto sucede tiempo atrás uwu

— ¿Quieres salir a cenar juntos esta noche, Killer?

— Hombre, ¡claro que sí!

  Rubén volvió del trabajo a eso de las cinco de la tarde. Yo trabajo desde casa así que lo recibo siempre, y estoy para saludarlo cuando se va. Hemos estado viviendo juntos desde que supimos que estarlo era lo que nos hacía feliz.

  Me dió un pequeño beso y se fue a cambiar. Trabaja con uniforme -el cual verdaderamente le queda de puta madre con ese cuerpo- y lo primero que hacía luego de llegar era cambiarse y ponerse algo cómodo. En esta ocasión fue a por algo más para salir y se sentó a mi lado en el sofá, dónde obviamente me lo comí a besos un buen rato. Tenía su cabeza recostada en mis piernas.

— ¿A dónde te gustaría ir a cenar? —le cuestioné pasando mi mano sobre su cabello.

— Preferiría que fuera una sorpresa —me sonrió.

  Fui a bañarme y me vestí para la ocasión; con cierta formalidad, porque sé que a Killer le gusta como me sienta esa ropa.

  Como vivíamos en el centro de una ciudad en pleno auge económico, pasearse por las calles de noche era como caminar por un festival, ya que había mucha gente comiendo en los restaurantes fuera, en puestos de comida en las calles, gente en las plazas, bares, y daba un toque muy agradable.

— Vale, ¿ya estás listo? —lo miré y ya estaba vestido, con ansias de salir.

— ¡Por supuesto!

  Nunca salíamos a la calle juntos tomados de la mano, a veces los comentarios de la gente o sin ir más lejos, las simples miradas pueden dañar mucho, pero realmente, éramos felices juntos sin importar qué. Sabemos los peligros de exponernos a la sociedad, y si alguien se acerca a nosotros con intenciones de atacarnos por salir juntos, simplemente decimos que somos hermanos.

  Ojalá algún día pueda la gente cambiar, y aceptar que por amar a alguien del mismo género que uno, no supone una ofensa, ni un peligro, ni daño para nada ni nadie...

— Ya que hoy te ves tan guapo, ¡te traje a tu lugar favorito!

— Jo, Rich... es muy caro —contestó apenado pero sonriendo.

— No importa. Pidamos todo lo que más nos guste, ¡que sino me enojo, eh!

— Vale, vale —se le veía contento, justo como lo quería ver. Pagar una suma grande de dinero no me mosquea si recibiré esos gestos preciosos suyos.

  Sólo debíamos pasar por un puente que cruzaba un río, por el cual pasaban varios comerciantes con bolsas grandes, probablemente de pescado. Las vistas eran muy her...

[...]

  Un fuerte dolor en mi cabeza me despertó... Creo. Mi vista tardó en acostumbrarse a un oscuro lugar con una pequeña luz arriba. Parecía el porche de una vieja casa. Me di cuenta de que estaba atado a un grueso caño, mi pecho estaba cruzado por varias vueltas de soga al igual que mis piernas, y tenía mis manos sueltas.

  Estaba solo... y si lo estaba, ¿dónde había quedado Killer? Pronto oí unos pasos que venían desde fuera, y la silueta de una persona se asomó por el portón del porche que estaba abierto totalmente.

— ¡Qué bueno que despertaste! Ya pensaba que no volvieras a hacerlo —era una voz femenina que se acercaba cada vez más.

— ¿Hola? Por favor, yo no le he hecho nada a nadie... Desátame, déjame ir y no le diré nada a nadie —imploré llorando del miedo.

Blurred memories - one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora