Blurred memories - one-shots

XII

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1642 palabras
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— Entonces, ¿te parece bien ir a cenar a Ly Quill?

— ¡Sip! ¿Quieres que pase por tí?

— Nah, adelántate tú. Quizá me retrase una media hora porque vendrá mi hermano y de paso el me dejará cerca.

— ¡Vale! Nos vemos, Killer.

— ¡Chau!

  Corté y sonreí.

  Continué con el video que estaba editanto mientras bebía un sorbo del té que ya estaba tibio. Me faltaban cojones para invitarlo a cenar pero, lo logré. Le debía algo, él siempre invitaba.

  Al renderizar el vídeo, me levanté de la cama y comencé a revolver mi closet analizando qué ponerme. Siempre me ha gustado vestir bien, y esta noche quería estar particularmente guapo, pero tampoco vestir de etiqueta.

  Puse el vídeo a YouTube y mientras esperaba que se subiese, me probé una camisa blanca con un pantalón de jean negro pero no me convencía. Ví entre la ropa un chaleco de vestir blanco, pero con los años que lleva allí pensé que no me entraba ni de coña. Me lo probé con una camisa negra y a pesar de que no me convencía del todo tanto oscuro, me gustó cómo me veía.

  Alguien llamó a la puerta.

— ¡Buenas, tío! Oye, ¿qué haces vestido tan de gala?

— Primero pasa y luego te lo explico —bromeé.

—Se sentó en la mesa del salón— ¿Acaso tienes una fiesta?

— No, una cena.

— ¿Con quién? Perdona, ¡pero es que me causa curiosidad lo que hace mi hermano!

— Es una cena, con un amigo —quería evadir el nombre, porque me bombardearía con preguntas incómodas.

— ¡No seas tan misterioso, joder! Venga, guardaré tu secreto. Te lo juro —se le veía con intriga.

— Con Rich —aclaré rápidamente volteándome por la pena.

—Hubo silencio unos segundos— ¿Con Rich? Madre mía, sé que te gusta vestir bien, pero joder.

— Es que... Quería aprovechar esto, no lo he usado más que para cuando te recibiste. Ya verás cuánto tiempo hace de eso.

— ¡Que no estoy tan viejo, cabrón! —rió— ¡Ey! Que sé cuando mientes, pero debe ser algo más íntimo de vosotros dos. En fin, ¿tienes lo que venía a buscar?

— ¡Sí! —exclamé aliviado por dejar el tema— Ahora te lo traigo, dame un segundo.

  Al llevarle lo suyo, lo ví algo apenado sosteniendo mi móvil mirándome.

— Alguien te está mandando muchos mensajes —su cara mostraba impresión.

— ¡Joder! ¿Lo has visto? —era Kau que estaba spameando una foto que me tomaron junto a Rich en una fiesta. Vandal y Rubik también estaban allí involucrados.

— ¡Lo... lo siento! No fue mi intención, solo... te empezaron a llegar mensajes y mi reacción fue... fue ver qué pasaba —se veía culpable.

— Ya, ya... lo sé... ¡Maldito Kau! —silencié el móvil y lo arrojé al sofá— Supongo que te debo una explicación ahora.

— Ya sabes, conmigo puedes contar.

—Tomé aire y comencé a relatar— Pues Rich y yo hemos tenido química últimamente. Mira, no sé ni cómo pasó, pero estábamos en la fiesta y salimos al patio. Era de noche y hacía frío, era casi finales de noviembre. Yo hasta hace poco había tenido un amor y fui rechazado, bastante desagradablemente. Le comencé a contar a Rich, y de la nada me puse muy suave... sentimental. Me prestó total atención y mientras lo contaba, me quebraba y él pasó su mano por mis hombros dejando que me apoyase en él.