Fénix || ¿Estas Preparado Para Arder?

Capítulo 15: San Dàire

Faith casi quiso seguir discutiendo con el chico (Roux, según se había presentado). Su manera de comportarse le hacía sentir demasiado desconfiada. Había llegado de la nada, actuando como si los conociera de toda la vida, eso ya era mucho que procesar. Y encima, cuando esperaba que tal vez un amigo de ellos llegara, los había sacado. Roux, volviendo al tema principal, era quien estaba al volante, con una postura relajada mientras manejaba, con su mano derecha posada en el volante, le hizo preguntarse varias veces si ese chico sabía donde debía llevarles. Cuando le había aventado el libro a Hope, no paró a pensar en cómo podrían contactarse, pues los aparatos estaban resguardados en el Jeep, y no creía que, de haberse dado el caso de tener que llamarlos, se hubiese atrevido a marcarles. De cualquier manera ya no importaba, en gran parte, pues quería confiar que eventualmente se encontrarían con los chicos. Eso sí, si este tipo sabía a donde llevarnos, pensó Faith.

Por mucho que de verdad estaba tratando de pensar en otra cosa, no podía parar de dudar acerca de la fiabilidad del moreno. Es decir...Llegaba de la nada, los sacaba de un apuro, y encima los llevaba con sus cercanos. Era muy bueno, y ya Faith había visto lo suficiente del mundo que un milagro así, tenía algo escondido detrás.

- Me comuniqué con ellos antes de llegar con ustedes, así que imagino que saben que están bien ambos - El rey de Roma comentó casualmente, sin apartar la vista de la carretera. Se había negado a que nadie más se sentara al volante, y los había exiliado tanto a Hansel como a ella a los asientos de atrás. Por el tenue olor a nicotina, Roux fumaba, y si era dentro o fuera de ese auto, no le importaba. - Se alegrarán cuando los vean -Agregó para nadie en particular.

-¿Puedes repetir...? - Hans abrió las manos, dejando la frase al aire con la petición clara. Faith, se sintió en igual parte preocupada y aliviada de no ser la única que desconfiaba de aquel chico.

- No te culpo, hasta a mi me gusta oírme hablar. Puedo narrar un partido de fútbol, una clase de historia, o una ronda de ajedrez incluso, y les aseguro, será la cosa más hermosa e interesante que puedan oír -Afirmó aquel de cabellos largos. Desde el lado derecho del auto, Faith consideró tirarse por la puerta aún con el vehículo en movimiento, si Roux seguía echándose aires. - Pero específicamente ¿Que es lo que quieres que te diga, polluelo?

Faith deseó ponerle la forma de su puño en su boca, para saber si seguiría de gustar hablando con un par de dientes bailando.
- Jamás volveré a quejarme de que Gretel me llame hermanito -Escuchó a Hansel rezongar. - No lo sé, puedes ir empezando por quien demonios eres y como sabes quiénes somos nosotros.

Bufando, Roux torció el gesto, como aburrido-. Que antipático eres. Ya les dije, me envió Michelangelo. Se enteró que se los habían llevado cuando esa preciosa morena le llamó para comunicarle que ya tenían el diario que les había pedido. Notó que ustedes dos faltaban, y me mando a mi a limpiar su desastre. O como diría una mala lengua, a "ayudarles". ¿Es eso lo que quieren saber? Puedo darles mi fecha de nacimiento, también. Me gustaría tener regalos de cumpleaños.

Barajó sus palabras, decidiendo que de tantas cosas abarcar primero. La voz de Roux era como el sonido de la lluvia cayendo, no había silencios intermedios en la manera en que hablaba, sino hasta que había parado.

-¿Como pudiste haber llegado tan rápido? -Cuestionó a su lado el chico de ojos grises, mientras ella no salía de su ensimismamiento. - Nos tomó día y medio de carretera poder llegar hasta Mugrant desde Caelesty. A menos que seas una versión barata de Flash, dudo que puedas moverte tan rápido.

- La verdad, de pequeño ganaba todas las carreras -Contradijo su interlocutor distraídamente - Siempre llegaba al primero. Pero eso no es el caso. Estaba cerca, polluelo. En la provincia vecina había un partido de mi equipo de béisbol favorito, no podía perdermelo. Estaba en el tercer inning cuando recibí su llamada, pero preferí esperar a que terminara para ir por ustedes. Total, no iban a moverse de ahí ¿Verdad?