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La vi ahí, entrando del brazo de su padre, tan hermosa como la primera vez que la conocí, con ese vestido blanco y largo.

Estaba realmente embobado con esa imagen, era lo mejor de la vida verla llegar así con esa sonrisa tan típica que la caracteriza.

Y lo que más me llamó la atención fue su vientre, que ya se notaba bastante, pensar que ahí dentro esta creciendo mi pequeño bebé es lo mas lindo del mundo.

Mi mamá tenía razón, todos mis pensamientos y nerviosos se fueron pa'l carajo.

Al llegar justo enfrente de mi, sonrió pasando su mano quitando mis pequeñas lágrimas.

Una vez los dos ahí juntos y el público guardo silencio, se dio por iniciada la ceremonia.

El sacerdote empezó a leer el evangelio y explicando su contenido en la homilía.

¿Estaba prestando atención? No, no podía concentrarme teniendo a mi futura esposa al lado.

- ¿Qué pasa?.- preguntó en un susurró.

- Nada, estas hermosa.- susurre también.

- Tú no te quedas atrás.- sonreímos.

Y volvimos a prestar atención al padre, bueno algo así.

- Promete ¿Serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarla y respetarla todo los días de su vida?.- preguntó el sacerdote.

- Si, quiero.- respondí mirándola.

- Promete ¿Serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarlo y respetarlo todo los días de su vida?.- volvió a preguntar.

Es aquí cuando entra todo el miedo que tenia guardado, sentía que me rechazaría y se daría cuenta.

- Si, quiero.- sonrió apretando mi mano, como leyendo mi mente.

- Ahora ambos dirán sus votos.- dijo el sacerdote mirándonos.

Las cámaras se encargaban de documentar todo, pasan de un lado a otro tratando de grabar absolutamente todo, como lo habíamos indicado.

- Yo Julio Manuel, te quiero a ti como legítima esposa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.- dije sonriendo lo más feliz.

- Yo Joselyn García, te quiero a ti como legítimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.-respondió igual que yo.

En ese momento entró Zoe, con una cajita donde estaba los anillos, era lo más lindo verla aquí sabiendo lo importante que era para nosotros.

Al verla ahí, soltamos unas pequeñas risas, se veía tan tierna.

El primero en agarrar el anillo fui yo.

- Recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti.- pronuncie agarrando su mano izquierda y colocando el anillo.

Sonrió para la que agarrara el anillo fuera ella repitiendo lo mismo.

- Recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti.- colocó el anillo en la misma mano.

Nos miramos mutuamente sonriendo, sabía que estábamos pensando lo mismo.

El sacerdote agarro de una bandeja las arras, las coloca en nuestras manos entrelazadas que al entregarnos repetimos:

- Recibe estás arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.- pronunciamos mutuamente.

Llegamos al momento de la bendición al matrimonio que acaba de oficiarse por parte del sacerdote.

- Puede besar a la novia.- dijo el sacerdote una vez acabado nuestro discurso.

La mire, y poco a poco me fui acercando colocando una mano en su cintura y otra en su mejilla.

Dando un beso cargado de amor y felicidad de este momento, escuchando de fondo todos los aplausos y silbidos de nuestro amigos.

Que esto estaba siendo grabado también.

Cuando nos separamos nos miramos fijamente a los ojos mutuamente.

- Te amo.- escuche.

- Te amo.- sonreímos.

Nos dimos la vuelta con nuestras manos entrelazadas, caminando a la salida de la iglesia, felizmente casados.

Ahora se venía lo mejor de todo, que era lo que seguía de la ceremonia.

Ya estando afuera  todos nuestros amigos y familiares se acercaron a felicitarnos y darnos mucha más felicidad.

- Te lo dije brodel.- respondió Rauw.

- Y tenías bastante razón.- recordé abrazandolo.

- Hermanito, ahora serás aún más de la familia, no podre soportarlo.- reímos.

- Así es la vida, tendremos que soportarnos mutuamente.- respondí también abrazandolo.

Una vez a saludado a todos me dirigí a donde se encontraba mi esposa.

- Mi amor.- dije abrazando su cintura.

- Aquí estas.- se dio vuelta quedando de frente.

- Te amo demasiado, de verdad lo hago.- dije sonriendo.

- Te amo mucho más amor.- abrazo mi cuello.

Ahora si ¿Quién podría quitarnos esta felicidad? Nadie.

♡♡♡♡♡
Se casaron yaaaa
Toy feli' :)

Nuestro Amor | Lenny Tavárez [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora