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- ¿Qué vas a hacer? Tranquila.- intentó agarrarme.

- Suelta Julio.- me quité.

- Piensa lo que vas a decir por favor.- pidió.

- ¿El nene tiene miedo de que le diga las verdades a su muñequita verdad?, ya esta Julio, estoy harta de esta misma situación siempre y es hora de ponerla en su lugar.- me dirigí a la puerta enojada.

- Pero amor.- me siguió.

Antes de que volviera a abrir la boca, abrí la puerta que minutos antes estaba sonando encontrándome con la persona que justamente quería ver.

- Hola mami.- estiró su mano con una sonrisa bastante falsa.

- Conmigo no te vas a salir con la tuya.- sonreí.

- Ay ¿Pero que pasa?.- preguntó.- Julio ¿Qué le hiciste a la nena?.- se dirigió a donde él.

- ¿A donde tú vas?.- agarre su brazo fuertemente regresandola para fuera de la casa.

- Calma' mami, no te hice nada.- respondió mirando su brazo.- ¿Por qué me miras así?.- preguntó haciéndose la víctima.

- ¿Qué haces aquí?.-pregunté.

- Tú marido me invito un ratito, y pensé que sería de mala educación rechazarla.- dijo de nuevo.

- Bien, pues ahora te vas de aquí lo más rápido posible.- iba a cerrar la puerta pero la detuvo ella.

- Ay no seas mala, déjame quedarme un ratito pequeño.- intentó entrar.

- Largate antes de haga algo que no quiera.- advertí.

- ¿Pero que harías tú?.- río.-Si no sabes hacer nada más que traer problemas para tú marido.

Tengo paciencia, tengo paciencia.

- Vete de mi casa, por favor.- pedí cerrando los ojos notablemente enojada.

- ¿No te gustaría que te dijera las cosas en la cara de una vez?.- preguntó.- Tienes que abrir los ojos.

- No quiero saber absolutamente nada, ahora fuera.- dije nuevamente.

Estaba luchando conmigo misma de no arrancarle las extensiones.

- Empezaremos rápido.- siguió.- Puedes ser la oficial pero me prefiere a mi, en todo lo que hace me busca mami, me sacó un apartamento pa chingarme en él, todo su dinero lo gasta en mi.-decía con total seguridad.

- Bien, puedes irte.- la interrumpí.

- ¿Te duele que te diga las cosas?.- río.- Sólo trato de ayudarte y salir de ahí lo antes posible.

- No te pedí ayuda y no la necesito, quiero que te retires de mi casa lo antes posible y dejes de abrir tú boca.- dije.

- Yo quiero tanta cosas, empezando a tú marido, necesito tenerlo arriba mío nuevamente, que llegue de madrugada y que yo si lo complazca.- suspiré.- Hay tantas cosas que hacía conmigo que supongo no te hacia a ti.- sonrió.

- No porque seas la otra, te hace más cosas o te chinga mejor, a veces lo hombres consiguen algo más fácil de lo que tienen y tú eres una prueba  de eso.- empecé.- Cuando logres algo en esa vida,hablamos reina.- dije.

- Te voy a decir solamente una cosa.- se acercó.- Te lo quitaré un día y estará a mi lado, ya no será tuyo.- terminó.

- Y cuándo eso pase te lo doy, que se vaya contigo de una vez, no lo quiero más aquí, ¿Por qué?, porque teniendo oro se fue por plata, no me permitiría que me cambiaran por algo como tú, no tienes ni el quince por ciento de lo soy yo, bájate de esa nube y deja de pensar que eres mejor que yo y que alguien más, te hace falta pensar más las cosas.- dije.- Deja de meterte en relaciones que no son tuyas, con personas con pareja y aún peor, comprometidas, ya esta.- sonreí ahora yo.

- No ocupó que me digas que hacer, si yo quiero te lo quito ahora mismo y listo, no ocupó más que eso para destruirte.

- No me das miedo Natali, absolutamente nada.- le recordé.

- Mira.- se acercó donde estaba Julio, justo detrás de mí y lo beso.

Descaradamente en frente mío, agarró su cara en sus manos y lo beso así sin más, esto no se quedaría así.

Me di la vuelta lo más rápido posible que pude, agarré su cabello, o bueno extensiones y lo jale lo más que pude, haciendo que ella se despegue de Lenny bruscamente.

La tumbé al suelo fuertemente, y ahí la arrastre lo más fuerte que mi cuerpo pudo, sacando toda mi furia contra ella.

- Esto Natali, es pa que aprendas a no meterte con lo mio.- di un puñetazo en su cara exactamente.

- Esto es pa que aprendas a respetar a todos.- di una patada cerca de su pierna, tampoco la quería matar.

Y seguí arrastrándola en el su lo por par de minutos, hasta que Lenny reaccionó e intento separarme de ella.

- Ya está, listo.- dijo separandome y agarrando mis manos.

Natali se levantó rápidamente agarrando su cabello y cara, me dio una ultima mirada para después salir por la puerta e irse.

Estaba realmente enojada, aunque me descargue un poco en ella, pero aun así no quería mirar ni a Julio.

Así que fui directamente a mi habitación separandome bruscamente de Lenny y subiendo las escaleras rápidamente.

Pero sin embargo, Julio no tardó en aparecer por la puerta y acercarse a donde yo estaba con mi cara en mis manos y llorando de lo enojada y estresada que estaba.

Fin.
Dea embuste, todavía sigue :)

Nuestro Amor | Lenny Tavárez [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora