Royalty and Killer | TW [2]

027. Eres parte de la manada

Beth

Solo tengo que aguantar estos minutos de constante agonía y podré ser libre. El reloj avanza más lento de lo que alguna vez pensé que lo haría. El profesor de economía también está viendo con desesperación el reloj en la pared. A todos nos urge salir de este lugar y comenzar a disfrutar de las vacaciones.

Me giro para ver a Stiles que no para de mover una pierna y morder un lápiz, siento toda su ansiedad. Lo miro mal y el lo hace también, me está contagiando toda esa ansiedad y desesperación así que me giro de nuevo para ver el reloj, sólo unos segundos más.

Cuando el timbre que anuncia la salida resuena por toda la escuela todos salimos disparados del salón, sólo escucho al profesor decir que espera que nos vaya bien y nos ve cuando regresemos de vacaciones. Salgo corriendo al estacionamiento donde Isaac me espera, él termino sus clases hace un par de días y yo tuve que reponer algunas asistencias con Stiles.

En cuanto lo veo recargado en mi jeep avanzó más rápido, es entonces que me ve y una gran sonrisa se extiende en su rostro, me lanzó sobre él, enredando mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello. Nos damos un corto beso que está lleno de felicidad.

— ¿Cómo te fue, Beth? — me pregunta, sin dejar de sostenerme.

— Fantástico, pase todas las materia. Ahora si podemos irnos de vacaciones.

Sus hermosos ojos azules resplandecen más con el sol y yo estoy enamorada de eso. Estoy malditamente enamorada de él.

— Te estás tomando esto del año sabático muy en serio, cariño.

Isaac y los demás presentaron el examen para la Universidad, cómo era de esperarse todos lo pasaron, incluido Isaac que presento para la Universidad de Medicina. ¡Medicina! Sigo tan emocionada por eso, que Isaac cumpla sus metas me hace muy feliz. Sin embargo, después de todo lo que ha ocurrido en mi vida en estos últimos meses, yo decidí tomarme un año sabático y alejarme un poco del estrés académico.

— Sólo tenemos un mes antes de que entres a la Universidad, Lahey. Así que hay que disfrutar cada minuto.

El sonríe y asiente antes de besarme. Nunca me cansaré de estos bellos momentos que le robamos a la vida. No pasó por mi cabeza que terminaría completamente loca por el chico que ayude en el bosque, el hombre lobo herido que lleve a una veterinaria.

(...)

El destino será Roma. No fue difícil decidirlo, resulta que Isaac también quería ir desde hace tiempo. Así que no dudamos en comprar los boletos de avión para la fecha más cercana que es dentro de un par de días.

— ¿Has visto mi otro arete?

— ¡En la segunda repisa del baño! — me grita desde nuestra habitación.

Tenemos el viaje y las maletas listas. Pero ahora nos estamos arreglando para ir a una cena con la manada de Scott y los Hale. Lydia y yo lo propusimos como una reunión antes de que todos tomen sus caminos, siendo conscientes de que tomará tiempo para que todos nos podamos reunir otra vez, porque cada quién tendrá que mudarse y tendrán otras responsabilidades.