Royalty and Killer | TW [2]

009. Me encanta ser el asesino del pueblo

"El número que usted marcó se encuentra fuera del área de servicio"

Ha llamado más de diez veces a Theo, pero la contestadora le manda el mismo mensaje. ¿Dónde demonios se ha metido? No tiene más remedio que llamarle a Derek antes de que algún curioso pase por ahí y vea el cuerpo desangrado de Alan, el lobo que la atacó, no está muy segura de que ese sea su nombre, pero es el que recuerda.

Busco el número que Derek le había dado hace unas horas y lo marco.

— ¿Hola, Lizzie?

— ¿Puedes venir? Tengo un asunto...

— ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

— Me atacó... y lo mate. Yo...

— ¿Dónde estás?

— No estoy segura, pero te envió la ubicación.

La pelinegra colgó la llamada y le envió la ubicación a Derek por mensaje, se sentó en el suelo recargándose en su Jeep. Se dio cuenta de que sus manos, celular y algunas partes de su ropa se encuentran manchadas de sangre.

Cuando asesinó a Jacob no sintió remordimiento alguno, ni siquiera sintió compasión. Pero ahora, asesinando a ese tipo que la atacó las cosas parecen bastante diferentes, verlo en el suelo con el charco de sangre a su alrededor hace que se le revuelva el estómago. ¿Tendría familia? La lealtad a un alfa muerto lo llevo a la muerte, una que ella provocó.

La hace sentirse culpable por arrebatarle la vida, quizá pudo haber hecho otra cosa para detenerlo, pero se dejo cegar por la ira. ¿Realmente era diferente a él?

Escuchó el sonido de una motocicleta acercándose, pero ni siquiera hizo el intento de levantarse de donde estaba. El motor se apagó y los pasos acercándose se escuchan más fuerte.

— ¿Beth? — a pesar de ser de noche, le pareció que los ojos azules de Isaac brillaban más que la propia Luna. Miró al chico a los ojos y observó el desconcierto en su rostro — ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

Isaac le tendió una mano para ayudarla a ponerse de pie, la pelinegra lo acepto, el chico pudo notar como la pelinegra tiembla, puede escuchar su corazón latiendo a mil por hora, aunque por fuera la ojiverde parezca mantenerse en calma.

— Era parte de la manada de Jacob. Me atacó... para matarme — la voz de la chica salió casi en un hilo, como si temiera decirlo.

Isaac entonces observo el cuerpo que yace en el suelo, tiene la garganta desgarrada y un charco de líquido rojo lo rodea. Un escalofrío le recorrió la espalda al caer en cuenta que la pequeña chica a su lado lo había hecho.