Capitulo 4

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Capitulo Cuatro: Relaciones.


-Vamos a salir.

Fueron las primeras palabras que escuche al entrar a la casa después de llegar. Chao a mi plan de ignorancia.

Dan me mira como si fuera lo más normal del mundo. Bastardo. No tiene ni la más mínima idea de lo que siento en este preciso momento, un zoológico se posa en mi barriga, porque no pueden ser las típicas mariposas, no, tiene que ser el zoológico completo. Estúpida sensación.

Intentando olvidar mis sentimientos me volteo hacia esos ojos grises azulados que me vuelven loca. Me levanto de la cama, me acerco a él, le observo lentamente buscando un indicio de arrepentimiento, sin encontrar ninguno niego convencida. Tengo que olvidarlo, voy a olvidarlo. Y para eso necesito mantener el más mínimo contacto con él. Además, sigo enojada por no defenderme.

-No puedo. –dije después de voltear la cara, no quería ver su rostro transformado en una mueca.

-Claro que si, mueve ese plano trasero y vamos.

Le mire molesta.

-Planos tus… -me calle antes de sacar un insulto obsceno, carraspeo- ya te dije que no puedo ir.

-¿Por qué?

¿El idiota no sabe que es un NO y ya?

-Porque no.

Frunció el seño.

-Vamos –alargo la “a”.

-No –digo no muy convencida, el idiota no me lo está poniendo fácil.

-Sí.

-Que no Daniel –suspiro exasperada. Él hace un puchero. Oh no, maldita sea eso no. Dan sabe que no me puedo resistir a sus pucheros. Labios carnosos levemente tirados hacia al frente, ojos del gato con botas y nariz fruncida. Mi debilidad.

-¿A dónde?

 Él sonrió con satisfacción.

-Hermana solo saldremos, haremos lo que sea. Hace mucho que no me junto con mi adorable niñita –me pellizca los cachetes.

-Saca idiota –digo golpeando sus manos, ignoro el escalofrió que corre por mi cuerpo.

-Te quiero abajo en cinco.

Y con eso salió de la habitación, llevándose esa maldita aura masculina que lo rodea. Puto.

Después de cambiarme de ropa en tiempo record, aunque deje un montón de ropa regada por toda la habitación, bajo un poco nerviosa. Un pantalón negro, camisa aqua pegada al cuerpo manga corta y mis converse son el atuendo para hoy. Ya en el ultimo escalón suena el teléfono en mi bolsillo, extrañada lo reviso. Erick, sonrío inconscientemente y contesto.

Amor mío, ¿y eso tu llamando?

Mi corazón lila, necesito un favorcito tuyo.

Sabía que no era solo para saludar. Suspiro, me encamino hacia la sala, al llegar me siento en el enorme sofá. No hay Dan’s a la vista.

¿Que necesita Mi Erpiss favorito?

Le escucho gruñir. Rio silenciosamente.

Joder no me llames así, que pena –estoy 100% segura que se sonrojo- bueno da igual, necesito que vengas a la casa ahora.

¿Y eso?

Es sobre Ethan.

El nombre de su hermano me revuelve el estomago.

Amor IlegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora