VI

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Sakura no era consciente de lo que había causado en el chico con aquella simple frase, Tendō se echó hacia atrás, recostando su espalda en la ventana. ¿Qué estaba haciendo con su vida? Soltó una risita suave y continuó comiendo su desayuno.

El resto de la clase de inglés se pasó bastante rápido, la profesora asignó un par de tareas para las siguientes semanas, así como las rúbricas para sus evaluaciones. Tendría exámenes de inglés oral, y maldita fuere, Sakura detestaba hablar inglés. Aunque para ser honestos, no se le daba nada mal, pero la avergonzaba muchísimo que su acento se atravesara en sus palabras de vez en cuando.

Suspiró y miró por la ventana, las nubes grises aún continuaban en el cielo.

[...]

Salió de su última clase a eso de las 6:30 de la tarde, sus piernas dolían, y su trasero también, había estado demasiado tiempo sentada en ese auditorio. Agotada, se detuvo en una de las máquinas expendedoras de los pasillos para comprarse algo de comer antes de volver a casa.

Sacó la cartera de su bolso y tomó un poco de cambio, poco a poco fue introduciendo las monedas en la máquina hasta que tuvo las suficientes monedas para poder cambiarlas por una bebida de frutas, necesitaba algo de azúcar en su cuerpo si quería caminar a casa y no desmayarse en el proceso. Aprovechó y también pasó por la cafetería para comprar uno de aquellos buñuelos a los que la había invitado Ushijima-san durante la mañana, estaban deliciosos y su estómago pedía a gritos uno de ellos.

Con la bolsita del buñuelo en la mano y su bebida en la otra, llegó a la intersección que la conduciría hacia el gimnasio del equipo de voleibol. A su derecha estaba la dirección a la salida. Mordió su labio con algo de duda, quería ver a Lev y al equipo jugar, estar en ese gimnasio rodeada del sonido de los tenis y los balones en el reluciente piso de madera la lanzaba años atrás... y a ella le gustaba.

–¿Debo recordarte que eres bienvenida o lo recuerdas tú sola? –una voz masculina la sacó de su ensoñación.

Sakura giró sobre sus talones inmediatamente, sorprendida de ver a Kuroo Tetsurou tras ella. Vestía unos pantalones de chándal grises y traía puesta la chaqueta del equipo sobre una camiseta de color negro. Bajo aquellos felinos ojos amarillos se sentía observada, demasiado. Kuroo levantó una ceja y se inclinó un poco hacia abajo.

–¿Sakura-san? –dijo cerca de su cara, Sakura parpadeó.

–Lo siento, me asustaste –ella apartó la cara, ocultando el ligero rubor de sus mejillas.

–No era mi intención –dijo Kuroo con sinceridad–. Pero te noté algo pensativa –señaló el gimnasio con la barbilla.

–Lo estaba –respondió Sakura, mirando en la dirección que Kuroo señalaba.

–¿Interrumpí tus pensamientos? –Kuroo parecía divertido con la conversación que estaban teniendo. Sakura se veía adorable embutida en esa gran gabardina que la protegía de la noche tan fría.

–Un poco –volteó la vista hacia él luego de unos segundos–. Kuroo-san...

–¿Sí? –él la animó a continuar, tenía curiosidad por lo que ella quería decirle.

–Dile a Lev que hoy no podré acompañarlo a casa, me iré temprano –soltó Sakura de repente. Kuroo levantó las cejas en sorpresa, algo se movió dentro suyo, le habría gustado que los acompañara durante el entrenamiento.

–De acuerdo, Sakura-san. ¿Quieres que te acompañe a la salida? –se ofreció mientras acomodaba el bolso de deportes que colgaba de su hombro.

–No es necesario, pero gracias por la oferta –Sakura lo miró y sonrió, pero su sonrisa nunca alcanzó sus ojos. Kuroo arrugó las cejas mientras la observaba con atención.

Blinding Eyes (Kuroo Tetsurou x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora