13. El primer reto

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Ese mismo día, unas horas antes...

Blaze's POV

—¡Hey, mi vida! No llegaste a la cena. ¿Todo bien?

—Sí Silv, seguimos estudiando desde la tarde, no nos hemos levantando de la mesa para nada. ¿Qué tal estuvo?

—Bien, me hiciste falta. No vendrás hoy, ¿no?

—No príncipe, me voy a quedar en la biblioteca con mis amigos estudiando.

—¿En la biblioteca? Por qué no se vienen aquí, hay espacio para todos, así hasta puedo estudiar yo.

—No te preocupes amor, estamos bien aquí.

—Puedo ir a alcanzarte cuando acabes, no importa la hora, mi vida. Sólo márcame y yo puedo ir por ti...

—Silver, no. Vamos a estudiar aquí, ¿okay? Te veo mañana, seguro llego a casa a dormir toda la tarde—. Demasiada insistencia, pero aún más mentiras.

—Vale. Perdona, ya no te molesto más, preciosa. Nos vemos mañana entonces, ¡te amo!

—Sí amor. Yo también, adiós— colgué.

Una mentira más al libro de "mentiras de Blaze". No iba a soportar por tanto tiempo, seguro un día iba a explotar y todo se iría al diablo, y Silver junto con tantas mentiras e inventos míos para zafarme de mis mismas mentiras, caos.

No, no estaba estudiando, y menos con mis amigos; estaba en un evento "importante" por parte de la fraternidad que llevaba Sonic a la cabeza. Desde la mañana recibí una formal invitación para unirme a la hermandad Sigma por parte de Rouge Jewel Anderson, familiar directa de los Dash Anderson: Sonic y Scourge. Estaba escrito que debía de permanecer en secreto mi aceptación, ya que por motivos de privacidad, nadie que estuviera fuera de esa hermandad debía enterarse. Agregó de igual manera un código de vestuario y la hora puntual a la que debía llegar a la cita, sin olvidar también ese mensaje de Sonic que decía: "felicidades Blazy, eres Sigma. Te espero 9:30 en mi cama y a las 12:00 en mi fraternidad. Trataré de no durar mucho".

Por razones de logística y una amable sugerencia de la murciélago, llegué a las 8 a dicho lugar.

—Estoy harta de tantas mentiras.

—Blaze, déjalo, ¿no te das cuenta cómo te quita el aire?— comentó el erizo azul, buscando en su closet una corbata a juego con mi atuendo, mientras su prima me ayudaba con el maquillaje.

—¿Y tú qué me aportas? Nada. ¿Y qué me quitas? El aire también.

—Y las ganas— me interrumpió. Logré ver por el rabillo del ojo que estaba sonriendo con malicia, de igual manera viéndome. Qué imbécil, pero ahí tenía un punto.

—Sólo espero que con tus jueguitos de "separar a la universidad completa en rojos y azules", no le vayas a hacer la vida imposible a Silver. Más de lo que ya se la haces.

—Blaze, por obvias razones yo no iba a traer a MJ a los caballeros. ¿Crees que me vería éticamente correcto invitando a mi rival romántico y comiéndome a su novia en sus narices?—. Se acercó al tocador con dos corbatas, comparando una y otra con mi vestido.— Preciosa, eso rompe el bro code. Y como líder del consejo me vería pésimo haciendo eso. Aparte, ni siquiera es apto para ser un Sigma.

The FratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora