9. ¡Que comience la fiesta! (2)

46 4 0
                                    

Silver's POV

Toda atención se centró en mí. Sentía cada miradas que había en ese lugar encima después de que el idiota azul gritó su maldito "Duelo de shots". La gente empezaba a gritar haciendo "bola" alrededor nuestro, jalando a Amy y a Blaze entre la multitud. El azul y el verde me veían con cara maliciosa mientras un equidna rojo llevaba una mesa redonda al centro y un cocodrilo cargaba con una botella de tequila y unos 16 vasos tequileros. Juré que este seria mi fin.

Volteé a ver a mi hermana con miedo; ella entendió mi mirada y desapareció de ahí. Para cuando volví a verla estaba hablando con el zorrito de 2 colas que estaba al inicio con nosotros, Tails, si no mal recuerdo. Trataba de leer sus labios mientras conversaban, ya que entre tanto vitorieo, no se escuchaba ni pa. Ambos voltearon a verme con cara de preocupación, supuse que no había nada que él pudiera hacer para evitar esto. ¡Soy estúpido! ¡Por un shot nada me hubiera pasado! ¡Y ahora tengo que tomarme 700!

—Y esto es lo que pasa, gente y genta, cuando uno no bebe en las fiestas de MI fraternidad— habló Sonic por el micrófono. —Tenemos a nuestro primer retador de la noche: ¡MJ-Head! ¡Un aplauso a este buen chico!—. Y vamos con su estúpido apodo... Todos lo gritaban a todo pulmón, hasta que él empezó a darle unos golpecitos al micrófono. — Y este buen chico se enfrentará al más bestia con el tequila de esta hermandad... ¡Traigan a mi Blackie!—.

Más vitoreos se hicieron presentes en ese lugar cuando entró un erizo negro de vetas rojas, idéntico al que nos había recibido al llegar a la fiesta. Tomó la botella de la mesa con una mano y caminó hacia mí. Lo tenía de frente, su semblante era serio y su mirada penetrante. Esbozó media sonrisa, maliciosa. ¿En qué me acabo de meter? Con su mano desocupada tomó mi hombro.

—Que gane el mejor— dijo, su aliento ya olía a alcohol, mierda. Se acercó a mi oreja. —Y recuerda que el mejor soy yo— susurró. Tomó mi mejilla y me dio 2 palmadas un tanto fuertes. —Suerte, novato. Espero no hacerte llorar—.

Caminó hacia el lado opuesto de la mesa y dejó la botella sobre esta, acostada. La giró, pero por su mismo peso apenas dio vueltas. Al terminar su movimiento, la boquilla terminó señalándome. El erizo verde de la ridícula bata tomó la botella y la abrió.

—Las reglas son fáciles: el primero que vomite, pierde. Tú MJ, por ser novato, la botella te ha elegido, así que tienes de 2: o te tomas 5 segundos, o le regalas 5 segundos a Shad, ¡pero ojo! Si tú le regalas esos 5 segundos, pierdes una oportunidad de relevo con alguien de tus amigos, algo que nosotros no haremos porque sí somos hombres de verdad—.

Ah mierda, mi falta de amigos... Busqué a Amy y a Blaze con la mirada, pero nada. Tenía que ser hombrecito y morir alcoholizado.

—Ah, vamos. Dale los 5 segundos y terminemos con esto— dije, de nuevo todo mundo empezó a gritar y a vitorear.

—Bien ahí, MJ—. Tomó la botella y se la empinó. Esos 5 segundos me parecieron eternos, pero él se los pasó como agua; no hubo ninguna mueca o gesto de su parte, sólo una sonrisa de victoria. Comenzó a llenar mis tequileros a tope, luego los suyos. —Esos van de cortesía, te toca— dijo con ironía.

Llevaba 3 años sin probar gota de alcohol. Vi los 8 vasitos llenos del líquido dorado con miedo y repulsión, tratando de no pensar en la terrible sensación que me daría después de tragar el tequila. Tomé un vaso y lo vi indeciso, no sabía qué podía pasar si me rendía ahora, ni qué tan malos fueran los chicos ahí, así que mejor me empiné ese trago antes de desistir.

The FratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora