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La guerra había terminado hace ya 5 años atrás, lo que significaba que la dramática historia había finalizado y llegaría la paz, o eso es lo que pensaba Hermione hace 2 semanas atrás.

Después de que Voldemort fue derrotado, el trío de oro volvió a Hogwarts para finalizar sus estudios. Se graduaron los tres con honores y comenzaron la aventura que sería sus vidas, pero esta vez sin magos oscuros.

Harry y Ron se convirtieron en aurores y ella trabajaba en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, aunque actualmente se encontraba negociando con el ministro la posibilidad de hacer cambios en las leyes mágicas y quizá este le brindaría un puesto más alto.

Se sentía muy contenta y orgullosa de sí misma, por fin todo el esfuerzo y estudio habría dado sus frutos. Además de que tenía la posibilidad de hacer un cambio para bien en la sociedad y las leyes, algo que desde niña había estado buscando.

Con Ron llevaba una maravillosa relación, tenían peleas y problemas como cualquier pareja normal, pero con los años aprendieron como arreglarlos y estás ocurrían rara vez.

La familia Weasley la trataba como si fuera parte de esta, la amaban y siempre estaban dispuestos a darle un lugar en su casa. Cuando oficializaron la relación pensó que tardarían en aceptarla de alguna manera, pero en cuanto dieron la noticia la señora Weasley corrió a abrazar a Hermione diciéndole lo feliz que estaba.

En resúmen su vida era perfecta y lo fue más cuando una noche de noviembre Ron hizo algo completamente inesperado pero que ansiaba con toda su alma.

Estaban cenando con todos los Weasley, incluyendo a las parejas de cada hijo. Al ser demasiados montaron las mesas en el jardín y cenaron bajo las estrellas, aplicaron un hechizo calefactor para así poder estar más cómodos.

El ambiente familiar era precioso y cálido, todos charlaban animadamente y reían gracias a las ocurrencias de Fred y George. Terminaron la deliciosa cena pero se quedaron ahí afuera, algunos se pusieron de pie y hablaban en bolita.

Ella charlaba con Luna acerca de trabajo y cosas varias, cuando Ron llegó a su lado.

– Luna te la robó un momento.

– No hay problema Ron– dijo la chica con una dulce sonrisa.

El pelirrojo la tomo del brazo y la aparto de los demás.

– ¿Todo bien?– pregunto un poco confundida, vio que esté estaba demasiado nervioso y ni siquiera la miraba a los ojos.

– B-Bueno yo necesito decirte algo.

– Bien suéltalo– le pareció demasiado tierno el balbuceo y el actuar de su novio, la tomo de las manos y al fin alzó la mirada.

– Hermione, se que somos jóvenes aún y que nos faltan muchas cosas por vivir, quizá no tan emocionantes como matar a un mago oscuro pero ya sabes– ambos rieron por un pequeño momento y el discurso de Ron continuo– También sé que no soy la gran cosa y mereces a alguien que esté a tú nivel, pero estoy dispuesto a dejar todo por tí con tal de verte sonreír y brillar, porque te amo, jamás había amado a nadie tanto como a tí.

Hermione sentía las lágrimas amontonarse en sus ojos y su corazón latir a una desenfrenada velocidad.

– Tambien te amo Ron– ambos sonrieron y ella vio como se iluminaron los ojos de su pareja.

– Por eso tengo que decirte esto...o más bien preguntarte– todo paso demasiado rápido como para que la cabeza de la chica asimilará lo que estaba pasando, pues de un momento a otro tenía al pelirrojo de rodillas frente a ella con una pequeña caja en la mano– Hermione, ¿te gustaría casarte conmigo?.

Jamás había sentido tanto amor y felicidad invadirla a la vez, fue una gran ola de emociones que estaba contenta de recibir.

– Claro que si Ron– dijo y salto a los brazos de su novio, se sentía segura y cálida, dispuesta a pasar su vida entera rodeada de esos brazos. Entonces escucho alrededor aplausos y voces felicitándolos a ambos, pero la pareja estaba sumergida en una bella burbuja.

Ambos se separaron pero no lo suficiente, lágrimas traicioneras corrieron por las mejillas de ella y fueron limpiadas por el pelirrojo. Este le tendió el pequeño anillo que estaba en la caja y lo puso en su dedo anular, se dedicó unos segundos a admirar lo hermoso que era y como la brillante piedra resaltaba. Miro a su pareja a los ojos y se dieron un beso cargado de amor y ternura.

Finalmente se separaron y comenzaron a recibir abrazos y palabras de todos los presentes, Hermione se sintió enormemente feliz al escuchar las bellas palabras que sus suegros y cuñados le dieron, felicitándola y diciéndole lo feliz que estaban de que formará oficialmente parte de su familia.

Todo era perfecto, pero faltaba un cuatro ojos en la escena.

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Hola!! Bueno primero que nada me presento, soy Soul pero pueden llamarme Sun, si quieren conocerme un poquito más agregue detallitos en mi bio :)

Hace años tuve una cuenta donde escribía pequeños fanfics pero la perdí, así que después de mucho tiempo me dió por escribir algo.

No será una historia tan larga, en mi plan están alrededor de 10 capitulos ??, aunque luego termino extendiendome mucho así que no sé, los capítulos si serán cortos porque siento que es mejor.

En fin espero les guste esta historia que se me ocurrió en una clase de matemáticas, no es la gran cosa pero hice el intento de plasmarla a como la planteé en mi cabeza.

No tengo días para actualizar, quizá en una semana saque tres capítulos y desaparezca la siguiente por tema de estudios, aunque intentaré ser constante

Anyways mucho texto, tomen agua y espero tengan un bonito día <3

Un Final InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora