XIII

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¿Había alguna forma de volver el tiempo atrás? Quizá no era tan malo el tener una relación en secreto. Ok sonaba patético. Pero excusaba esos pensamientos con que él era un slytherin, no un valiente gryffindor.

Hablando de gryffindors, había uno de pie recargado sobre el marco de la puerta observándolo como idiota desde hace varios minutos.

– ¿Por fin mi belleza te petrifico?

– Y quien dice que no lo hizo antes– Draco se sentía absurdo al seguirse sonrojando ante las palabras de Harry pero no lo demostraba aunque el azabache lo sabía, este se acercó por detrás y lo rodeo con sus brazos– Te ves muy lindo.

– Lo sé– dijo el rubio con falso egocentrismo y la risa de Harry llenó su corazón.

– Que romántico.

– Yo puedo ser romántico en otros ámbitos.

– Bueno quizá después de la cena puedas mostrarmelo– le susurró cerca del oído lo cual hizo que Draco sintiera su piel erizarse– Y si ya lo sabes, ¿por qué llevas media hora mirándote al espejo?.

– Para rectificar.

– ¿Y no será porque estás nervioso?– Draco se tenso pero de inmediato se recompuso para encubrir la verdad.

– Para nada.

– No tienes porqué estarlo, además ellos ya lo saben y reaccionaron muy bien.

Mentira.

El día que Harry fue a contar por anticipado a los Weasley que Draco era su pareja salió todo mal.

Para empezar Molly se quedó con la boca abierta por casi treinta minutos, Arthur no dijo nada y solo miraba a diferentes puntos analizando todo, Bill no se encontraba en el país, Charlie y Ginny le sonrieron y le dieron unas palabras de apoyo, pero en cambio los gemelos y Percy comenzaron a discutir y enumerar todas las cosas malas que había hecho Draco.

Esto desgano mucho a Harry y se sintió muy triste pero al instante Ginny salió a reprenderlos argumentando que todos habían cambiado y que tanto los gemelos como Percy tampoco habían sido las mejores personas en el pasado.

Después de esto hubo un silencio y poco a poco todos empezaron a calmarse y aceptarlo.

– Una cosa es contarles y otra es tenerme con la posibilidad de partirme la cara– se giró quedando de frente a su novio y este solo lo tomo del rostro y salió de sus labios una ligera risa.

– Nadie va a partirte la cara.

– ¿Y tú cómo sabes?.

– Porque ya hablé con ellos y te repito que lo tomaron bien.

– Si tú lo dices– Harry sonrió y se puso de puntas para darle un rápido beso.

– Todo irá bien, te lo aseguro.

Se sintió un poco confortado con esas palabras, aunque solo un poco porque el nudo en su estómago no se iba.

Luego de unos minutos los dos estaban frente a la chimenea y el rubio quería volver a su cómodo colchón.

Cuando vió que Harry tomo los polvos flu apreto su mano con fuerza y el azabache le devolvió el gesto intentando tranquilizarlo.

Luego de unas palabras estaban en la sala de estar de la madriguera.

Mierda. No, ojalá volver a su casa, y con esto se refería a la de Francia.

Giro a ver a Harry y este le dió otra de esas lindas sonrisas, bien, haría eso solo por poder ver esa sonrisa.

Un Final InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora