JOLVIÁN.
Si todos nos pudiéramos enterar antes, que las cosas no nos saldrán como planeamos, todo resultaría más fácil. O al menos, el 50% de los planes, podrían tener un comodín o una alerta que diga: Ey, disculpa, amiga, espera un momento, te arrepentirás un mes después, porque resulta que NO TE SALDRÁ BIEN NADA, CANCELA TODO, TODITO.
O mejor le hubiera hecho caso a mamá cuando me dijo que él no me convenía y que mejor lo dejara.
Le hubiera hecho caso a mi subconsciente que me decía que desconfiara de su actitud extraña los últimos meses, y de cómo comenzaba a comportarse con ella.
Le hubiera hecho caso a mis ojos cuando lo vieron la primera vez y no a mi corazón idiota que me decía que estaba viendo mal, que no veía cómo mi novio le metía la mano bajo el vestido a mi mejor amiga en mi propia fiesta de compromiso.
Qué idiota eres Jolvián Flores, qué ilusa.
Debí quedarme viendo Lo que la vida me robó en la televisión de mi hermana la noche de esa fiesta en la que lo conocí, me habría ahorrado tres largos años y todo esto.
Debí hacerle caso a mi cabeza cuando me decía que no olvidara los anticonceptivos para el viaje de vacaciones de semana santa.
No obstante, aquí estoy, tres meses después, arrepentida, sola, embarazada y en una ciudad que no conozco, huyendo de todos, especialmente, de la pública aparición de mi ex con su actual esposa con una barriga de seis meses de embarazo.
Al menos tenía dinero para pagar la compra de una casa, la segunda y última cosa buena que me dejó el pendejo de Francisco.
Debí ser más atenta con él.
No, ni madres. Debí ser más astuta y darme cuenta antes que mi prometido siempre estuvo enamorado de mi mejor amiga.
Entro a la casa y alargo un suspiro. Es tan hermosa y cálida, tal como la describía el catálogo de la página, las fotos le hacen justicia. Espero que estar aquí me tranquilice al menos hasta que dé a luz a mi hijo o hija y pueda regresar con mi familia para que sepan la verdad de por qué huí de la ciudad... O por lo menos tener una historia convincente que no me haga quedar como estúpida. Ya quedé demasiado humillada con mis conocidos más cercanos.
—Solo somos tú y yo, bebé. Y verás que será divertido, corazón. —Toco mi vientre mientras camino hacia las escaleras para ir a la habitación y dormir.
Las subo con cuidado de dos en dos. Una vez que llego, me deleito con el aroma a moras que desprende de la habitación y con la hermosa cama que pienso estrenar ahora mismo.
Dejo la maleta a un lado del tocador y sólo me tumbo para que el sueño que traigo haga de las suyas.
Y después de pensar tanto, me quedo dormida.
Sueño con ese día... Ese jodido día.
Yo, feliz y emocionada, vestida de novia.
Sandra ayudándome a acomodarme el vestido.
Mamá diciéndome que me veía hermosa con el velo prestado de su parte y mi peinado natural, con el cabello cayendo por mis hombros.
Estrella maquillándome mientras me decía que estaba feliz por mí.
Yo, llamando a Diana porque se me hacia tan raro que no había llegado a ayudar con las flores y ella prefiriendo no responder el teléfono...
Y Francisco, llegando minutos antes de irnos a la iglesia con un ramo de las flores que más odio a decirme que no podíamos casarnos.
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Un techo para compartir contigo© [Todo contigo #1] DISPONIBLE EN PAPEL
RomanceDISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON Jolvián está embarazada... y el hombre que más odia quiere ser el padre de su hijo. *** Jolvián Flores está embarazada de Francisco, el idiota que la dejó el día de su boda. Y para su desgracia, la suerte no está de s...