CAPÍTULO 10

44.5K 4.2K 1.4K
                                    

¿Saben qué quiero? Participar con esta historia en los #Wattys2021
No sé si llegue a ganar, pero, como me he propuesto como meta, al menos inscribirla, estoy escribiendo a lo desgraciado.

Afortunadamente, la inspiración anda al tope y espero que siga así hasta el final. Por lo que hay de dos: la termino en menos de dos meses, o después del cierre de las inscripciones de los Wattys, para ello, estaré buscando la manera de actualizar dos veces por semana 🥺🥺🥺.

Para finalizar este anuncio, los invito a seguirme en instagram: dennise_rodriguez22 O en tiktok: denniserodriguez24 en ambos lados suelo publicar spoilers y cosas sobre mis otras historias.

Disfruten este capítulo largo.

¡Nos leemos el sábado, pastelitos chismosos!

______________

DANIEL

Pinto los últimos lunares en la cuna rosada y la dejo secar para ponerme en marcha con los detalles que me faltan del cambiador, y así poder comenzar a pintar la cuna azul. La terminé en una semana, y eso porque me quedé hasta altas horas de la noche aquí un par de días.

Luego de pretender que nada había pasado toda la semana, tanto ella como yo, siento que volvemos al momento en el que ella me dijo que no quería que le hablara.

Al principio intenté hablar del tema con ella, cuando, con pena, me pidió llevarla a la tienda de regalos porque comenzaría a trabajar con Camila y esta le dijo que su local quedaba a unos tres más del mío.

En el camino, le dije por lo claro que habláramos del hecho de habernos besado. Y, como es obvio, no quiso, más bien, la conversación no llegó a nada y le echó la culpa a sus hormonas, alegando que las embarazadas tenían más sensible cada parte del cuerpo y que la había alterado con mi beso. Y me pidió de favor que no lo volviera a mencionar.

Comprendo eso, pero yo sé perfectamente que, quien comenzó a acercarse con esa única intención, fui yo. Su cara tan cerca de mí y su olor fueron tan atrayentes. Y puedo admitir que no me arrepiento de nada. Besar a esa mujer es todo lo que está bien para mí en la vida.

—Debiste decírselo a ella, no a mí —me dice Eric, riéndose—. Daniel, es obvio que hay algo ahí, si pasó como me cuentas, aunque habría deseado que no me lo hubieras contado, los dos deben hablar largo y tendido. Que se les quite la vergüenza, no la tenían en ese momento, ¿no? Se manosearon como si no hubiera un mañana.

Suspiro y asiento.

—También le dices que ya no quieres ser el tío, que quieres ser el papá.

Me río, nervioso.

—Cálmate, vamos por partes, Eric. —Junto mis cosas para irme—. Ella no querrá eso, me dijo que no quería ser nada mío.

—¿Hace cuánto te dijo eso? —Mi hermano busca mi rostro con su mirada. No soy capaz de verlo, ahora me siento tan expuesto, no debí decirle nada—. Apuesto que fue cuando se volvieron a ver.

Termino de cerrar y Eric me acompaña a la salida.

—¿Quieres cenar conmigo? —Decido cambiar el tema. Eric se ríe de mí otra vez.

—Es la tercera vez que me invitas a cenar, y, lamentablemente, hermano, esta vez ya te caché que lo haces para no estar con ella a solas. —Me palmea la espalda, ya poniéndose serio—. Habla con ella, y es todo. Es más, si te da miedo empezar con el tema del beso, cuéntale que encontramos a Vanessa.

—¿De verdad lo hicieron? —Pongo mis herramientas en el auto antes de verlo, sorprendido.

—Bueno, papá lo hizo. —Rasca su nuca—. Fue un desastre, pero ya le mandamos una notificación falsa, para que venga y así atraparla. Le dijimos que debía recoger una herencia.

Un techo para compartir contigo© [Todo contigo #1] DISPONIBLE EN PAPELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora