DANIEL
—La marea está muy buena a esta hora —dice mi prima a Jolvián. A mí me ignora por completo—. Yo digo que vayamos un ratito a mojarnos los pies.
Adela se lleva a Jolvián del brazo y ella se deja guiar entre risas hasta que ya están cerca del agua. No puedo creer que tenga diecisiete años y sea tan infantil. Aunque no me puedo quejar, es tan graciosa y me divierto tanto con ella. Su actitud es tan igual a la mía, creo que por eso nos llevamos tan bien.
—Es adorable y educada, además bonita.
Tía Alicia llega conmigo y tiende una toalla en la arena para sentarse.
—Sí, lo es, tía. —Sonrío como idiota.
—¿Y qué dijo tu padre sobre ella? Mencionó que ya tuvo el desafortunado honor de conocerlo hace unas semanas.
—Tía...
—Lo siento, la verdad no es pecado aunque te sientas incómodo al escucharla, ¿o me vas a decir que cambió?
—Para tu sorpresa, lo hizo, ya no insiste con lo de la universidad ni con lo de Alexa, es un tipo completamente diferente.
Y por supuesto que adora a Jolvián como su nuera, la respeta, incluso la admira por no quedarse callada cuando algo le molesta.
Le cuento todo sobre lo que ha pasado entre él y yo en los últimos meses. Desde que nos peleamos días antes de que me mudara a Magdalena hasta la semana pasada que llegó de imprevisto a cenar con nosotros junto a mamá y de cómo se disculpó con Jolvián por haberle faltado el respeto en el cumpleaños de los gemelos al ofrecerle dinero para irse de la casa.
—Necesito ver eso, suena tan diferente a mi hermano.
—Ya respeta mi trabajo, tía, hay veces en las que va a ayudarme o busca aprender de mí —acepto, con orgullo y emoción—. Y está feliz de que va a ser abuelo, creo nunca lo había visto tan orgulloso de mí, ni siquiera cuando le propuse a Alexa matrimonio que fue lo que más quería.
—Yo también estoy orgullosa de ti, mijo. Esto de hacerte cargo de ese bebé... eres un buen muchacho, ¿sabes? Ese niño tendrá un excelente padre que lo amará demasiado y se ganará el honor de ser llamado con ese renombre. Y Jolvián tendrá al mejor esposo de todos.
Cuando la veo levantarse para ir junto a Adela y Jolvián, se lo prometo con mi vida. No sé si en algún punto, Jolvián vaya a aceptar casarse conmigo, pero, suceda eso o no, daré todo porque sienta todos los días que hizo lo correcto al aceptarme.
Nos quedamos en la playa un rato más hasta que Jolvián dice sentirse cansada. Tía Alicia y Adela nos avisan que se quedarán un rato más hasta que el sol se ponga porque les gusta ver el atardecer, así que solo Jolvián y yo nos regresamos a la casa.
—Ellas son un amor, Daniel. —Se quita las sandalias para entrar a la casa—. Me voy a bañar y hacemos la cena para ellas, ¿sí? Les quiero dar las gracias de ese modo.
—Claro que sí, mi chula, iré buscándote ropa.
Sube las escaleras para irse a la habitación y yo la sigo unos minutos después. Dentro, escucho que ya está el agua de la regadera corriendo. Alisto la cama y le saco un vestido de la maleta junto con su ropa interior. Preparo también algo de ropa mía para que, cuando ella salga, bañarme y quitar la arena en mi cuerpo.
—¿No vas a venir? —Miro hacia la puerta del baño. Está sacando la cabeza entre la puerta. Su mirada es decidida—. Faltan como quince minutos para el atardecer, hay que hacer que cuente el tiempo.
Me río. Últimamente es incluso más creativa para decirme que quiere que hagamos el amor. Eso sí, nunca me dice literalmente que eso quiere. Supongo que le da miedo, y yo juro que comprendo su preocupación. Claro que estoy decidido a hacer que deje de temerle a todo.
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Un techo para compartir contigo© [Todo contigo #1] DISPONIBLE EN PAPEL
RomanceDISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON Jolvián está embarazada... y el hombre que más odia quiere ser el padre de su hijo. *** Jolvián Flores está embarazada de Francisco, el idiota que la dejó el día de su boda. Y para su desgracia, la suerte no está de s...