Los personajes pertenecen a Gege Akutami, autor de la obra de jujtsu kaisen, y el siguiente fan fic se centra en la relación entre Itadori y Nobara como agentes secretos.
Gracias por leer, y compartir esta historia a más personas :D
Este fan fic tiene la finalidad de entretener.
Los personajes pertenecen a Gege Akutami autor de Jujutsu Kaisen, el cuál inspira este fan fic.
Espero que os guste. 😃
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El despertador sonaba atareado, como cada mañana, y la luz del sol ya entraba por las ventanas de una modesta casa, mientras que varias prendas salían volando por el aire a gran velocidad dentro del cuarto.
— ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Es muy tarde para la escuela! —exclamó apresurado un joven de cabello pelirosa cambiándose de ropa frente al espejo.
Eran las nueve de la mañana y dentro del cuarto de Yuuji Itadori ya se escuchaban vigorosas pisadas, como si un feroz animal estuviera a punto de salir.
— Bien. Parece que ya está todo, pero algo... Falta algo... — murmuró el joven con sospecha, abriendo los ojos de repente, sorprendido al recordar el único detalle que le faltaba—. ¡Nobara!
A unas cuantas cuadras de la casa de Itadori, varios coches transitaban por la avenida frente a la parada del camión donde una chica de cabello castaño claro usando una chamarra blanca empezaba a impacientarse. Al parecer, ya tenía tiempo esperando su amigo, y su paciencia parecía disminuir con el transcurrir de los minutos.
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— ¡Kuguisaki! — exclamó Itadori, saludando a su amiga desde la distancia.
— ¡Llegas tarde, Itadori! ¿Dónde andabas? —respondió la joven castaña descruzándose de brazos—. ¡El último camión salió hace 15 minutos y si no corremos ahora, no llegaremos a tiempo para la escuela!
— Lo sé, lo sé.... ¡por eso es mejor empezar a correr! —pasó corriendo el pelirosa a la vez que sujetaba rápidamente la mano de su amiga Kugisaki.
A un minuto de que la campana sonara, Nobara y Yuuji daban sus últimos alientos para llegar a la escuela, y justo cuando el timbre sonó, ambos jóvenes dieron un gran salto al interior del campus, viéndose como la reja automática se cerraba detrás de ellos segundos después.
— ¡Uff! Pensé que no lo lograríamos —exhaló Itadori con alivio.
— Por favor, dime que no volverá a suceder —quejó Nobara, soltando un ahogado suspiro.
— No lo sé. Te mentiría si te dijera que no, y mira que ...—pausó el pelirosa, percatándose de la incómoda posición en la que ambos habían caído.
Por un lado, Nobara se encontraba encima de él, mientras que por otro, la mano de Itadori estaba sobre la cintura de su amiga. Los estudiantes acompañados de un notorio rubor en sus mejillas, volvían la escena algo comprometedora.
