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Mu Qing y Hua Cheng se miraron con aburrimiento, ambos sentados en la cafetería de la Universidad jugaban al tres en rayas esperando al omega quien había sido robado por alguno de sus compañeros.

El alfa menor quiso acompañarlo pero después de una serie de frases amorosas por parte del omega en donde explicó que no era necesario, se quedó junto al otro alfa esperando su regreso.

Aunque ellos no se podían considerar amigos como tal, aprendieron a convivir por el bien Xie Lian quien hizo muchas cosas tratando de mejorar su relación. Al principio fue difícil por sus actitudes renuentes y rematando con su segundo género dominante; Hua Cheng sintiéndose amenazado ante la presencia de otro alfa cerca de su omega y a Mu Qing simplemente no le agradaba.

Ahora, después de años de convivir podían estar sin saltarse encima estando solos.

–Y… vuelvo a ganar– anunció el de chaqueta roja dibujando una pequeña línea en diagonal.

–Me retiro, jugar contigo es aburrido– dijo Mu Qing tomando su libreta y arrancó la hoja en la que habían estado jugando.

–No puedo decir lo contrario de ti, Mr. Mal Perdedor– bufó Hua Cheng.

–¡¿Quién perdió?!– y así, comenzaron una pequeña pelea sin sentido.

Ellos, al ser de los alfas más atractivos y adinerados, no eran indiferentes para muchos otros alumnos de la institución quienes buscaban entablar relaciones amistosas para así sacar el máximo provecho de ello, por lo que cuando los demás en la cafetería escucharon sus gritos (de Mu Qing más que del otro) llamaron inmediatamente la atención; los alfas bufaron molestos mientras los omegas y alguna que otra beta cuchichearon entre sus amigos.

Para muchas (y muchos otros) era una pena total el hecho de que Hua Cheng hubiera conseguido pareja tan pronto como entró a la universidad, sobre todo porque Xie Lian y él conformaban una de las parejas más lindas. Los omegas expresaban abiertamente su envidia al omega por tener semejante hombre como compañero y anhelaban tener una relación como la suya; por otro lado, entre los alfas era un secreto a voces que esperaban la ruptura de la pareja para poder acercarse al heredero de los Xie.

Pocos sabían de la sangre, sudor y lágrimas que tuvo que poner Luo Binghe para lograr que su pequeño hermano aceptara sus sentimientos e hiciera que Hua Cheng se declarara a su gege sin morir en el intento.

Por otro lado, Mu Qing era muy… cotizado por su posición social, pero muy pocos se acercaban a él debido a su carácter malhumorado. Sin embargo esto no detuvo a omegas quienes se atrevían a pedirle un cita; por supuesto, fueron rechazadas sin el más mínimo tacto por el alfa.

El rostro burlón de Hua Cheng se iluminó cuando captó el aroma de su omega acercándose. Inmediatamente ignoró al otro alfa para poner toda su atención en el recién llegado. Sin dudar, Mu Qing se centró en su celular, no queriendo ser un espectador de aquellas muestras de cariño entre la pareja; no sabe cuánto tiempo pasó antes de darse cuenta del silencio en su mesa. Alzando la mirada encontró a ambos ya mirándolo con una sonrisa en sus rostros.

Definitivamente no indicaba nada bueno.

–¿Qué?– atinó a preguntar.

Hua Cheng, con esa asquerosa sonrisa que Mu Qing deseaba hacer desaparecer, contestó casualmente: –Bueno, queríamos saber cómo ibas con la búsqueda del departamento–

–No he podido buscar nada, he estado realizando unos pedidos pero me roban demasiado tiempo para ir a verlos– suspiró fatigado, de repente esta semana le llovieron ofertas para realizar esculturas y el dinero era muy jugoso para rechazarlos.

–Eso es perfecto– Mu Qing enarcó una ceja al escuchar a su amigo –Quiero decir, b-bueno… conozco a alguien que podría ayudarte; tiene un pequeño departamento y está buscando un compañero que con el que pueda dividirse los gastos, entonces… estuve pensando…  ¿qué tal si vas y hechas un vistazo?–

Xie Lian rezó. Estaba mintiendo PERO “es por una buena razón”, se repitió internamente. Mu Qing conseguiría un departamento fijo y Feng Xin reduciría sus gastos teniendo más oportunidades de comer decentemente, además habría un plus de poder tener los ojos en el beta por medio de Mu Qing.

“Todos salen ganando" había dicho su San Lang anteriormente. Y sí, todo encajaba tan bien que daba miedo ¿era alguna clase de prueba de los dioses?

Mu Qing entrecerró los ojos hacia el omega quien sonreía nerviosamente, miró a Hua Cheng pero este no le devolvió la mirada por estar entretenido jugando con el cabello de su pareja. Lo pensó un poco, solo era ir a ver y si no le gustaba podría negarse metiendo alguna excusa de por medio, nada que no haya hecho antes.

–Bien– dijo al fin. Xie Lian se relajó visiblemente y Hua Cheng sonrió aún más, definitivamente algo estaban planeando y sería mejor que fuera pensando en algo creíble para negarse.

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–Entonces… ¿está dispuesto a vivir aquí?– señaló su alrededor –¿Estás seguro?–

Xie Lian asintió enérgicamente bebiendo de su malteada, por un momento Feng Xin tuvo miedo de que se ahogara por el movimiento.

–Dijo que le gustaría venir a ver el departamento primero y hablar–

Feng Xin no estaba muy convencido sin embargo aceptó –De acuerdo, dame su contacto y fijaremos un día para que venga–

Así, Xie Lian solo pudo volver a rezar por lo que estaba a punto de pasar.


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"Voy a actualizar cada dos semanas" JAJAJAJAJJAJAJA sí San, vete a sentar.

Bien, no tengo excusa para decir por qué no actualicé, simplemente me quedé leyendo otras novelas y olvidé que tenía esta historia. Pueden apedrearme, lo acepto.

Por otra parte en el siguiente capítulo POR FIN EL FENGQING SE ENCUENTRA WUUUU

La verdad es que no sé cómo voy a manejar sus personalidades porque yo soy lo contrario a ellos y pues ya veremos que sale.

Lamento los errores ortográficos y pueden señalarmelos. Gracias por la espera y por seguir leyendo apesar del tiempo jaja los tqm, sin nada más que decir nos vemos en el próximo capítulo que este sí será pronto.

–San.

Inesperado (FengQing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora