006

1.1K 177 108
                                    


꧁•⊹٭𝙽𝚘 𝚝𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚎𝚜𝚘𝚛𝚘𝚜 𝚜𝚘𝚗 𝚓𝚘𝚢𝚊𝚜 𝚢 𝚘𝚛𝚘, 𝚌𝚊𝚖𝚊𝚛𝚊𝚍𝚊٭⊹•꧂


Bien, Rayleigh se había escapado de Little Garden,  después de sufrir varios ataques al enterarse de que estaban en el futuro no le apetecía explicar a Broggy como llego alli, despues de todo tenia a un Roger loco hay fuera capaz de hacer todas las locuras que se le pase por la mente, eso solo significaba una cosa, peligro.

Por eso se encontraba en medio del mar, mirando a los pájaros volar, sin rumba aparente. En vez de adentrarse en el paraíso para llegar al Nuevo Mundo decidió que lo mejor seria ir con el medico de su barco, tenia la corazonada de que se encontraba en el mismo sitio donde lo encontraron, con su querida ballena.

Claro que hablaba de su versión vieja, a saber donde se encontraba el que conocen en la actualidad, lo mejor será hablar con su nakama y planear que hacer de ahora en adelante.

-Esto debe ser una pesadilla...

El mar estaba calmada, claro este no era El nuevo Mundo, los peces nadaban felices, sin saber que encima de ellos en una pequeña barca se encontraba el vice capitán del rey de los piratas, yendo a ver al médico de su barco.

El barco balanceaba en las pequeñas olas, era un dia soleado, no parecía llover, aunque claro, esto también era el Grand Line y mejor estar alerta. Rayleigh recordaba como la primera vez que entro en el Paraíso este mar le hizo de locos, después de visitar la isla del cielo y navegar por el Nuevo Mundo esto le parece juego de niños, y más sin el loco del capitán a su lado.

-Me pregunto donde se encontraran los demás.

Ahora dejando de preocuparse por Roger se preocupaba más por Shanks y Buggy, eran niños, y apenas sabían usar Haki, no, Rayleigh estaba seguro que siendo como son saldrían de cualquier cosa, él confiaba en sus discípulos, ellos podían con cualquier cosa si se mantienen unidos, son capaces de enfrentar al mundo, solo si se mantienen unidos...

Al parecer al segundo al mado le espera una bonito aventura, esperemos que todo le salga bien.

Shanks lloraba, las lágrimas salían de sus ojos, no entendía nada, tenia miedo, las manos le temblaban y salían leves sollozos por su boca.

Se apoyó en el suelo, y miro hacia delante, inspeccionando el lugar. Miraba una y otra vez pero nada, no estaba, él no estaba a su lado.

Su amigo peli-azul desapareció, tenia miedo por él, no sabía nada de su ubicación, ¡Podría estar en peligro!

Las lágrimas salían mientras abrazaba a su sombrero de paja, era como si estuviese aferrándose a su capitán.

No tenia ni idea de donde estaba, delante de él había unos barrotes, y recien se habia dado cuenta de que unas largas esposas le ataban los pies, pero suficientemente grandes para andar en toda la celda.

¿Cuanto tiempo habia estado ahi?

Horas, horas enteras, de vez en cuando escuchaba gritos, de todos los géneros, la gente estaba siendo torturada.

¿Y si Buggy era uno de ellos?

No, el solo hecho de pensar en eso hacía que sus lágrimas salieran sin control y sus sollozos aumentaron, era su hermano, el lo consideraba su hermano, una de las personas que más le importaban. 

Y no pudo protegerlo, para el no tenia sentido ser pirata si no puedes proteger a tus nakamas.

-Solo soy un niño que juega ser pirata...

Era imprudente y no había conocido ese sentimiento, el hecho de estar apunto de perder a un ser querido, había sentido algo así con su capitán Roger cuando le mencionó su enfermedad, pero no se comparaba a esto.

Era un inútil, un niño que ni sabía utilizar el haki, era bueno con la espada, si, ¿Pero para que le servía si no tenia uno ahora?

Otro grito...

Shanks tapó sus oídos mientras retenía la respiración, odiaba llorar, pero hay estaba siendo lo que es, un niño pequeño.

El grito era desgarrador, era el grito de alguien apunto de morir

¿Cuánto tiempo debía soportar eso?

El grito se fue apagando, el portador que aquella voz no soporto las tortura y murió.

Un marine se acercó a la celda del niño pelirrojo, vestido con su típico traje y mirando sin empatía al infante que se encontraba llorando. En sus ojos se notaba el miedo, el miedo de encontrar a un yonkou pequeño

-El Vicealcaide Magellan ha decidido trasladarte a otra celda, ponte estas esposas.

Shanks no se atrevió a desobedecer, siguió la orden del marine y salieron de la celda, después de quitar las esposas que tenia el pequeño en las piernas

Aunque Shanks sabia que podria vencerlo de sobra, pensó en las consecuencias, no sabia donde estaba, ni a donde ir para escapar, si no quería ser torturado solo le quedaba obedecer 

La gente se acercaba a los barrotes y gritaban con fuerza, eran criminales peligrosos, Shanks se preguntaba en qué pintaba un niño inofensivo como el ahí pero luego recordó de quien era aprendiz.

En seguida intuyo que Roger se avergonzaría de verle tan débil en esa situación, sin nisiquiera poder proteger a Buggy.

El marine abrió una celda, esta vez estaba hecho de haki, pero aun así el marine ató al pelirrojo y se fue sin decir palabras.

Shanks estaba acompañado de dos personas, el primer ¿Hombre? que vio era un pez, si un pez, el pequeño enseguida se dio cuenta de que era un Gyojin, no le importaba, desde siempre le cayeron bien los hombres peces. Después estaba un adolescente pecoso, tenia acerca de 20 años y estaba sin camiseta, solo con unos pantalones cortos.

Los dos le miraban sorprendidos.

Es injusto que a los niños les toque siempre el peor escenario, se les pueden perder la esperanza

Buggy abrió los ojos, se había desmayado, pero lo único que recordaba era que estab con su capitan antes de que se hundiera el barco, todo lo demas era negro

Se levanto y miro a su alrededor, al parecer estaba en un barco, no lo reconocía, no era su barco y entonces toda la esperanza de que fuera una pesadilla se arruinó.

Andaba con cuidado, y encontró una puerta, seguramente lo llevaba al campo.

No, no podía hacerlo, lo mejor es que se escondiera hasta que la tripulación anclara en tierra, si eso iba hacer.

Pero su plan fue arruinado al ver a un pelirrojo que venía en su dirección, era Shanks pero más viejo de lo que lo conocía

Se quedaron mirando a los ojos unos segundo, hasta que los dos gritaron con espanto



H O P EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora