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El parque era muy grande, habían unos enormes árboles dando sombra a los juegos donde estaban los niños, el clima era fresco, grandes montañas de hojas se formaban en el pasto, montañas que los niños usaban para saltar y formar ángeles, varias bancas estaban ocupadas por familias quienes se reunían para comer, grupos de estudios al aire libre, parejas quienes compartían tiempo juntas, para Timoteo ver aquello era simplemente perfecto, incluso el mundo se veía más colorido, en eso pensó en lo gris que resultaba ser de donde venía.
— ya, no te enojes conmigo, mira, te traje un helado — se acercó jewel con dos canastas de helado de galleta, mientras tomaba asiento a su lado y se lo entregaba.
Timoteo lo tomó y comenzó a comer, se mordió su mejilla para no sonreír por tan delicioso helado, quizá estaba exagerando pero su orgullo no lo dejaba perdonarlo tan facil, y un cremoso, galletoso, dulce y frío helado no lo iba a comprar.
—¡oh, vamos teo! No fue para tanto, ya te pedí perdón muchas veces, te traje al parque, te compre comida, incluso te cargue de caballito, ya perdoname— insistió el peli morado mientras sacudía los hombros de teo quien seguía con la vista al frente sin mirarlo.
— me querías sacar por la ventana, y tu cuarto estaba en el segundo piso, ¡podía morir! — exclamó indignado y formando un puchero.
— pero no pasó, tenía miedo de que mis padres te vieran tan temprano en la mañana, pero viste que les caiste muy bien. Gracias a Dios nos encontraron en la entrada y pudimos inventar una excusa — tomó una de las servilletas que tenía y la acercó a la boca de Timoteo quien se había manchado de helado, para luego sonreírle y seguir comiendo.
Por otro lado, a Timoteo se le habían subido los colores a los cachetes, bajando la cabeza avergonzado y checando que nadie los hubiera visto. Quizá para jewel hacer aquello era muy normal, pero para él eran cosas que no se tenían que hacer, no estaba acostumbrado a la cercanía de las personas, mucho menos al contacto físico, no era que pudiera decir que le molestaba, pero se sentía raro.
— bien, te perdono, pero no lo vuelvas a hacer — lo miro para luego desviar su mirada rápido.
— ya era hora, eres muy difícil sabes. — revolvió los cabellos de teo de manera juguetona.
—¿porque haces eso?, la primera vez que nos vimos también me despeinaste— llevo su mano a su cabeza, volviendolo a arreglar.
— lo ago por dos razones, una es que tu cabello se ve y es suavecito y me gusta hacerlo, la segunda es porque no me gusta verte peinado, pareces un señor viejo — volvió a despeinarlo, pero esta vez arreglandolo un poco, — así te vez mejor. ¿Te gusta el parque?, no paras de verlo—
— me encanta, tiene muchos colores, todos se ven felices y libres. También me causa curiosidad ver como todos están vestidos, esto es raro para mi —
— bien, ¿que es raro? O que te causa intriga de la manera de vestir de los demás —
— pues... — comenzo a recorrer con su mirada todo el lugar, seguido de jewel que veía a las mismas direcciones que él — esa chica — señaló con su mirada ya que hacerlo con la mano seria de mala educación.
— veo un gran grupo de personas, ¿Cual de todas? —
— la verdad, todas, unas tienen esos pantalones cortos que tu usabas, sus blusas no tienen mangas, también les falta tela, ni siquiera les cubre todo el abdomen —
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My place is with you
FanfictionLa época de 1960 no es fácil, existe mucha desinformación, discriminación, fanatismo por la religión y sobre todo un terrible y estricto modo de enseñanza. La mayoría de jóvenes desea vivir en un mundo mejor, donde no exista nada de lo antes mencion...