My place is with you

Capítulo 13

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Timoteo.

Al ir creciendo me sentía fuera de lugar, mi único lugar seguro era mi casa cuando solo estaba mi madre pero ahora ni siquiera eso me hace sentir cómodo. Desde hace ya varios meses que siento que no pertenezco aquí, no soy nada, soy un pecesito atrapado en el mar profundo cuando mi lugar es en la superficie.

— ¿que se supone que estas dibujando? — los hermanos Miller se acercaron a mi en la hora de descanso.

Eh de confesar que eso es mucho más extraño que todo lo que vino cuando conocí a Jewel. Nunca nadie se acerca a mi, mucho menos ellos, exceptuando la vez que estaba con jewel, pero eso es comprensible ya que de seguro les extraño verme con alguien.

— el mar — no es que yo me busque mi soledad, tan solo no quiero juntarme con alguien de este pueblo.

— eso lo sabemos, lo que queremos saber es porque lo dibujas — dijo el gemelo más alto.

— entonces tu pregunta fue mala desde el principio. No debiste preguntar "qué" debiste decir "porque"  — soy un idiota.

Hablar así ya se me había echo costumbre, por eso cuando me di cuenta de el gran error que había cometido cerré la libreta junto con mis ojos.

— vaya, quien diría que el famosisimo Timoteo fuera un conteston de primera. — se cruzó de brazos y sonrió — me agradas — concluyo para luego sentarse a mi lado.

No quería agradarles, esa jamás fue mi intención. ¿Como por qué quisiera agradarles?, tienen todo lo que odio en una persona.

— aver, presta — el gemelo rubio me quito mi libreta y empezó a ver todos mis dibujos.

— ey!, ¡duvuelvemela! — intente tomarla de nuevo, pero el se paro y estiró sus manos haciendo que yo no pudiera alcanzarla.

No me importaba que viera mis dibujos, me importaba más que viera "esos" dibujos, porque aunque me de vergüenza admitirlo eh echo millones de él, de mi ahora novio. Había uno que me gustaba mucho, no tenía la cara de jewel, más bien tenía de la nariz para abajo, estaba rodeado por agua con su camisa blanca mojada dejando ver su cuerpo, era de los mejores dibujos que había echo pero también de los más comprometedores.

— oh, dibujaste bien a tu madre — no quería regresarme mi cuaderno, lo peor es que ni siquiera lo trataba con cuidado, las hojas se estaban maltratando.

— te dije que me lo des — maldita la hora en la que no creci. No podía quitárselo.

Porque rayos decidí traer mi cuaderno de dibujos a la escuela. En mi defensa, ¿como iba a saber que esto pasaría?, desde el momento en que cosas buenas me empezaron a pasar olvide que mi auto-apodo era el de. " Timoteo mala suerte de Santis".

— oh, ¿este lugar cual es? — ladeo la cabeza y se lo acercó más a la cara.

¡Oh genial! , había llegado al dibujo que hice del vivero al que jewel me llevó una vez. Tenía que hacer algo rápido antes de que viera los demás dibujos.

Mordi mi labio y voltee a los lados, el otro gemelo solo se quedó parado viendo lo que pasaba mientras que varios compañeros ya tenía puesta su mirada en nosotros. Sin nada más que se me ocurriera, empuje lo más fuerte que pude al rubio haciendo que perdiera el equilibrio y cayera soltando de paso mi libreta, la que justamente terminó enfrente del segundo gemelo.