Capítulo 12

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Timoteo

El proceso de encogimiento resultó ser menos espantoso de lo que pensé, cuando entramos al parque acuático todo se veía normal.

Era raro saber que estaba muy pequeño cuando todo a mi alrededor se veía de un tamaño adecuado, los juegos estaban más grandes al igual que las albercas y los animales más pequeños, no se notaba ninguna diferencia.

— vayan a buscar lugar en lo que compramos lo que nos falta — la madre de jewel nos entregó las mochilas que contenían todo lo necesario para luego irse junto con su esposo a unas tiendas que habían en la entrada.

— te dije que no pasaba nada, no fue tan malo ¿o si? — las manos de jewel no me habían soltado en ningún momento, ahora me sentía más cómodo y ya no me preocupaba lo que pensaran los demás, almenos no en el mundo de jewel. Pará mí eso era un gran avance.

— no, pero todo fue gracias a que estas conmigo — seguimos caminando por un rato hasta que encontramos un lindo lugar donde no habían muchas personas.

Comenzamos a acomodar todo, colocamos la sombrilla y jewel sacó el bloqueador para poder ponerse. Cuando terminó se puso un poco en las manos y me empezó a esparcir la crema por mis brazos y mi cara.

— podía hacerlo yo solo — cerré mis ojos para que no me entrará.

— pero no me costaba nada hacerlo, además es una perfecta excusa para tocarte — infle mis cachetes y me aleje. Cada vez que hacía ese tipo de comentarios me ponía muy nervioso.

Al poco rato llegaron sus padres ya cambiados., el padre de jewel tenía muy buena figura al igual que su madre, la señora lucia un bonito conjunto color rojo cerezo, mientras que su padre tenía un short color blanco.

— chicos, vayan a cambiarse, nosotros los esperamos aquí — jewel tomó una mochila y me tomó de la mano para ir a los vestidores.

— tengo un short negro con flores rosas o uno rosa con manchas moradas, ¿Cual quieres? — ninguno, no quería ninguno, es más, no quería quitarme la playera que traía puesta.

Cuando había aceptado ir al parque acuático nunca pasó por mi mente el pequeño gran detalle de que tendría que quitarme la playera, tampoco el que tenía que nadar, yo solo quería pasar tiempo con jewel.

Cuando vi a todas las personas, en especial chicos con sus espectaculares figuras, me di cuenta de que no era igual, no es que yo vea mucho el físico, pero siempre siento que cualquier persona se ve mejor que yo, había chicas con un cuerpo más ancho que se veían espectaculares, chicos que no tenían ni un musculo pero se veían perfectos y luego estaba yo, con una panza flacida, que al momento de sentarme se me formaban rollitos.

— ¿teo? ¿Baby bear? — lo mire sosteniendo dos trajes de baño en mi cara, su cabeza estaba inclinada mientras la palma de su mano era agitada enfrente de mi de un lado a otro.

— eh, bueno, yo no lo se, mejor escoje tu y yo te espero afuera, de cualquier manera no me voy a meter —puse mi mano detrás de mi cuello mientras sonreía de lado.

— ¿por qué ? — frunció el ceño y se acercó a mí.

— no se nadar — era verdad, se que suena ridículo, pero no se mantenerme a flote. Supongo que a mi subconsciente le gusta salir a navegar con la esperanza de que el barco se hundirá y así poder morir, aunque a la mera hora si resulta aterrador. De solo recordar lo que se sintió el día de aquella tormenta, a mi cuerpo le pasa una corriente eléctrica.

My place is with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora