Mi bebé

A punto de cambiar

Jorge pensaba en la cocina mientras preparaba el desayuno...
Jorge: - No me esperaba esto, yo quería convivir con él, pero a la edad que tiene.

Jorge trataba de pensar una solución para que Juan dejara de mojar la cama, y al mismo tiempo el no tuviera que lavar ropa y sábanas todos los días.

Jorge: - ¿Y si lo trato como en bebé? - dijo "emocionado" - al fin que ya se comporta como uno -.
Jorge pensaba en tratarlo como a su hermano menor, aunque no como un bebé, pero ahora lo hará.

Jorge iba a llamar a Juan para desayunar, vio que tenía el dedo en la boca y le habló y le sorprendió por qué no se quitó el dedo de la boca, y lo tomó de la mano y lo llevó a la mesa, mientras desayunaba, Juan se ensuciaba la camisa con la comida, Jorge lo vió, lo limpió y le comenzó a dar en la boquita, Juan no mostró ningún seña de desagrado, aunque se puso un poco rojo y ya.
Jorge pensó:
Jorge: Es muy tierno, además se deja y no lo evita -.

Y decidió que lo trataría como su bebé, mientras Juan pensaba:

Juan: - ¿Qué estoy asiendo? ¿Qué está él haciendo?, Yo no soy así, pero últimamente me he comportado como un bebé, aunque se siente bien no hacer ningún esfuerzo, es muy extraño.

Al terminar Jorge lo cargó hasta el cuarto de Juan, le quitó su camisa y mientras buscaba otra comida limpia le decía:
Jorge: - ¿ Qué quieres hacer hoy?
Juan: - No se - Dijo apenado y alzando los hombros.
Jorge: - ¿Qué te parece si vamos de compras?

Juan aceptó, ya que se imaginó que irían a comprar alimentos y ya.

Se subieron a la camioneta y se fueron al centro comercial, Juan ya no se notaba nervioso, al bajar de la cambio, Juan tomó la mano de Jorge, tomaron un carrito y entraron a comprar los necesario, Como Jorge tenía ambas manos ocupadas tomando el carrito, Juan se agarró fuertemente de la camisa de Jorge, entonces a Juan se detuvo, observando unos juguetes, aunque muy infantiles para su edad, entonces Jorge le dijo:
Jorge: - Si quieres nos los podemos llevar.
Juan: - ¿Enserio?- dijo con emoción y timidez al mismo tiempo.
Jorge: - Claro pequeño.

Juan tomó los juguetes, los metió al carrito y volvió a tomar a Jorge fuertemente de la camisa,

Jorge: - Listo ya tenemos todo, ahora vamos a pagar.

Jorge recordó que tenía que comprar algunas cosas más, Juan se dio cuenta de que iban al lado contrario de las cajas registradoras, Jorge no le quizo decir nada porque temía a qué Juan no quisiera ser su bebé.

Se dirigieron a la zona de bebés, y Jorge tomó biberones, leche en polvo, algunos chupones, talco, crema anti rozaduras y por supuesto pañales de la talla de Juan, le costó un poco encontrar ropa para bebé del tamaño de Juan, pero por suerte encontró algunos mamelucos de niño y algunos baberos, Juan solo miraba sin decir nada, suponiendo para quien sería esos productos.

Pagaron todo y pusieron todo en la camioneta, Jorge cargo a Juan para sentarlo en el asiento ya precioso cinturón de seguridad, Jorge subió la camioneta y regresaron a casa...

Durante el camino Juan comenzaba a quedarse dormido hasta que quedó profundamente dormido

Al llegar a casa Jorge desabrochó el cinturón de Juan y lo cargó y lo recostó en el sofá, mientras Juan se movió un poco y se metió el dedo a la boca, Jorge bajó todo de la camioneta y lo puso sobre la mesa, espero a que Juan despertara para decirle los planes de Jorge.
Una hora después Juan despertó y vió que estaba acostado en el sofá con Jorge a su lado, mientras tallaba sus ojos Jorge decía.

Jorge: - ¿Como durmió mi pequeño bebé? -
Juan: - Bien - Dijo somnoliento y con las mejillas rojas.
Jorge: - Tengo que hablar contigo pequeño.
Juan se puso muy nervioso pensando que había hecho algo malo.
Juan: - S... Si
Jorge: - Tranquilo pequeño, no haz hecho nada malo, solo me preocupo por ti, las cosas que compramos hace rato serán para ti, las usarás mientras estás aquí, así ni tú te levantarás incómodo ni yo tendré que lavar las sábanas y tú ropita todos las días.

Juan sabía que no podía negarse, ya que como estaba en la casa de Jorge tenía que hacerle caso.

Juan: - Está bien - dijo muy nervioso.

Jorge veía el nerviosismo de Juan, así que decidió abrazarlo, recargando la cabeza de Juan en su pecho, Juan se tranquilizó y nuevamente se quedo dormido.

Continuará...