Ahora te arrepientes.... YOONMIN

♥16♥

Disparos y gritos era lo que se escuchaba fuera de la habitación donde Gabriela se encontraba, desde que escuchó el segundo disparo supo que su fin había llegado, no estaba asustada, sabía que quién sea que estaba detrás esa puerta sólo la mataría y se iría. Que equivocada estaba.

La puerta se abrió y fue que se dijo que tenía que luchar por su vida, lo hizo, peleó pero no era nada comparado a lo que su contrincante sabía, Lina tenía entrenamiento y uno muy bueno, por lo mismo se convirtió en una de las mejores.

No resistió y calló totalmente agotada, fue ahí donde su rival se quito el pañuelo que tapaba la mitad de su rostro y supo quién era.

No le dio tiempo a reaccionar cuando ya la tenía encima suyo desgarrando su ropa, dejándola desnuda.

Lina: pagarás todo lo que has hecho.

Y supo entonces que su muerte sería lo más lenta y dolorosamente posible.

Lina dio órdenes de poner la cámara que llevó con ella, estando todo listo, dio inicio a su muerte.

Una botella pequeña fue introducida en ella haciéndola quejar de dolor, el objeto era introducido con tanta fuerza que la sangre hizo aparición, sus gritos de dolor tan lamentables, pedía piedad, quería que parara, más sus ruegos no serían escuchados.

Otra botella un poco más grande que la primera fue también introducida, esta vez era mucho más doloroso, tanta fuerza aplicada, su vista fue puesta en la que alguna vez fue su cuñada, viéndola tan llena de rabia, dolor, tristeza, irá y odio, esa mujer que alguna vez conoció ya no existía.

Gabriela: ¡para! ¡joder! ¡para!

Lina claro la escucho pero no pararía, la haría pagar por todo lo que le arrebató, por todo el daño causado.
Siguió y aplicó muchísima más fuerza aún, su brazo dolía pero no importaba, quería que sufriera.

Intentaba safar sus manos que estaban atadas a cada lado de su cabeza pero no podía, intentaba patear pero tampoco podía, sus piernas igual estaban atadas.

Gabriela: ¡ya!...... N-no m-as.

Lina: pides lo que tantos te pidieron pero no serás escuchada así como tú tampoco los escuchaste.

La estaba destrozando, no estaba siquiera teniendo un poquito de piedad por ella.

Paro, por un momento lo hizo.

Lina: esto es por todo.
Por Jimin, mi hermano, su hermana, la persona que amo y por tu culpa está muerta y por mi madre, lo disfrutas Gabriela, así como disfrutabas vernos sufrir. Te hice una promesa y debiste creerme, si me hubieras escuchado nada de esto te estaría pasando.

Saco la botella de ella sin cuidado alguno haciendo que sangrara aún más.

Lina: traeme la última botella, quiebrale un poco y me la traes.

La persona encargada se marchó sabiendo como la quería, y regresó lo más pronto posible.

Al tener la botella en sus manos le dio un vistazo a Gabriela y alzando la botella como si fuera un brindis sonrió.

Gritó tan fuerte que se lastimó la garganta, era tan doloroso que empezaba a ver borroso, tanto dolor, tanta sangra perdida la estaba matando.

Así pasó una hora más y entonces se detuvo. Ordenó soltarla y lo hicieron, igual Gabriela no podía moverse, estaba tan débil.

Acostada en el frío piso, Lina se le acerco para ponerle un trapo en el rostro y vaciar gasolina encima haciendo que tragara cuanto fuera posible.

Lina: ¿por qué, Gabriela? ¿¡por qué!?

La pateo con todas sus fuerzas, rompió sus costillas y sus brazos.

Gabriela: él tenía que sufrir, ellos tenían que sufrir.

Lina odio escucharla, hagarro una silla y la estrelló en ella rompiendo la silla y más de sus huesos.

Lina: si hubieras escuchado mis palabras, si me hubieras escuchado cuando te dije que olvidaras todo y siguieras tu vida al lado de mi hermano, si lo hubieras dejado ser feliz.

Gabriela: los hubiera no existe.

Lina: como tú dejarás de existir.

El aceite que había pedido que calentaran ahora estaba en sus manos, lo vacío sin pensarlo dos veces en el cuerpo maltratado de Gabriela.

Esos gritos no eran escuchados por nadie, la zona donde estaban, estaba demasiado lejos de las personas como para ser escuchada.

Lina: mataste al primer hijo de Jimin.

Lo recuerda y disfrutó cuando lo vio llorar al saber que si bebé estaba muerto.

Lina: te metiste con su esposo.

Si, también lo recuerda y para ella fue totalmente asqueroso acostarse con él.

Lina: mataste a mi hermano al enterarte que ellos estaban juntos.

Y le dolió tanto pero tenía que hacerlo, no pensaba dejar que Jimin fuera feliz.

Lina: hiciste que tus hombres chocaran Mina y perdiera al bebé que esperaba.

Mentiría si dijera que no sabía que estaba embarazada.

Lina: me soltaste esperando que hicieras lo que pediste, en el camino nos encontramos a Naiara, la secuestraron y violaron frente a mi, por tu culpa.

Ella no sabía eso, ahora entendía porque la maldita botella.

Lina: mi madre murió cuando se enteró que yo estaba "muerta" y eso también es tu culpa.

No, eso tampoco era su culpa.

Gabriela: no me culpes de la muerte de tu madre y lo que le pasó a tu amiga, porque no lo es.

Lina: lo es, si nunca hubieras hecho nada, si te hubieras quedado quieta, si hubieras olvidado ese maldito odio sin razones al padre de mi sobrino.
Ahora pagarás, dejarás de existir.

Y todo esa gasolina vertida en ella hizo su trabajo con fuego que se fue echado.

La cámara se apagó y ellos salieron de ese lugar.

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El vídeo de la muerte de Gabriela fue enviado a las autoridades haciéndoles saber que eran unos buenos para nada, porque pasaron años y nunca hicieron nada, algunos policías fueron arrestados por complicidad con Gabriela porque pistas hubieron muchas y ellos se encargaron de eliminarlas haciendo así que tampoco los hombres de Park pudieran encontrarla, el vídeo no tenía audio siendo imposible saber quién había sido el asesino de Gabriela, Park fue descartado porque nadie se dio cuenta de sus hombres faltantes, hermana y ex-esposo afirmaron que Jimin no tuvo nada que ver.

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Tres meses habían pasado desde la muerte de Gabriela, los mismos que tenía de no ver Lina nuevamente, sabía que estaba bien por una carta que había enviado, en esa carta decía muchas cosas pero una en especial a estado rondando por su cabeza y esa es que: mi padre lleva meses buscandote, quiere quitarte a Christian. Quítale el apellido Jiménez, ese hombre no se merece que el hijo de mi hermano lleve su apellido, créeme mi hermano te pediría lo mismo pero si no lo quieres, puedes dejárselo. Sólo avísame si en algún caso él llega a encontrarte, ese hombre merece pagar por lo que hizo. Te dejo mi dirección. Cuida de mi sobrino, te quiero.

Lo hizo porque aunque quisiera que su hijo tuviera el mismo nombre de su padre, muy en el fondo no quería que llevará ese apellido, se lo quitó.

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Espero les guste este capítulo.

La historia está por terminar.

Voten y comenten.

Les agradecería si se pasarán por mi perfil a ver mi nueva historia, puede que les guste.

Hasta luego.

Cuidense mucho.