—Despierta maldita— dijo una voz sería y a la vez enojada
Al oír esa voz la peli-verde fue abriendo poco a poco sus ojos, para darse cuenta que estaba en una cama blanca y grande entre acostada y sentada por la cantidad de almohadas detrás de ella, lo único que lograba ver era el reflejo de la luz blanca en todo el lugar y una pequeña silueta que al parecer era un ¿niño?
—¿Quien eres?— pregunto Inko al ver un niño, pelo entre celeste y gris muy desordenado, pequeñas cicatrices en el cuello igual en el alrededor de sus ojos, unos ojos rojos como la misma sangre
—¿Que te hace creer que le diré mi nombre a una extraña?— pregunto el niño cruzándose de brazos y alzando una ceja sin dejar de tener contacto visual con la mujer haciéndose ver imponente.
—Me llamo Inko, niño— dijo regalando le una sonrisa de calidez.
—Me llamo Tomura. ¡Y no soy niño!— exclamó molesto— ¡Yo soy un hombre! ¡Tengo diez años!— dijo orgulloso poniendo sus manos en su cadera, sonriendo mientras miraba el techo
—Mides como un metro— dijo con burla al ver cómo el niño se ponía en esa pose tan tierna al punto de vista de Inko
—¡Mido un metro y cuarenta centímetros!— hablo el menor sin dejar de hacer su pose de "grandioso ser"
—Yo a tu edad medía casi dos metros— respondió Inko llevándose sus manos asta la cintura y sonriendo como si hubiera ganado el premio a mejor actriz; su comentario era mentira.
Aunque no se le notará en el rostro ella se encontraba muy sorprendida, a su edad de veintiocho años mide un metro y cincuenta centímetros. ¿Como un niño de diez años podía medir uno y cuarenta? Los niños de hoy en día crecen rápidamente. El pequeño Tomura se enojo más de lo que ya estaba por el comentario de la mujer, lleno de furia infló sus cachetes y puso una mano en su cadera y con la otra señalaba acusadora mente con el dedo anular a la peli-verde
—Vas arder en el mismo infierno. Llamaré a los caballos reales y te lleven al calabozo— dijo el niño dándose la vuelta para darle la espalda a la mujer y cruzarse de brazos indignado el pequeño
—Estoy en el cielo, así que no me iré al infierno— respondió tranquila la mujer sin tomarle importancia a la "amenaza" del pequeño.
—¿El cielo?— pregunto el niño confundido, se dió la vuelta para ver a la mujer. Inko se sorprendió al ver al pequeño Tomura con los ojos cristalinos, las lágrimas amenazaban con salir— Si este es el cielo. ¿Mi mami... se fue al.... infierno?— pregunto con la voz entre cortada. El niño rompió en llanto y gritaba a todo pulmón "Mami se fue al infierno".
Inko se quedó en shock. Ella estaba muerta y en el cielo por eso la luz blanca y recibida por un niño que pensó que era un angelito. Estaba más que claro ella estaba muerta ¿o no?. La puerta fue abierta de una patada entrando hombres vestidos de negro todos con armas. Inko salió de shock al ver como todas las armas apuntaron a su cabeza
—¿Que le hizo al joven amo?— pregunto uno de los armados.
Todos los armados quitaron el seguro de sus pistolas listos para disparar. Inko sentía como su corazón se detenía, tanta fue la impresión que sintió al oír como los seguros eran sueltos para disparar en un segundo que se desmayo de la impresión.
—Bajen sus armas— ordenó una voz, todos voltearon para ver a su jefe, todos hicieron caso y bajaron las armas al ser una orden de All For One, su jefe y líder.
Tomura al ver a su papá corrio hacia el, di un salto para que el mayor lo cargará, el pequeño no soporto más y lloro más abrazo fuertemente a su padre quien no entendía la acción del contrario

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Experimentó
Roman d'amourUn mundo donde solamente las mujeres pueden traer vida, (dar a luz, quedar embarazadas, tener hijos) pero, ese mundo que se conocía cambiará, a consecuencias de un: experimento Inicio: 6/6/2021 a las 17:00 Final: ¿...?