Special School [Piggy Au] -PAUSA INDEFINIDA-

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⚠️Capítulo no apto para sensibles⚠️

—¿Así lo hicieron en su anterior hospital? —Pregunto Pandy en un susurro.

—Si, un tipo allá nos enseñó —Sonrió Pump mientras cortaba la señal de los celulares.

Al terminar de hacer esto, se acercó a Stitchy, quien se encontraba sentado en una silla mirando hacia el piso.

Su mirada se veía vacía.

—¡Stitchy, ya podemos escapar!

—Escapar...

—¿El está bien? —Pregunto Pandy mirándolo.

—Si, es común, no sabe donde está —Respondió la chica mientras tomaba la mano de su amigo— Vamos Stitchy, el ojo te espera.

—¿Como le haremos para escapar? Debe haber muchos soldiers buscandonos —Hablo Willow con el ceño fruncido.

—Pará eso los tenemos a ellos —Sonrió la peliroja mirando a los chicos que habían traído del patio.

...

—¿De qué están hablando? —Murmuró Kitty mientras miraba las cámaras de seguridad.

—Creo que están por entrar —Hablo Mary con nerviosismo mientras miraba la puerta.

—Dijiste que habías bloqueado la puerta, es tu problema —escupió la chica alejándose de él monitor.

Todo parecía ir en orden.

—¡Quién sea que este ahí dentro, le exijo que habla la puerta en este momento! —Escucharon a Beary del otro lado.

—¿Que hacemos si logran abrir? —Murmuró Mary mirando a la chica.

—No lo harán, solo debemos mantenernos acá hasta que Willow venga, ella se encarga del resto —Susurro mirando la habitación.

Suspiro volviendo su vista al monitor, pudo ver como los chicos ya se encontraban afuera del salón, caminando por los pasillos a paso lento.

Hubiera querido estar con ellos, pero Willow la mando ahí, y sabía que debía haber una razón para esto.

Aunque odiaba el echo de tener que estar con Mari.

—¿Crees que el plan sal-

—¿Puedes cerrar la maldita boca un segundo? Ya he tenido suficiente con esas mierdas para que tu vengas a parlotear como loro.

El chico se quedó callado, para asentir lentamente y apoyarse en la puerta.

—Mierda, lo siento... Yo... Simplemente no se como controlar mi ira, suelo explotar fácilmente.

—Igualmente tenías razón, suelo hablar demasiado —Murmuró el chico.

—No hablas por que quieres, hablas por que debes hacerlo, todos estamos enfermos aquí, no creas que no te entiendo.

—Eres simpática cuando no... Ya sabes, dices todo lo que se te viene a la mente.

—Intento controlar eso —Sonrió la chica encorvandpse en la silla hacia Mari— ¿Por qué estas tan nervioso?