Fiesta de fin de curso

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Una tarde como cualquiera, dentro de un auto lujoso se dirigía un chico de pelo negro de vuelta a su casa después de su habitual cita con su terapeuta. Estaba tranquilo viendo hacia afuera mientras una suave melodía con diferentes notas musicales sonaba en sus oídos, un hombre vestido formalmente estaba conduciendo aquel lujoso vehículo y a su lado en el asiento del copiloto estaba un hombre aún más mayor.

  -¿Que tal estuvo la cita de hoy, Yahwi?- pregunto el hombre mayor.

  -Bien- respondió el joven sin interés.

  -Me alegra escuchar eso, sabes que este proceso es largo, no te desesperes en intentar mejorar- hablo de nuevo, su voz a pesar de sonar grave e imponente tenía un tono dulce en ella, como la de un típico abuelo preocupado por su nieto.

  Yahwi solamente suspiró y volvió a girar su cabeza hacia la ventana mirando por ella hacia el exterior, realmente no sabía cómo sentirse al respecto con esto, pues nadie además de su abuelo sabía sobre sus citas con el psiquiatra y era algo que le causaba inseguridad. Como el ejemplo a seguir de todo el curso de la universidad estaría yendo a algo que se supone solo la gente "loca" asistiría, sentía inseguridad de cuál sería la reacción de las personas a su alrededor al enterarse de esto.
   El mirar al exterior y ver aquellos lugares que solía recurrir junto a Jooin le producían un sentimiento desagradable, hasta ahora gracias a su incompetencia y su ego muchas cosas habían salido mal y no podía culpar a nadie de lo que él había provocado. Debido a esto se alejó de Jooin, más que nada por su bien y porque se dio cuenta que necesitaba ayuda y Jooin no era el indicado para dársela a pesar de haber sido él, quien por alguna casualidad, le recomendó asistir a terapia.

   De repente una figura alta, de espalda ancha y cabellos rubios se cruzó en su mirar, pudo apenas divisarlo por unos segundos. Era un chico joven, un universitario caminando por la cera con su cabeza cabizbaja mirando a sus pies lo que le era imposible a Yahwi poder ver su rostro. No le presto mucha importancia, no era alguien que conocía, aunque extrañamente le daba un aire a un hombre que había visto antes. Lo siguió con la mirada hasta perderlo de vista totalmente, al irse alejando más de ese chico vio cómo este levantó la cabeza ligeramente pero dado a la distancia de ambos no pudo notar con claridad de quien se trataba.

...

   Al llegar a su casa ya era algo tarde, el cielo se había oscurecido, más sin embargo Yahwi no entro a su casa inmediatamente, si no que se quedo afuera fumando un cigarrillo pensando en lo que había pasado los últimos meses. Gracias a sus sesiones de terapia se había vuelto una persona menos agresiva emocionalmente, era por así decirlo más tibio en palabras textuales de algunos de sus compañeros. Su hábito de fumar había reducido pero no podía dejarlo totalmente debido a la adicción que le había creado después de tantos años de estarlo consumiendo, ese era otro punto a tratar que le solía mentir a su psiquiatra sobre que ya no había fumado esa semana, incluso su abuelo lo tenía vigilado en cuanto a eso y debido a este asunto solía escabullirse para fumar aunque fuera solo uno, pero siempre terminaba sobrepasando el límite.
Cuando termino tiro lo que restaba al piso y con su zapato lo piso. Entrando a su casa estaban las luces de la sala prendidas y el ambiente era frío como siempre, frió sin la necesidad de luces de colores que resaltarán esta sensación, incluso con las luces cálidas amarillentas de la cocina todo se seguía sintiendo vacío y sin vida. La verdad Yahwi nunca tuvo de que quejarse, viviendo en una buena casa con una familia de clase alta y teniendo todo lo que podía tener, creciendo como un niño privilegiado, pero a pesar de todo esto había algo que no llegaba a encajar al cien en todo. En la secundaria es cuando empezó a tener estos sentimientos extraños en si y al investigar llegó a la conclusión que podía tener un transtorno de depresión clínica y estrés post-traumático pero debido a la negligencia por parte de su abuelo, el único tutor legal que tenía no se le fue diagnosticado si no hasta hace un mes. Fue un proceso difícil tener que aceptarlo especialmente por sus relativos, pues en ningún momento nadie se imagino que el podía padecer tal cosa, por ser alguien "funcional" aunque a veces era un poco obvio.

"New boy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora