Un brillo cegador de una tranquila mañana un Domingo cualquiera se filtraba por un elegante ventanal iluminando por completo una acogedora habitación con dos jóvenes aún dormidos sobre la cama, enredados entre sus brazos y sábanas estando totalmente rendidos después de la noche que pasaron juntos ayer, el aire era tranquilo y los ruidos del exterior eran inaudibles para nuestra pareja que estaba sumida en un profundo sueño.
Uno de los jóvenes de cabello negro fue abriendo sus ojos lentamente de par en par, siendo aturdido por la luz que sus ojos divisaron nada más despertar, al mismo tiempo de una sensación cálida en su pecho la cual era pesada y con curiosidad bajo su mirada hasta encontrarse con una brillante cabellera rubia y un rostro hermoso abrazado a su pecho con cariño el cual subía y bajaba al ritmo de su respiración. Sonrió cálidamente depositando un beso en la frente del chico que lo abrazaba en su sueño, todo se sentía irreal, se sentía verdaderamente bien y tranquilo, el dulce aroma de la ropa de Caín estaba impregnado a él y el ambiente acogedor de ese pequeño apartamento lo tenía en trance, si esto era un sueño deseaba nunca despertar.
Al momento de querer levantarse de la cama, el joven rubio desprendió sus brazos de la cadera de Yahwi y poco a poco se fue despertando, siendo lo primero que sus ojos pudieron captar una hermosa silueta de aquel chico que ahora era su novio, quien lo veía desde arriba acariciando su cabeza ligeramente.
-Buenos días- pronunció Caín sobando sus ojos con sus manos, su voz era mucho más grave y profunda que ayer en la noche.
-Buenos días- respondió Yahwi de vuelta con una sonrisa.
-¿Tienes hambre?- la voz de Caín seguía escuchándose adormilada y el chico se recostaba sobre su espalda esparciendo sus brazos por la cama matrimonial.
-No mucha, tú sigue durmiendo, solo iba a sentarme en la sala.
-No no, no te preocupes... Yo también ya me iba a levantar- el chico hizo una pausa estirando sus brazos y después levantarse de la cama abrazando a Yahwi.
-...¿Qué tienes?- preguntó el pelinegro entre risas.
-Soy muy afortunado de tenerte- dijo Caín separándose del chico.
-No digas eso... No soy la gran cosa- Yahwi pauso unos segundos. -Solo soy un simple chico con problemas mentales.
-Eso no tiene importancia, haz avanzado mucho como persona y me enorgullece lo mucho que te esfuerzas en ser diferente, por eso es que amo tener a alguien como tú- el rubio acercó sus labios a los del contrario dándole un pequeño y breve beso. -¿Capichi?
-Bueno, esta bien je.
-No te sientas mal por eso ¿okay? Las cosas van a mejorar poco a poco- Caín rozo su nariz contra la de Yahwi suavemente, después de eso dirigirse a la puerta y antes de salir de la habitación mirar al pelinegro por sobre su hombro. -¿Vienes?
-Sí, ya voy.
Caín dejó la habitación mientras que el pelinegro lo siguió por detrás, se quedó mirando la puerta unos minutos pensando en que ¿como es que Caín podía entenderlo tan bien? No podía creer que él fuera pareja de alguien como Caín, se sentía seguro y confiado cada vez que esta con él, en ningún momento siente que será juzgado por quien es y eso le hace feliz; a lo largo de su proceso de recuperación algunas personas que se enteraron de lo que le sucedía y por lo que estaba pasando lo culparon a él de todo lo que había sucedido, por una parte fue su culpa pero por otra recriminarle toda la culpa de sus problemas con sus trastornos era simplemente tratarlo como un monstruo, sentía que no era alguien normal y desafortunadamente creció con ese pensamiento.
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"New boy"
Fiksi PenggemarYahwi se enfrenta a un nuevo estilo de vida después de estar acudiendo a terapia a recomendación de Jooin. Con esto se vienen cambios en su rutina, forma de pensar y en su manera de ser, incluso los sentimientos que creía que solo le pertenecían a u...