Alucinaciones

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Enfocándonos en la vista de Yahwi podríamos decir que todo se movía, absolutamente todo lo que sus ojos podían captar parecía moverse como olas, los colores con una saturación más alta que lo normal y observando el rostro de Caín notaba que tenía brillos por doquier, cegador y a la vez tan relajante. Lo único que podía sentir eran el suave roce de los dedos de Caín pasar por sus mejillas y recorrer su piel, era tan ligero que se sentía como plumas caer sobre su blanca piel, su risa en sus oídos formaba eco como si no fuera él quien se estaba riendo, al igual que la risa el chico frente a él que podía percibir esa ligera risa entre un molesto eco.

  -¿Sientes algo?- preguntó Caín.

  -No lo creo...- respondió Yahwi.

  Caín solamente reía al igual que el contrario, era inevitable no soltar una ligera carcajada, era como estar completamente entumecido y de repente Yahwi al levantar su vista nuevamente pudo ver como las manos del rubio empezaban a tocar el interior de su muslo, algo incomodo se recostó sobre su almohada cerrando sus piernas y cruzándolas entre si.

  -Deja de tocarme- decía cubriendo la parte superior de su rostro con sus antebrazos.

  -No te estoy tocando- respondió Caín, quien desconcertado apartó sus manos colocándolas a cada lado de su cadera.

  -Si lo haces... Acabo de ver tu mano tocar mi pierna justo ahora.

  -No...

  Mientras tanto, Caín veía como una silueta parecida a Yahwi se subía en su regazo, podía verlo era tan real aunque la única diferencia era que el color estaba saturado a más no poder.

  -Yahwi ¿estás encima de mi?- preguntaba mientras que con una de sus manos buscaba al pelinegro en la cama.

  -No, deja tú de tocarme- continuaba diciendo.

  -¡Tú bájate de encima mío!

  Una discusión bastante tonta surgía entre ellos, y eso no era más que nada causado por las alucinaciones por las drogas que habían consumido, en realidad estaban bastante lejos uno del otro y aun dentro de su trance la puerta de la habitación se abrió y de ahí Mia entró observando a ambos muchachos acostados sobre la cama, Yahwi dando leves patadas al aire mientras que Caín estaba al borde de la cama y con una de sus manos que aún seguían buscando al pelinegro.

  -Chicos, ¿están bien?- cuestionó la mujer, en ese instante Yahwi pudo escuchar su voz en sus oídos e intentando disimular la extraña escena en la que se había encontrado a ambos intentó sentarse sobre sus piernas.

  -Si... Estamos bien.

-No parece, les traeré un vaso de agua a cada uno- dijo Mía saliendo de la habitación cerrando la puerta nuevamente.

  Yahwi al escuchar la perilla cerrarse empezó a buscar de igual forma a Caín, su vista estaba tan borrosa y todo a su alrededor no paraba moverse, debido a ese factor a pesar de que su pareja estaba cerca de él podía verlo lejos y el intentar moverse en ese ambiente era bastante difícil, que en su intento tropezó con algo en medio de estar buscándolo cayendo en una superficie dura pero suave al mismo tiempo, una extraña sensación.

  -Creo que ahora si estás encima de mi...- dijo Caín, soltó un suspiro al sentir el cuerpo de Yahwi caer sobre su abdomen.

  -Lo siento- decía el contrario levantándose y quitando su cuerpo de encima. -¿Estás bien?

  -Si, pero me duele el abdomen.

  -Perdón- dijo entre ligeras risas, Caín igualmente río, poco a poco sentían que las alucinaciones dejaban de ser tan intensas, los efectos empezaban a desaparecer.

"New boy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora