A la mañana siguiente, Yahwi se despertó con un olor a café bajo sus narices, una sensación cálida recorrió su cuerpo hasta convertirse en un calor que lo incomodaba obligándolo levantarse y quitarse esa suave manta que lo cubría, además de darse cuenta de aquella suave almohada que recargaba su cabeza cómodamente, un leve sonrojo se empezaba a hacer notorio en sus mejillas ya que supuso que Caín hizo todo eso por él cuando el descaradamente se quedó dormido en su sofá ayer con tan solo entrar en su habitación. De repente escucha a una voz llamarlo desde la pequeña cocina que estaba al frente de la sala, más específicamente de aquel sofá en el que Yahwi se encontraba.
-Buenos días, ¿ya despertaste?- dijo Caín quien procedió a salir por el umbral de la puerta, dejando ver cómo aún tenía su pijama de color azul y sus pies descalzos que tenían ese paso tan tranquilo, aquel bello muchacho se acercó con un plato y una taza de café para ponerlas sobre la mesa que estaba en la sala.
-Buenos días, y gracias por el desayuno- respondió Yahwi acomodando su pelo con una de sus manos mientras se incorporaba y ponía su chaqueta color vino en el respaldo del sofá.
Caín le sonrió amablemente y se sentó al lado de él, Yahwi instintivamente se sobresaltó causándole confusión pero a la vez sorpresa al rubio.
-¿Pasa algo?- pregunto dedicándole una mirada fija.
-N-no, todo esta bien.
En realidad no lo estaba, se dio cuenta que no tenía sus medicamentos claramente estaba en casa ajena y no solo eso tenía una taza de café servida frente a él, tenía un buen olor no le desagradaba, pero el problema era que no tenía permitido tomar café y si lo bebía no sabía que pasaría, a pesar de que no había tomado sus medicamentos tenía miedo de que algo sucediera y tener que mostrar un lado tan patético frente a este chico, solamente de pensarlo le causaban escalofríos.
-Caín, uhm... ¿De casualidad no tendrás algo más que pueda beber?- pregunto Yahwi devolviéndole la mirada al chico que se encontraba a su costado.
-Uh si, tengo jugo de durazno, te puedo servir si no te gusta el café- Yahwi asintió y el rubio se levantó de un salto para ir de nuevo a la cocina.
El pelinegro se quedó esperando en la sala mientras comía un poco del desayuno que Caín le había preparado, eran unos waffles con frutos rojos y un poco de miel que los cubría por encima, estaban bastante buenos e incluso le sorprendía un poco, jamás se había imaginado que Caín podía ser tan buen cocinero. Después de un minuto, Caín regresó con un vaso en la mano dejándolo en la mesa frente a Yahwi y tomando la taza de café en su lugar.
-¿Y que harás con eso?- dijo Yahwi bajando su tenedor para señalar aquella taza que aún estaba llena.
-Me la tomare yo- respondió Caín.
-¿No te hará daño? Porque supongo ya desayunaste y debiste haber tomado una taza antes de esta.
-No, no te preocupes, ¡Caín es bastante fuerte!- dijo levantando uno de sus brazos y flexionandolo con una sonrisa dibujada en su rostro.
Yahwi río levemente ante aquel gesto, con lo que poco a poco se daba cuenta de lo bien que se sentía al lado de Caín y de lo amable que era, juzgarlo mal desde un principio realmente fue un acto equivocado al creer que alguien como aquel chico podía tener si quiera algo de malicia. Algo que le captó la atención en ese lapso de tiempo fue la mano vendada de Caín, supuso que ayer después de que el se quedara dormido trato sus heridas, cosa que lo alegraba y despreocupaba un poco.
El pelinegro comenzó a comer nuevamente mientras sentía la mirada de Caín constantemente la cual penetraba sus hombros, cuello y perfil, se sentía muy extraño y consigo una sensación de molestia, esa misma sensación que hacía que su corazón se acelerara, le robara su calma y entorpeciera sus movimientos. Parecía una chica de secundaria experimentando el amor por primera vez ¿como podía estar tan nervioso? Nadie lo había puesto de esa forma antes, ni siquiera Jooin. Unas ganas empezaron a surgir de su pecho, ganas de gritarle a Caín que dejara de hacer lo que sea que estuviera haciendo, que su presencia era tan molesta, insoportable pero al mismo tiempo agradable. No podría explicar la forma en que Caín le hacía sentir, quería alejarlo y que dejara de hacer "eso" pero a la vez quería pedirle que siguiera haciéndolo.
Al terminar su desayuno, le agradeció al rubio por la comida y su hospitalidad, decía esto con una sonrisa en sus labios que adornaba su rostro pálido con aquellos rasgos suaves pero afilados, sus ojos rasgados mostrando una gratitud genuina cosa que Caín no pasó de largo y fue cuando un pequeño latido surgió de su pecho.

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"New boy"
FanfictionYahwi se enfrenta a un nuevo estilo de vida después de estar acudiendo a terapia a recomendación de Jooin. Con esto se vienen cambios en su rutina, forma de pensar y en su manera de ser, incluso los sentimientos que creía que solo le pertenecían a u...