El siguiente día, Caín se fue de la casa de Yahwi, un plan elaborado por ellos dos desde temprano para hacerlo a escondidas sin que aquel intimidante hombre de cabellos blancos y ojos dorados se diera cuenta.
Caín permaneció frente a la entrada, con sus maletas empacadas y la llave del departamento en su mano, el pelinegro lo acompañaba hasta el auto pues él sería quien lo conduciría hasta allá, la brisa fría de la mañana congelaba los brazos al desnudos de Caín, lo hacía temblar y entorpecer el paso aunque no duró mucho debido a que caminaron rápido hasta el vehículo negro que estaba aparcado en la amplia cochera. Yahwi se subió y seguido de el, su novio se sentó a su lado, estando listos y con todo acomodado, partieron en dirección a ese lujoso departamento, el cual producía muchos sentimientos encontrados lejos de Yahwi; con una mano puesta en el volante, la otra sobre su muslo, su mirada fija en el camino y el silencio entre ambos muchachos al ir regresando al lugar en donde tantas cosas sucedieron, los recuerdos volvían a resurgir de la tumba.-¿Crees que sea buena idea?- dijo Caín rompiendo el hielo.
-¿Porque no lo sería?- respondió Yahwi.
-Por lo que sucedió hace un año.
-Lo que sucedió ya sucedió, no puedo regresar al pasado y menos remediarlo, no hay nada que pueda hacer por ello... Así que esta bien, no te preocupes.
Caín asentía, Yahwi en ningún momento le dirigió la mirada, no lo observo ni siquiera de reojo a diferencia de la penetrante mirada color verde de Caín que estaba fijada en él desde hace unos segundos, los nervios de no sólo ser atrapado en esa pequeña escapada si no que también de llegar al lugar que tantas cosas malas ocurrieron le empezaban a provocar náuseas.
...
El auto se detuvo en un pequeño estacionamiento, ambos se bajaron y Yahwi ayudo a Caín a bajar sus maletas; al momento de entrar el pelinegro explico la situación al recepcionista el cual era un cliente frecuente de la familia Go y sabía que su abuelo había hospedado a Yahwi en ese lugar debido a que necesitaba que supiera lo que era la vida cuando se vive realmente solo, conocía su reputación con solo mirarlo, un chico guapo y con dinero claro que iba a ser popular en cualquier lugar en donde pisara e implantara su huella, era el encanto para los ojos de los demás y una decepción para si mismo y su familia, la ironía de aparentar ser alguien y crear aquel avatar conforme creces en defensa al mundo, en esta selva de apariencias es mejor guardar quien realmente eres a menos que quieras ser despreciable.
El hombre encargado por detrás de un gran escritorio de mármol beige empezó a hablar levantando la mirada.-¿Qué lo trae por aquí de nuevo Joven Yahwi?
-Vengó a hospedar a alguien, si me disculpa.
-Adelante.
El hombre miraba a Caín fijamente, una mirada penetrante e intensa, el chico tragaba saliva nervioso u rascaba su nuca, sudaba frío y sentía su corazón latir, Yahwi parecía no inmutarse era como si estuviera viendo al Sunbae que conoció al inicio de todo este embrollo, mirada frío y movimientos precisos, ojos felinos e intimidantes, compostura impecable y un Aura arrogante.
-Vamos- dijo el pelinegro caminando a un elevador de cristal al lado de un pasillo cerca de la recepción, Caín lo seguía cual cachorro conociendo su nuevo hogar.
Subieron a ese contenedor rectangular fabricado de cristal, el sonido típico de estos lugares llenaba las cuatro paredes.-¿Ese hombre te conoce?- interrogo Caín mirando a Yahwi, este finalmente le devolvió la mirada.
-Si, es un cliente frecuente de la compañía de mi abuelo, solía verlo cuando estaba a mitades de preparatoria fue quien me presento este edificio.
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"New boy"
Fiksi PenggemarYahwi se enfrenta a un nuevo estilo de vida después de estar acudiendo a terapia a recomendación de Jooin. Con esto se vienen cambios en su rutina, forma de pensar y en su manera de ser, incluso los sentimientos que creía que solo le pertenecían a u...