YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)

capitulo 5

Edad: 13 años

Narra:___

Fui a la cocina en busca de mi café. Me encontré a mamá haciendo galletas.

-Hola mamá- Le saludé- ¿Necesitas ayuda?

-Hola cariño. No hace falta- dijo con una sonrisa de oreja a oreja- ¿Qué necesitabas?- Me pregunta

-Venía por una taza de café- Le contesté

-¿Quieres que te la haga?

-No mamá, gracias. No quiero molestarte

Estaba hablando con mamá mientras me preparaba el café. 

-Ya vengo cariño. No te olvides de las galletas que están en el horno- Dijo saliendo de la cocina

Recién terminaba de hervir el agua. Puse una cucharada de café en mi taza favorita, le eché el agua y lo revolví lentamente. Agarré la taza para llevarla a la mesa, pero al momento de voltearme me choque con alguien, haciendo que todo el café me caiga encima

-Perdón... No te vi- Dije mientras dejaba la taza en la mesa y agarraba una servilleta/papel de cocina 

- Tranquila- continuó cinco- Yo tampoco te vi- Dijo riendo- ¿Eso es café?- Señaló la taza que recién había dejado en la mesa

-Si- Le contesté

-Ok- Dijo y se teletransportó a la mesa para agarrar la taza y tomar el poco café que quedaba

Lo miraba mientras tomaba mi café. Se veía tierno... y lindo... ¿Qué estoy diciendo? 

-Me miras mucho, ¿no crees?- Dijo él. Sentí como el calor subía a mis mejillas

-¿Por qué eres así conmigo?- Le pregunté ignorando el comentario que hizo 

-¿Así cómo?- Preguntó mientras se acercaba a mí a paso lento

-a-así amable- Empecé a tartamudear. Tenía la mirada en el suelo, por alguna razón me ponía nerviosa cuando lo miraba a los ojos- Nunca me notaste ¿por qué ahora si?- Le pregunté poniéndome firme 

Él solo miró la pava que contenía el agua que había usado para el café. Agarró una taza e hizo lo mismo que yo hace rato.

-¿Por qué no te defiendes?- Preguntó ignorando completamente mi anterior pregunta. Ninguno de los dos quiere responder las preguntas que hacen que nuestra mente de vueltas todo el día.

 Creo que ninguno quiere saber las respuestas. Ambos ignoramos lo que nuestro corazón quiere saber, por miedo a que nuestra mente tenga razón...  

-No puedo- Le contesté- No soy lo demasiado fuerte como para defenderme 

-Te vi peleando con Luther. Créeme, eres demasiado fuerte- Me hizo sacar una sonrisa, pero al instante la borre- Te ves linda sonriendo- Dicho eso, se teletransportó dejándome como un tomate

-¿Ben? ¿Estas aquí?- Gritaba Klaus mientras entraba a la cocina- Hola ___. ¿Viste a Ben? Estamos jugando a las escondidas, pero lo estoy buscando hace media hora y no lo encuentro

-Mmm no. perdón- le dije 

-Okey. Ya aparecerá- Dijo mientras se sentaba arriba de la mesa- ¿Me prestas una pollera?- Preguntó 

-¿Qué?- ¿Yo había entendido mal o él me pidió una pollera?

-Si me prestas una pollera. Por favor

-Está bien- Le contesté- Están en la parte de abajo de mi placard 

-¡Gracias!- Dijo y se fue corriendo

-Bueno... Ya no tengo café, así que voy a ir con pogo- Dije hablando sola 

Llegué a la sala donde pogo hace estudios de mis hermanos. Abrí la puerta y pasé, pero no había nadie. 

 Empecé a recorrer el gran lugar. Había maquinas de todo tipo, desde las mas pequeñas, hasta las más grandes. Había como unas 14 camillas, todas listas por si algo llegará a suceder. Frascos de vidrio, tubos de ensayo, agujas... demasiadas agujas. Pero había algo que me llamó la atención: era una una sustancia medio violeta que estaba adentro de una jeringa un poco grande; me acerqué para poder verla mejor. Tenía unas cositas muy diminutas que nadaban en el liquido. Estiré mi mano para poder tocarlo y... 

-Señorita ___- Dijo pogo detrás mio. Me hizo dar un gran salto. Retiré rápidamente la mano de la jeringa e hice como si no hubiera pasado nada 

-Mi padre dijo que venga para una prueba de sangre- Le dije dándole una media sonrisa. Al parecer no se dio cuenta  

-Bien. Siéntese en esa camilla- Hice lo que me pidió. 

Estaba nerviosa. Hace tiempo no me hacen estudios 

-Pogo. ¿Para que quiere papá estos estudios?- Le pregunté

-No sabría que contestarle, señorita ___ 

-Bien- Dije suspirando. Mis manos temblaban.  Me da vergüenza admitir que le tengo temor a las agujas. Solo pogo sabe 

-No esté nerviosa- Dijo pogo- Solo es un segundo

-claro...

Voltee la cabeza a un costado, no quería mirar.  Cerré los ojos con fuerza, apreté la mandíbula y junté mis manos en forma de puño. Estaba lista para mi fin... 

Sentí un leve pinchazo... Abrí los ojos y pude ver a pogo con una tierna sonrisa. 

-Ya pasó- Dijo él. Sosteniendo un gran frasco que contenía mi sangre

-Pogo... me sacaste como dos litros de sangre- Dije mirando el frasco con cierto temor. Él solo reía

-Hola pogo. ¿viste a ___?- Preguntó Vanya entrando a la sala 

-Hola Vanya- Dije bajándome de la camilla- ¿Qué pasó?

-Con Ben pensamos en hacer una pijamada y te queremos invitar

-Claro- Dije

-Ya puedes irte- dijo pogo- Tu padre te llamará cuando este listo

Asentí con la cabeza y me fui directo a mi habitación.

Siento que se me olvida algo... que raro. 

(...)

Pasaron como unos 10 minutos. Yo estaba aburrida mirando el techo, sin saber que hacer.

Decidí buscar algo para matar el aburrimiento. Me senté en mi cama y me puse a observar mi habitación, buscando algo para hacer. Miré mis libros... Nah, ya los leí a todos; miré mi armario, todo era uniformes y pijamas, aburrido. Por último miré mi escritorio, habían muchos papeles encima de él. Me puse a pensar y se me ocurrió una idea:

 Agarré mi caja de lapices, me senté en el escritorio y pasé toda la tarde escribiendo cartas. Todas eran cartas para mis hermanos, incluso le hice una a papá... ¿les gustará? 

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Holaa, ¿cómo están?  

Espero que les haya gustado.

 Agradecería si votan y me siguen.

Recuerden que siempre estoy abierta a nuevas ideas 

Adiós