YO POR TI, TÚ POR MI (cinco y tú)

El mensaje.

Narra Cinco: 

La había perdido.

Todo por mi culpa, por esa estúpida acción que hice sin pensar. Realmente la amaba, la amaba mucho. 

No entendía lo que había pasado hasta que Ben me lo explicó.

- Cinco, no puedes amar a una persona cuando a ti te dan ganas de amarla. La amas siempre, en cada minuto y cada segundo que pasan en tu vida - Apoyó su mano en mi hombro y siguió- ____ es alguien muy especial. No merece que le demuestren el amor que sienten por ella cada tres días. Sufrió gracias a todos nosotros, en este momento lo mínimo que podemos hacer por ella es hacerla sentir amada. 

- Yo sí la amo, idiota- Le contesté con un tono agresivo, pues desde que era pequeño sabía que le gustaba ____. Quizás sólo me dice eso para alejarme de ella, y no lo voy a permitir.

- Pues con esas actitudes jamás la tendrás de vuelta, hermanito.

- Ay, cállate. Sé perfectamente tus intenciones, Ben. No intentas ayudarme, sólo quieres sabotear nuestra relación y quedarte con ella- Entrecerré mis ojos y lo miré desafiante, esperando su respuesta.

- ¿Sabotear tu relación? Si eso fuera mi plan, no haría falta hacerlo..., porque ya lo hiciste tú. TÚ mismo saboteaste tu relación y yo no hice absolutamente nada- Contestó mientras sacaba su mano de mi hombro para después cruzar los brazos y continuar con su estúpido sermón- Sigue así, Cinco, y no la volverás a ver en tu vida. Y no lo digo por mí, porque yo a ____ sí la amo, pero también la respeto y acepto la decisión de que quiera estar con un enano de jardín gruñón... Espero que no la sigas lastimando o tendré que darte una lección, y no será agradable. 

En ese momento, si no fuera porque estábamos en medio de un apocalipsis, le hubiese pegado en la cara hasta que me pidiera perdón. Pero los demás inútiles llegaron y debíamos ponerle fin a esta situación. 

Narra: ____

Estaba en el baño, sola, con lágrimas cayendo en el suelo de éste. Klaus había tocado mi puerta más de tres veces cada dos minutos, pero no contesté. Simplemente quería estar sola, como lo estuve toda mi infancia.

- ¿En serio quieres perderte la pelea entre Cinco y Ben? Porque yo ya preparé las palomitas- Dijo Klaus a la quinta vez que tocaba la puerta.

- ¿Pelea? ¿Por qué se están peleando? - Pregunté mientras me secaba mis lágrimas para luego salir. Estaba triste, sí, pero me interesaba el chisme de Klaus.

- Por ti, boba. ¿Por qué más se pelearían? - Contestó él con una sonrisa de oreja a oreja. 

A lo lejos escuché unos gritos. No podía entender bien lo que decían, pero Klaus me ayudaba a traducir. 

Decidí no acercarme, pues haría que el momento fuera más incómodo de lo que ya es. Me quedé en el baño, le dije a Klaus que fuera con ellos y les dijera, en caso de que pregunten, que yo tenía diarrea e iba a tardar en salir. Sí, lo sé, que vergüenza. Pero era mejor que decir que me encontraba llorando a mares por un chico tonto. 

Narra: Diego

Nos encontrábamos todos, o casi todos, en el lugar que les dije. No había tantas personas, lo cual era bueno. 

- Odio decir esto- Dijo Luther de repente-, pero nos tenemos que preparar- No entendí a lo que se refería, por lo que decidí preguntar "para qué"- Para detener a Vanya como sea- Respondió él. Allison, claramente enojada, le pegó en el pecho... Disfruté eso. 

- Por cierto, ¿dónde está mi hermana? - Pregunté. Todos me miraron como si no supiesen de quién hablo- ____, ¿dónde está? 

Noté que Cinco se había tensado, pues sus puños apretados y su mirada fija al suelo decían todo.

- ¿Acaso le hiciste...? - estaba a punto de levantarme e ir hacia Cinco, pero Klaus me interrumpió.

- ¡Tiene diarrea! - Dijo mientras se levantaba para detenerme - Está en el baño y, ¡uff! Ni se te ocurra ir porque el olor está potente.

Klaus hizo que me sentara nuevamente en mi lugar. Todos lo miraban a él, la mayoría con cara de asco... Pero la entiendo, pobrecita. Los tacos a veces me caían mal. 

- En fin... No creo que tengamos otra opción más que detenerla- Retomó Luther la conversación que tuvimos hace pocos minutos- Más allá de lo que decidamos, hay que encontrarla rápido.

Klaus se levantó de golpe. En su mano tenía un periódico- ¡Aquí está! Miren - Exclamó mientras mostraba la portada de éste: era la presentación de violín de Vanya. Debía estar en el teatro.

El concierto es esta noche.

La voz de una agradable muchacha se hizo presente. Nos advirtió que, si no jugábamos, nos íbamos a tener que ir del lugar. Luther agarró una bola y la lanzó sin ver... El hijo de puta había tirado todos los pinos. 

En resumen, todo lo que escuché fue puro blah, blah, blah por parte de nuestros hermanos. Ellos querían matar a Vanya, o eso entendí. Me negué rotundamente, pero Cinco tenía razón:

- Hay millones de vidas en juego, no podemos salvar una sola.

Maldito enano de jardín. Siempre tiene algo razonable para decir.

Narra: Cinco

Mis estúpidos hermanos estaban atrasando todo con sus tontos problemas. Klaus confesó que Luther se acostó con otra mujer y se fueron a quién sabe dónde.

Una señora algo voluptuosa se acercó a nosotros- Disculpen. Es el cumpleaños de mi hijo Kenny... ¿No prefieren que su hijo juegue con niños de su edad? - Dijo refiriéndose a mí... Lo que me faltaba. La señora me miró y siguió - Si tus padres te dejan, claro- Los miró a Diego y a Klaus, pensando que ellos son mis padres.

La paciencia se me acababa.

- Preferiría arrancarme el pie a mordiscos- Contesté toscamente. La señora y su tonto hijo se fueron casi corriendo. 

De repente, escuché un sonido muy familiar proveniente del baño. Y no, no era ___ y su diarrea. Era un mensaje de la Comisión.

Sin pensarlo, me teletransporté al baño y entré a cada cubículo hasta encontrar el tubo que debía llevar el mensaje. Pero al abrirlo, éste estaba vacío. 

En el suelo se encontraba un hermoso vestido. Lo reconocí al instante, era de ___.

- No...- Dije al darme cuenta de que ella había recibido el mensaje.